Plácido debut de Remiro en el momento y lugar acertado

Su primer contacto con el balón se pospuso hasta el minuto 16, cuando atrapó un balón por arriba con seguridad. Aplausos. Palmada en la espalda de la grada de animación. Todo iba como se había planeado en el protocolo del debut.

Su equipo siguió dominando por completo el juego, lo que le condenaba a la soledad del área y también a la toma de decisiones en caso de contraataques. Midió bien las distancias las pocas veces que el Alavés se estiró. En el minuto 27, por ejemplo, salió con decisión a tapar un remate en una posición que, no obstante, el árbitro decretaría como fuera de juego.

Las veces que el equipo decidió calmar el juego, entró en la combinación de pases con los defensores al primer toque y sin errores. Y a falta de tiros a puerta que parar, fue precisamente su disparo lo poco que pudo exhibir en esa primera parte en la que el marcador (3-0) lo decía todo. No dudó en enviar el esférico hasta el centro del campo la primera vez que le presionaron -en el minuto 41- y salió del área a despejar otro balón un minuto después.

Lo único que cambió en la segunda parte fue la orientación. Que esta vez Remiro recibió el calor del ambiente familiar de la nueva grada. Nada más. Porque el navarro siguió con una carga de trabajo inusualmente baja para la categoría. Se le vio colocado cuando el Alavés amagó en su primer ataque en el minuto 52. No le hizo falta más. Estar donde tenía que estar. Por si acaso. Lo demás fue seguir con la mirada la jugada.

Y como ocurriera en la primera parte, tras la reanudación fue su golpeo de derecha la virtud que más lució. Demostró que puede arrancar una contra cuando quiera. En el minuto 70 puso el balón en campo contrario, orientando la jugada de Portu por la derecha. Sin tanto tiki-taka desde atrás.

No tuvo más tarea. Combinó con los defensores con la confianza que imprimía el resultado cuando así se lo requirieron, dio órdenes en faltas y córners, mantuvo la serenidad... Y hasta la siguiente. ¿Cuándo? ¿Hasta otro partido entre semana? ¿Este mismo domingo? Imanol dirá. Pero el debut no pudo ser en momento y lugar más oportuno.