La pesadilla de Ángel Torres, el presidente del Getafe, en Anoeta

El Getafe, una de las bestias negras modernas de la Real Sociedad, vivió una de las tardes más aciagas de su historia en Anoeta. La afirmación sale de la boca de Ángel Torres, su presidente y uno de los personajes más pintorescos del fútbol estatal en las dos últimas décadas. Es lo que apuntaban ayer en Radio Marca Donostia Emilio Contreras, periodista de Marca, y José Antonio de la Rosa, del AS, en una conversación con Yon Cuezva.

Contreras y De la Rosa, en una conversación que sirvió como previa del encuentro de Liga de este domingo entre guipuzcoanos y madrileños, revelaron lo mucho que Ángel Torres sufrió en el estadio donostiarra en abril de 2019, cuando la campaña 18/19 ya se aproximaba a su final. El partido del que hablaban tuvo lugar un 28 de abril, y correspondía a la jornada 35. A Anoeta, que aún no estaba totalmente reformado, llegaba un Getafe lanzado en la clasificación y que veía muy cerca la posibilidad de hacer historia y entrar por primera vez en la Champions League.

Sin embargo, la tarde se torció muchísimo para el conjunto azulón -aquel día vistió de rojo-, al que todo lo que le podía salir mal le salió peor. La Real se puso por delante en el marcador con un penalti señalado por el VAR que transformó Willian José en la primera mitad, y Oyarzabal amplió la ventaja en la segunda parte con un buen gol.

El equipo que entonces dirigía Bordalás peleó hasta la extenuación para darle la vuelta al marcador, pero fue incapaz. El árbitro no señaló un claro penalti de Rulli a Mata, y el gol del honor lo consiguió Samu Sáiz. El resultado no se movió, y ese 2-1 le permitió soñar a la Real con entrar en Europa, posibilidad que existió hasta la última jornada, en la que el Espanyol superó a los de Imanol con claridad en Barcelona.

Aquella derrota, tal y como apuntaban ayer en Radio Marca, no entraba en los planes de un Ángel Torres que veía a su Getafe muy capacitado de volver con los tres puntos de Donostia ante una Real que fue muy irregular ese curso. El presidente azulón se llevó un disgusto enorme, porque en el seno del club veían que el equipo estaba transmitiendo unas señales muy positivas en su pelea por alcanzar el cuarto puesto, que finalmente fue para el Valencia de Marcelino García Toral.

Esa plantilla que entrenaba Bordalás desde el banquillo ha sido la mejor de la historia de la entidad madrileña (5º puesto y 59 puntos, a dos del 4º), que desde que subió a Primera en 2005 ha sido un ogro para la Real Sociedad, sobre todo en el Coliseum Alfonso Pérez, donde los txuri-urdin han caído en numerosas ocasiones.

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