34 son muy pocos minutos
Sergio vuelve a recurrir al extremo como salvador, tiene dos opciones buenas, y da la impresión de que es un lujo dejarle tanto tiempo sentado
En la enésima ocasión que la Real comienza el partido perdiendo, Sergio Francisco tuvo que hacer cambios ofensivos. Algo a lo que el irundarra ... está acostumbrado. Y por eso quitó a Sadiq Umar. Ya ocurrió la semana pasada ante el Villarreal. El cambio ofensivo es quitar al 'ariete'. Y también como sucedió contra el submarino amarillo, recurrió al mismo hombre.
Se suele decir que los héroes sin capa, son esas personas comunes que realizan actos extraordinarios de valentía, altruismo y sacrificio sin buscar reconocimiento, destacando por su humanidad y esfuerzo en situaciones cotidianas. Sin embargo Ander Barrenetxea sí es un extraordinario jugador. Y volvió a tener el papel que le encomendó Sergio hace siete días; tirar de heroíca.
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Su mapa de calor Sin delantero centro claro, Barrenetxea jugó por la izquierda y tuvo dos llegadas peligrosas en el centro del área. Al final bajó a recoger balones a campo realista.
El extremo saltó al campo con la misión de hacer olvidar lo sucedido anteriormente. Es nuestro nuevo Matrix. 1-0 en contra y juego ramplón. La cafeína que le faltaba al partido estaba en las botas de Ander. En un sitio especial para él, en un lugar de ánimo de revancha, ya que en Mendizorrotza se lesionó de gravedad por una rotura de la musculatura isquiosural del muslo izquierdo con afectación del tendón. Eso fue en la temporada 2021/22 y el tiempo pasa, pero esas cosas no se olvidan.
En un partido donde el suplente de Sivera le puso en más apuros durante el calentamiento que toda la delantera de la Real, la fe txuri-urdin se encomendó al talento de Barrenetxea. Porque es muy bueno y porque no había más cosas a las que agarrarse viendo cómo el jugador más peligroso de la Real presenciaba el partido desde el palco de jugadoras chupa chups en mano.
Y Barrene las tuvo. No estuvo acertado a la hora de elegir. La primera fue un chut que se le fue casi hasta el Buesa Arena, después de un buen servicio de Kubo en el centro del área. Sin 'nueve' fijo, Barrenetxea trató de enganchar de primeras pero no tuvo precisión en el golpeo. La segunda opción del extremo fue algo más clara pero no inquietó a Sivera.
En esta ocasión fue Aramburu quien centró al corazón del área, con bote, y el donostiarra aprovechó un arrastre de Karrikaburu pero dudó. Y en ese momento se apagaron las luces. Pareció que lo más fácil era meter el interior de la bota derecha pero el cuero venía muy botón y decidió tirarse en plancha para rematar de cabeza. Salió fuera.
Solo pudo darse un abrazo con su gran amigo Jon Pacheco antes de retirarse cabizbajo al vestuario. No hubo ni una opción de falta como contra el Villarreal. Nos encomendamos al héroe, pero ni por esas. 34 minutos son pocos para él. Barrene y diez más contra el Girona.
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