Mikel Oyarzabal: «Soy muy competitivo, no me gusta perder ni a las cartas ni al parchís»
El '10' txuri-urdin declara que «es un orgullo que haya cinco realistas enla Eurocopa» antes de medirse a Georgia el domingo en octavos
Mikel Oyarzabal es uno de los referentes de la selección española. Luis de la Fuente cree tanto en su capacidad de liderazgo que le ha ... convertido en uno de los capitanes pese a que no le tocaba por jerarquía. El atacante eibarrés se felicita por la confianza depositada. «Para mí es un motivo de orgullo, pero no va a cambiar mi forma de actuar»
- ¿Qué significa para la Real Sociedad tener cinco jugadores en la Eurocopa?
– Es positivo. Es un orgullo que se valore que el club está haciendo un buen trabajo. Nosotros lo sabemos y que el seleccionador cuente con ello es importante para la Real.
– ¿Y qué dice sobre la salud del fútbol vasco que casi un tercio, 8 de los 26 convocados, lleguen de sus equipos?
– Habla muy bien de lo que se trabaja allí, que hay mucha gente detrás trabajando para que la cosa vaya bien. Que en un sitio tan pequeñito de todo lo que es España esté representado por ocho jugadores es importante.
– Los primeros pasos los dio en la plaza de Untzaga en Eibar. Hoy las siguientes generaciones de niños siguen allí. ¿El fútbol de la calle resiste o está a punto de morir?
– Creo que siempre va a existir. Va a haber nuevas alternativas y la gente que no quiera hacer eso va a tener más opciones, pero un balón y dos postes o dos chamarras siempre van a existir para seguir jugando.
– ¿Dónde se disfruta más, en la plaza o en un campo de la Eurocopa?
– Son diferentes formas de disfrutar. Cuando eres pequeño tu único objetivo es que llegue el momento de estar ahí, pero hay pocas cosas comparables a la dimensión que tiene un partido de la Eurocopa.
– ¿A qué le da más vueltas, al penalti que marcó al Athletic y les dio el título de Copa o al que falló en la semifinal ante el Mallorca en la tanda y fueron eliminados?
– Obviamente al que fallaste. El que lo metes es como que lo tienes que hacer. El otro también lo tenías que haber metido. Son situaciones de la vida que sirven para aprender y mejorar para las siguientes.
– ¿Cómo lo olvida?
– Con tiempo, con familia, con amigos, con intentar olvidarse cuanto antes...
«Es una responsabilidad, pero lo llevo bien. Si te han dado ese papel es porque te ven bien, me lo tomo como algo positivo»
– Estaba en la cantera del Eibar. Sus padres no le dejaron ir a la Real con 13 años. ¿Le dio rabia o lo entendió?
– No tenía ni idea. A día de hoy les doy las gracias porque creo que lo que necesitaba era estar cerca de ellos, cerca de mis amigos, disfrutar de esos años en Eibar que fueron muy buenos. La gran mayoría de mis amigos de ahora son con los que jugué aquellos años. Y si luego se tenía que dar la oportunidad de ir a la Real, como se dio, pues ya llegaría.
– Hubo un momento en el que la Real le cedió al Eibar. ¿Pensó no voy a llegar a ningún lado?
– Era mi primer año de juvenil y me cedieron al juvenil de último año. Llegué en enero y nos salvamos, que era el objetivo. Lo tomé como una experiencia muy positiva de jugar con gente que era mayor que yo.
– Llegó a Primera, pero no dejó sus estudios de Administración de Empresas. ¿Qué reflexión hizo para continuarlos y acabarlos?
– Cuando empecé todavía no había debutado con el primer equipo. Justo el año que empiezo voy de pretemporada, pero no sabía lo que iba a ser de mí. Tenía claro que quería hacer eso porque me gustaba y creía que era lo que me iba a valer en un futuro.
– ¿Vivió siendo jugador de Primera en un piso de estudiantes?
– Sí, con tres de la cuadrilla. Eran tres amigos que estudiaban lo mismo que yo. Para mí era muy positivo porque me ayudaban con las cosas que yo no podía hacer en la universidad. Obviamente hacíamos vidas distintas, pero fueron dos años muy buenos y de los que tengo un gran recuerdo.
– Es una rareza que un jugador de Primera viva en un piso de estudiantes.
– Era un piso de estudiantes, pero con tres amigos de toda la vida con los que compartía carrera universitaria y todas las tardes.
– Es un referente para los niños que son de la Real. ¿Cómo vive esa situación un hombre joven?
– Es una responsabilidad, pero la llevo bien. Si te han dado ese papel es porque te ven bien. Me lo tomo como algo positivo. Si los niños me ven como un ejemplo para mí es muy bonito y voy a seguir intentando serlo.
«Es difícil de explicar. La única preocupación es él, si está bien, si le pasa algo. Aunque cuando saltas al campo te olvidas»
– ¿Es duro separarse de su primer hijo Martín, de seis meses?
