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Es obligatorio espabilar pronto
La Real cae de manera triste en Oviedo tras encajar otro gol similar; si no hay fútbol pero tampoco intensidad, peligro
Peligro porque las sensaciones no son buenas más allá de la derrota. Hay futbolistas que por su gestualidad sobre el verde parecen superados y solo ... llevamos tres jornadas. Como si esta nueva etapa no fuese con ellos. La Real tiene un parón para sentarse, mirarse a la cara y reconocer que el proyecto no iba a volar desde el principio, pero también para admitir que si cada uno no pone de su parte y se exige al 200% un Oviedo ramplón te gane aprovechando un nuevo error en una mala transición defensiva. La tenían guardada desde 2001, pero es que en la segunda mitad el Tartiere no encontró oponente alguno. Daba igual que se descontaran ocho minutos, todo realzale sabía que esta vez no se iba a sumar punto alguno en el tercer partido que te pones por detrás de manera consecutiva.
Una vez es un error perdonable, dos veces ya no es casualidad y tres es un desastre a corregir de manera urgente. Es imposible ganar partidos en la élite si concedes de manera tan flagrante. Valencia, Espanyol y Oviedo marcaron tres goles similares; robo, transición rápida no frenada en la que no se para al rival y todo el gran trabajo realizado en los primeros minutos lo tiras al traste con el lastre que tiene este equipo a la hora de remontar. Gestionar partidos e inercias así es mucho más complicado.
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Soler y Yangel, calentad que salís, aunque solo con la llegada del venezolano no se va a solucionar la falta de intensidad que tiene el equipo en la medular. Pero no solo es energía, en la segunda parte de ayer faltó muchísima calidad. Lo cierto es que la Real jugó una primera mitad más que decente en la que tuvo dos ocasiones clarísimas, varios disparos que merecieron más, se sacaron siete córners y el Oviedo no olía el balón... pero a la primera, golpetazo al marcador. Así es muy complicado sumar de tres en Primera división y las fechas no vuelven. No hay encuentros de Europa a los tres días para recuperar sensaciones. Más bien dos semanas largas en las que no tiene que cundir el pánico, pero en las que es obligatorio ponerse las pilas.
Sergio volvió a agitar el árbol con el principal movimiento de colocar a Oyarzabal en tercera altura desde el inicio. Aihen le gana la partida a Gómez en los partidos de fuera de casa, Caleta-Car por delante de Martín, Marín aguanta estoicamente en el once y eso es mala señal para la Real con la plantilla que tiene y Brais y Sucic ven cómo no juegan cuando quedan por llegar dos centrocampistas más. Ojo.
Por lo demás, el irundarra mantuvo al nueve que venía de hacer gol y las ocasiones fueron cayendo una tras otra. Marín volvió a elegir mal un robo alto y disparó con la zurda, Aramburu no hizo puerta tras un rechace franco y Kubo remató manso en un uno para uno. Cinco minutos, tres situaciones muy ventajosas. Las dos más claras, en todo caso, fueron otras dos rápidas acciones por el costado de Rahim, un pozo en el que no se buscó demasiado. Oyarzabal exigió a Escandell con un disparo esquinado mientras que Kubo, con la derecha desde la frontal, disparó cruzado rozando el palo. Situaciones más que claras para el 0-1.
Pero el Oviedo tenía que marcar su primer gol en la vuelta a Primera ante la Real. A Aihen le robaron la cartera jugando como si fuera Philipp Lahm, Gorrotxategi estuvo blando en la carrera con Hassan y Zubeldia y Caleta-Car defendieron horrorosamente mal la zona de remate. Dendoncker tiene calidad de sobra para marcar con calidad con la zurda. Muy mal defensivamente hasta cuatro jugadores realistas en otra rápida transición rival. No es algo nuevo y otra vez a remontar.
Ni con otros 90 minutos
Si la primera parte fue más que buena, la segunda en cambio fue un desastre. En acciones de juego la Real no inquietó a Escandell. Tan solo avisó a balón parado, en caídas o en rechaces. Oyarzabal, Turrientes y una carrera de Brais al trantrán terminaron por desesperar a la parroquia txuri-urdin. Tanto hablar del mercado que al final te olvidas del verde, que es lo que verdaderamente importa.
Preocupa que ahora mismo tan solo Barrenetxea haya mantenido un nivel alto en los tres encuentros. Con él solo es imposible. Esto lo sacan adelante con un golpe encima de la mesa de todos. Ahora viene el Real Madrid, el Betis en La Cartuja, el Mallorca y el Barcelona lejos de casa. Septiembre puede ser infernal y todavía no ha empezado. 2/9 es muy poco.
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