¿Un problema de la Real o un problema de toda la Liga?
La derrota realista vino precedida de la debacle del Barcelona ante el PSG y del repaso que dio el Dortmund al Sevilla, y la pregunta es inevitable
La derrota es mucho más refinada que la victoria, porque si bien cualquier victoria sirve, una derrota, para ser buena, exige épica. Y la de ... la Real Sociedad en Turín careció de todos los elementos de la tragedia clásica, empezando por el héroe. De ahí que fuera una derrota para olvidar. Lo que no conviene olvidar es para qué juega la Real Sociedad con el Manchester United.
La Real Sociedad disputa esta eliminatoria en su apuesta estructural por ascender un peldaño en el escalafón del fútbol, de tal modo que su presencia en Europa sea frecuente y, como sucede en la Liga, sea uno de esos equipos capaces de competir con los grandes y derrotarles con cierta asiduidad. Lo que hace con el Madrid y el Barcelona en casa, a grandes rasgos.
A los blancos les desarboló el año pasado en Copa y a los azulgranas les sometió en la semifinal de la Supercopa. La Real Sociedad pensó que podría competir igual, sin ser favorita pero con aspiraciones legítimas de sorprender, contra el Manchester United.
Pero la víspera de jugar en Turín, la Champions emitió dos señales amenazantes. El Barcelona fue zarandeado por el PSG -sin Neymar, al que el Barça quiere recuperar para reflotar su equipo- y el Borussia Dortmund dio un repaso en la primera mitad del Sánchez Pizjuán al Sevilla, equipo rocoso y experto en Europa donde los haya. Visto lo visto, surge la pregunta inevitable: ¿un problema de la Real Sociedad o un problema de toda la Liga?
Ganan Granada y Villarreal
Las victorias de Granada y Villarreal en Europa League, ante Nápoles y Salzburgo, respectivamente, contribuyen a complicar el diagnóstico, pero también ayudan a no dar respuestas tajantes que a buen seguro no sirven para explicar una situación muy cambiante. Después de ganar cinco Champions consecutivas, las dos últimas temporadas no ha habido ningún equipo de la Liga en la final (el año pasado, ni en semifinales). ¿Significa eso que el fútbol español está en decadencia?
Las derrotas de Barcelona, Sevilla y Real Sociedad tuvieron un rasgo en común, la superioridad física de sus rivales. Se ha señalado a ese factor como desencadenante de las derrotas, pero quizá fuera la consecuencia. Cuando un equipo juega mal, siempre parece estar por debajo físicamente. Se llega a tarde a los cruces, se pierden las disputas y no se tapan los huecos, pero muchas veces estos problemas son consecuencia de la inferioridad en el juego. Los números que manejan los cuerpos técnicos tras esta clase de derrotas rara vez alertan sobre un déficit físico. De hecho, cuando un equipo es sometido así corre bastante más que el ganador.
Está claro que la salida de Cristiano Ronaldo y el desgaste de Messi influyen en la calidad de la Liga -fueron los mejores del mundo durante una década- pero no es evidente cómo su ausencia repercute en el nivel medio del torneo. En el partido de Turín, el factor decisivo fue el mal juego de la Real, muy por debajo del habitual. Si el Manchester United se pudo desplegar fue por importantes errores de los blanquiazules, sobre todo a la hora de ocupar el espacio. Los fallos técnicos también fueron poco normales.
El mismo problema en tres partidos puede mostrar un patrón, pero tampoco parece que la Liga se haya convertido de repente en un torneo de segunda.
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