Paso al frente de los lesionados: de la enfermería al Z2
Los dos primeros se entrenan a intensidad media y podrían unirse al grupo durante la semana para entrar en la convocatoria del domingo Aritz, Odegaard, Zurutuza, Monreal e Illarramendi se ejercitan en Zubieta
¡Dichosos los ojos! ¡Menudo ambiente en el Z2! Había ganas de ver a los lesionados y ayer aparecieron todos: los caídos recientemente y los ... de larga duración. ¡Y de buen humor! «Aquí estamos los lisiados», comentaba Monreal al subir al segundo campo de entrenamiento de Zubieta, escenario donde se trasladó ayer la enfermería txuri-urdin.
Allí accedieron, en primer lugar, Aritz Elustondo y Martin Odegaard, junto a Alain Sola, responsable de Salud y Rendimiento de la primera plantilla. Empezaron a completar un circuito de carreras y ejercicios con balón, sin aparentes molestias y, cuando aquello ya parecía ser la noticia positiva para la mañana de Zubieta, se incorporó al terreno de juego David Zurutuza. Minutos más tarde llegó Monreal. Y cuando pintaba que la cosa no podía ir mejor, apareció Illarramendi. Los tres últimos salieron con zapatillas, pero ver al quinteto trabajar insuflaba optimismo.
Por partes. Odegaard y Aritz transmitieron sensaciones de estar cerca de unirse al grupo. Completaron carreras de intensidad media y tocaron balón. El noruego venía de sufrir una «pequeña tendinitis en la rodilla», dijo Imanol. No se dejaba ver desde la derrota contra el Villarreal la víspera de Reyes. Por precaución, cabía esperarse. Verle ayer entrenarse con una sonrisa confirma que así ha sido.
Aritz no saltaba al césped desde la intentona fallida del 9 de diciembre y transmitió estar recuperado
Lo de Aritz empezaba a ser más peliagudo. El esguince de tobillo que se produjo en la terrible caída en la que perdió el conocimiento contra el Eibar -30 de noviembre- le ha dejado fuera del equipo cuatro partidos de liga y dos de Copa. Se probó el lunes 9 de diciembre, la semana que venía el Barcelona, pero su tobillo le dijo que se olvidara. No se le había visto desde entonces. Ayer transmitió energía positiva.
El partido del domingo contra el Betis queda lejos y estos dos jugadores arrancan la semana con opciones de incorporarse a la dinámica del grupo en los próximos días y de entrar en la convocatoria para el Benito Villamarín. Sería una excelente noticia sobre todo para el beasaindarra, que, por problemas físicos, solo ha podido jugar seis partidos: contra el Atlético, Espanyol, Alavés, Sevilla, Getafe y Real Madrid.
El capitán, cerca de ver la luz
Un peldaño por debajo mostraron estar Zurutuza, Monreal e Illarramendi. Cada cual completó sus ejercicios, cronometrados y vigilados de cerca por Alain Sola para que ninguno de ellos se saltara plazos. Monreal ha sido el último en caer y sufre una lesión de grado 1 en el músculo bíceps femoral derecho. Mucho tendría que progresar esta semana para poder viajar a Sevilla. Aihen Muñoz espera su oportunidad.
Zurutuza, Monreal e Illarramendi corrieron con zapatillas y no entraron en contacto con el balón
Los otros dos vienen de lejos y el mero hecho de corretear en Zubieta les hace ver algo de luz al final del largo túnel. Zurutuza paró a finales de noviembre, tras sentarse en el banquillo del Bernabéu, como medida drástica para terminar de curarse de la tendinopatía que le lleva generando problemas desde pretemporada. Solo ha jugado cuatro partidos. Fue el primero en retirarse ayer, apenas media hora después de iniciar su sesión sobre el césped, pero transmitió buenas sensaciones mientras correteó por el verde.
Illarramendi, por su parte, ha quemado ya muchas etapas desde su rotura de peroné en San Mamés el 30 de agosto. Su incorporación al trabajo en grupo podría tener lugar en las próximas semanas, pero ya es motivo de alegría que el capitán haga carrera continua sin aparentes molestias sobre el césped del Z2. La plantilla ya siente más de cerca su aliento. Ya queda menos.
Los ritmos a los que puedan entrenarse los cinco lesionados -con nivel suficiente para jugar de titular en este equipo todos ellos- durante los próximos días irán afinando los plazos de su reaparición, pero el mero hecho de verles ejercitarse en Zubieta supone la mejor noticia para la actualidad txuri-urdin cuando aún falta una vuelta entera.
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