Mikel Oyarzabal mete una marcha más

Se congratulaba por ello en sus redes sociales tras una sesión tan esperada. «Itzaletan lan asko egin ondoren, pozik sentsazio hauek berriro izateagatik» («contento por volver a tener estas sensaciones después de mucho trabajo en la sombra»). Y remataba cuál es ahora su misión. «Con ganas de seguir trabajando con mis compañeros y ayudar al equipo. Aurrera!». Esa es la dirección. Hacia delante.

Su irrupción en el entrenamiento de este lunes, curiosamente en el campo Z2 donde tantas sesiones ha completado en solitario, fue diferente al de aquella vez, un ya lejano 4 de octubre, en el que saltó a ejercitarse también con el grupo. Realizó entonces unos cuantos ejercicios con los compañeros para comprobar que las fases previas de recuperación daban el resultado esperado. Todavía le quedaba trabajo por delante para fortalecer de forma específica algunos grupos musculares tras la grave lesión del ligamento cruzado anterior sufrida el 17 de marzo.

El objetivo del entrenamiento de este lunes era diferente. Su participación en el trabajo del grupo adquiere ahora una vocación de continuidad que debería desembocar en su inclusión en una convocatoria el próximo mes. El eibartarra acumula mucho volumen de trabajo físico al margen de sus compañeros y se une ahora a ellos para conseguir el ritmo y reprís que requiere la competición.

También su sonrisa era distinta. Ve la luz al final del túnel. O lo que es lo mismo, enero y sus partidos a la vuelta de la esquina. Subió sonriente por la rampa que da acceso al campo escoltado por Zubimendi y Guevara, felices igualmente por tener un chico nuevo en la oficina. Tocó balón en los circuitos mixtos con pases y ejercicios físicos y revivió después lo gratificante del juego colectivo durante los enfrentamientos entre los grupos de posesión y los de robo tras pérdida. El entrenamiento contó también con su capítulo de ataques con finalización tras centro lateral. En definitiva, tal y como reconociera él, nuevas sensaciones que le acercan al momento de verdad de volver a jugar al fútbol.

El staff técnico no se marca plazos concretos. Los marcará su cuerpo. A partir de ahora, será la asimilación de la carga de trabajo la que vaya determinando los tiempos. Profesional de los pies a la cabeza, el eibartarra ha cuidado la línea y mantiene una buena condición física, a lo que le falta añadir ahora ritmo y más ritmo, sesiones y más sesiones de intensidad dentro de un grupo que tiene por lema aquello de «ser los mejores de lunes a viernes». Corresponderá a Imanol y su staff decidir -contando siempre con la sensación del jugador- en qué momento de la secuencia debe ser incorporado a la competición y con qué cadencia de minutos.

De entrada, está descartado que viaje a Coria, donde este miércoles el equipo disputa la segunda ronda de Copa ante el conjunto cacereño. Y tampoco se le espera para el primer partido de la reanudación liguera el día Nochevieja contra Osasuna en el Reale Arena. A partir de ahí, el calendario plantea un desplazamiento a Almería el 8 de enero y la visita del Athletic a Anoeta una semana más tarde. El partido se presta a todo tipo de sueños, incluido el de la reaparición del capitán ante un estadio a rebosar. Aunque hitos no le faltarán hasta el final de la temporada. Eliminatorias coperas, la lucha por la clasificación europea... y el deseado doble partido de octavos de final de la Europa League del 9 y 16 de marzo, más los que pudieran venir después en caso de victoria.

Cada entrenamiento será, a partir de este martes, un avance en las prestaciones de Oyarzabal para volver a los estadios. Su incorporación al grupo se produce en una semana de menos carga al haber un partido oficial de por medio. Regresará al trabajo del grupo este miércoles (11.00 horas a puerta cerrada) en Zubieta en la que se espera una sesión más tranquila al ser víspera de partido de Copa. Y tampoco se someterá a las sesiones de máxima exigencia el miércoles al encontrarse el grueso de la expedición en Coria. Pero cada día cuenta como un día menos para su regreso. La cuenta atrás de verdad, la que vale, la activó este lunes al saltar al campo como uno más del equipo.