Sin ningún partido jugado en Primera, su fama le precede

En ese momento, el Athletic hizo una oferta de un millón de euros netos, con incrementos de 100.000 euros por campaña y unos pluses que le llevarían a cerca de los dos millones por año si jugaba un 75% de los partidos de la campaña, según 'El Correo'. El jugador, de acuerdo a estas mismas fuentes, entendió que se le proponía un contrato medio-bajo, pero sujeto sin embargo a una cláusula de envergadura que comenzaría en los 60 millones y acabaría en los 80. Kepa Arrizabalaga ganaba 4,6 millones netos cuando puso rumbo a Inglaterra.

El guardameta navarro quería un contrato largo con una cláusula baja de alrededor de los 30 millones y un salario mayor. No aceptó la propuesta y el Athletic le envió a la grada. Entonces, Remiro decidió que no seguiría en Bilbao, asumiría un año en blanco y cambiaría de aires en 2019, como finalmente hará.

Con el cambio de directiva en Ibaigane, Remiro acarició la oportunidad de salir cedido la segunda parte de la temporada. Tuvo una propuesta firme del Huesca, donde jugó la pasada temporada en Segunda, logró el ascenso y dejó una magnífica impresión.

Confiaba en que su ostracismo le facilitaría la salida a préstamo, pero hay que recordar que en aquel momento el Athletic estaba muy abajo en la clasificación, no exento de cierta preocupación por el descenso, y los responsables del club rojiblanco decidieron no autorizar su cesión, que habría reforzado a un rival directo.

Hoy, el Athletic pugna por Europa y el Huesca lucha desesperadamente por no regresar a Segunda a las primeras de cambio, pero en aquel momento de la ventana de invierno la decisión de los técnicos rojiblancos tenía toda la lógica. Para la Real habría sido una excelente noticia que Remiro hubiera salido cedido, porque ahora llegará a Zubieta tras un año en blanco, lo que es una desventaja.

El responsable de la preparación de porteros de la Real, Luis Llopis, avala el fichaje y opina que la inactividad de Remiro es una dificultad reversible, por su calidad y su juventud. Hay confianza en que el método de trabajo instaurado en Zubieta puede poner en modo competición al navarro antes del inicio de la temporada.

Álex Remiro mide 1,92 metros y ha superado todos los pasos intermedios de la cantera de Lezama, menos el debut en el primer equipo. Siendo juvenil ya subió a Tercera con el segundo filial, el Basconia, donde permaneció entre 2012 y 2014. En la 2014/15 dio el salto al Bilbao Athletic, jugó la segunda parte de la temporada y fue pieza clave en el ascenso del equipo a Segunda A, donde fue titular la campaña siguiente. Entró en varias convocatorias del primer equipo.

Hace dos temporadas fue cedido al Levante. Empezó de titular pero le quitó el puesto Raúl Fernández. En enero lo recuperó el Athletic por una lesión de Kepa. Remiro ha sido internacional con las selecciones sub 17 y sub 19.

En Huesca, su única temporada en el profesionalismo, destacó por sus reflejos, llamativos para un portero de su estatura. Es bueno bajo palos, donde destaca por su colocación. En El Alcoraz también desempeño una función esencial en el fútbol moderno, el inicio del juego, tanto con el pie y como con la mano.

A la espera de lo que suceda con el ecuatoriano Moisés 'La Araña' Ramírez, ahora en el Sanse con 18 años, el fichaje de Remiro permitirá a la Real ganar tiempo para la evolución de los porteros de la cantera más prometedores, aún muy jóvenes para el primer equipo.