Martin Odegaard visita a un especialista en Barcelona para esquivar el quirófano
Sufre una tendinopatía rotuliana en la rodilla derecha que lleva meses dándole problemas y de la que, si no mejora, podría operarse al acabar la Liga
A perro flaco, todo son pulgas y la Real tiene una fuente más de preocupación: si podrá contar con Martin Odegaard en los próximos partidos para dar la vuelta a la mala racha de resultados post-confinamiento. El noruego sufre una tendinopatía rotuliana en la rodilla derecha y ayer visitó en Barcelona a un especialista para «valorar opciones terapéuticas diferentes a las utilizadas hasta el momento» y tratar de evitar un posible paso por el quirófano a final de temporada. La dolencia le está dando muchos problemas en los últimos meses lo que ha provocado que no sea el mismo jugador que maravilló a principio del curso.
En Getafe se quedó en la grada y falta por ver cuántos días más necesitará para volver a jugar. Ni siquiera está descartado para el partido de mañana ante el Espanyol, ya que con el descanso las molestias remiten, aunque todo depende de su evolución. Los plazos corren deprisa en este calendario tan apretado de fin de Liga.
El noruego no estaba rindiendo acorde a su calidad durante los últimos partidos y se empezaba a especular con una relación entre su estado físico y la falta de precisión y finura en zonas decisivas del campo. Había atravesado fases similares en otoño e invierno, haciendo frente a compromisos importantes pese a sufrir molestias. Pero esta vez la rodilla le está dando más guerra y el cuerpo médico de la Real ha decidido valorar otras «opciones terapéuticas» para tratar de atajar el problema.
El momento para parar no es el más oportuno, ante la proximidad de varios partidos concentrados en pocos días -seis choques hasta el día 19- y la imperiosa necesidad de revertir una dinámica negativa. El club no ha puesto plazos a su vuelta a los terrenos de juego. No descarta nada. Ni que juegue mañana. Pero la persistencia del dolor y la falta de respuesta al tratamiento implicarían perderse más partidos de los deseados, incluso lo que resta de campaña. En este caso, sus opciones de pasar por el quirófano serían elevadas.
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No es la primera vez que la Real está en vilo por la participación de Odegaard. Sufrió «una contusión, con edema óseo, a nivel del hueso calcáneo del pie derecho, secundaria a un traumatismo durante el partido Celta-Real», el 27 de octubre. Ni siquiera después de aquel choque se consideró necesario parar, y jugó titular tres días más tarde en el Reale Arena contra el Levante. Pudo disputar los 90 minutos, aunque no ofreció su mejor versión. A partir de ahí, sí empezó un tratamiento de fisioterapia y no volvió ejercitarse con normalidad, ni en partido, ni en entrenamiento, hasta el 20 de noviembre. Dejó pasar el partido de Granada y eludió la visita del Leganés, además de quedarse sin viajar con la selección noruega. Volvió contra el Real Madrid.
Su rendimiento empezó a ser más intermitente y en enero ya se quedó al margen del grupo por molestias en la rodilla derecha, la misma que ahora le tiene atormentado.
Illarramendi, de consultas
No es el único jugador importante cuya participación está en el aire durante los próximos días. Asier Illarramendi también está consultando con diferentes especialistas para solucionar las molestias a nivel proximal del aductor largo derecho, tal y como comunicó ayer el club.
La recuperación sigue su curso, si bien el jugador trata de apurar los tratamientos para acortar los plazos de su vuelta. El 16 de junio, cuando estaba entre los disponibles para medirse al Alavés, sufrió una rotura de fibras de grado dos. La Real no renuncia a contar con él en lo que queda de Liga.