– Eso es lo que más. Cuando tienen tan poco tiempo y en tan poco tiempo cambian tanto, es lo más duro de estar lejos de casa, pero por suerte tanto él como mi pareja han podido venir a verme y te da fuerza para seguir peleando.
– ¿Cómo le ha cambiado la vida ser padre, duerme lo mismo que antes?
– Es muy difícil de explicar. Ahora la única preocupación es él, si está bien, si le pasa algo. Obviamente en el terreno de juego te olvidas, pero en cuanto sales de ahí es otra cosa.
– Dicen que es muy competitivo.
– En la vida en general. Soy muy competitivo en todo, en el fútbol, jugando una partida de cartas, en casa... Es algo que lo llevo dentro y que es muy difícil controlarlo. No me gusta perder a nada.
– ¿Y como lo gestiona la rabia de la derrota?
– Cuando se pierde sé medirme, pero si puedo elegir prefiero ganar.
– Su pareja es doctora y trabaja en Pamplona.
– Ha terminado el MIR y hace de residente en un hospital. Está en rehabilitación.
– Los jugadores viven en una burbuja. ¿El trabajo de su mujer con sus problemas cotidianos le ayuda a poner los pies en el suelo?
– Hombre, claro. Y a medida que ves que tú mismo te haces mayor ya vas viendo que alrededor la gente le van pasando cosas, tú mismo relativizas las cosas. Es un proceso de la vida. Es para aprender, para ver las cosas de otro color. Es como lo del niño. Viene y a todo le das menos importancia y realmente lo que importa es él.
– Es habitual que vaya a Eibar a estar con sus amigos de infancia. ¿Qué le aportan esos momentos?
– Son mis amigos de toda la vida en los que puedo confiar, con los que hablo prácticamente todos los días y al final cuando estás a gusto es lo que quieres, estar un rato cerca de ellos.
«Me ha tocado jugar ahí este año. Si en un futuro juego ahí, me tendré que adaptar y cambiar mis condiciones para ello»
– Es figura en su equipo e internacional, pero no tiene agente. ¿Por qué?
– Tengo agentes que son mis padres. Nadie va a buscar mi bien más que ellos. Lo tengo claro. Ellos por suerte se veían capacitados para ello. ¿Para qué buscar fuera?
– De la Fuente le convirtió en unos de los capitanes pese a que por currículo no le tocaba. ¿Qué significó para usted?
– Me explicó que siempre le gustaba nombrar capitán a alguien que podía serlo en su club o de manera natural. Para mí es un motivo de orgullo, pero no va a cambiar mi forma de actuar ni de ser por eso. Intento hacer lo mismo para devolverle la confianza.
– Ha rendido mejor en los últimos partidos de nueve que en la banda. ¿Ve ahí su futuro tanto en su club como en la selección?
– Es verdad que este año me ha tocado jugar más ahí. He tenido la suerte de que cuando he jugado lo le hecho medianamente bien. Si en un futuro juego ahí, intentaré adaptar mi forma de jugar y mis condiciones a ello. Intentaré mejorar lo que tenga que mejorar para jugar en esa posición, pero siempre a disposición de lo que quiera el entrenador.
«No me gusta que un chaval de ocho años esté todo el mundo pendiente de si ficha por un equipo. Hay que protegerles»
– ¿Cómo se quedó tras el partido ante Albania?
– A todo el mundo le hubiera gustado jugar mejor, a mí el primero, pero se ganó y se cumplió el objetivo. En un torneo de este tipo los 26 jugadores deben aportar.
– De vez en cuando se ha entrevistado con chicos de la cantera guipuzcoana que querían otros equipos, como el Athletic. ¿Qué les dice?
– Eso ha salido muchas veces, pero habré hablado con uno o dos chavales que venían de fuera de Euskadi, de fuera de España. Querían conocer las instalaciones, cómo trabaja el primer equipo. Me dijeron para hablar con ellos, pero no ha habido tanta conversación con gente que se quería ir al Athletic.
– ¿Qué le parece la agresividad del Athletic en el mercado guipuzcoano y sus disputas con la Real por algunos jugadores?
– Ves cosas que a mí quizá no me gustan, pero no ya sólo del Athletic o de la Real o lo que sea. No me gusta que un chaval que tiene ocho, diez o doce años esté todo el mundo pendiente de que se fiche o no se fiche, de que se anuncie o que no se anuncie. En esas edades, por lo que me tocó vivir a mí, estás pendiente de otras cosas, pero es verdad que el fútbol evoluciona, que las cosas van cambiando. Si hay que tirar hacia eso, habría que proteger a los chicos de menor edad para que no les afecte y que sigan su proceso de aprendizaje, de disfrutar. Y si es que llegan a categorías cercanas al primer equipo que empiecen a preocuparse de lo que esto del fútbol, pero que cuando son pequeños que disfruten y aprovechen los momentos para vivir las cosas que hay que vivir cuando eres pequeño.
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