Real Sociedad
Unos movimientos coherentesLa Real ha incorporado a jugadores contrastados y promocionado talento de casa, pero no le será fácil compensar una salida como la de Zubimendi
Por fin se cerró el mercado y la Real Sociedad no ha salido mal parada por mucho que últimamente se le quiera negar el ... pan y la sal. El fútbol se ha convertido en una industria tan potente que necesita generar noticias y confirmarlas con realidades, en este caso fichajes, para alimentar el negocio. Sin madera para la caldera, la locomotora se para, así que ya no se exige fichar bien, sino hacerlo en julio. ¿Por qué? Porque sí. Aún estaban los realistas de gira por Japón y ya había ruido de sables cuando quedaba todo el mercado por delante. Y es que lo negativo siempre vende más que lo positivo. No hay más que ver un telediario para comprobar que todo son noticias malas...
A la Real no le espera un año fácil, no les voy a vender lo contrario. Pero no porque haya hecho mal los deberes ahora o porque Erik Bretos y Sergio Francisco sean noveles en sus cargos, sino principalmente porque en los dos últimos años han decidido salir del club en busca de nuevos proyectos piezas importantes dentro y fuera del césped como Le Normand, Zubimendi, Merino, Olabe o Imanol. Todos después de agotar un ciclo mínimo de seis años aquí, en el caso del navarro, y rechazar las propuestas para continuar de la entidad. En el caso de los futbolistas, una vez comprobado su deseo de cambiar de aires, lo único que cabía era gestionar esas situaciones de la mejor manera posible y recibir un dinero acorde a su valor de mercado, como ocurrió con Le Normand y Merino. Con Zubimendi ni siquiera eso, porque el Arsenal ha pagado la cláusula y diez millones más por abonarla en plazos en lugar de soltar el dinero de golpe.
El año pasado se superó bastante bien las ausencias de dos pesos pesados como Le Normand y Merino porque se acertó con las incorporaciones de Aguerd y Sucic. No fue casualidad que el equipo se cayese en la segunda vuelta a partir de que ambos se lesionaran. No hay que olvidar que la Real estuvo muy cerca de jugar la final de Copa, que le robaron en los octavos de Europa League en Old Trafford contra el que sería el subcampeón de la competición y que en diciembre, disputadas 18 jornadas, era quinta en Liga tras haber ganado a Barcelona y Betis, entre otros.
Se le han dado galones a Gorrotxategi como en su momento a Xabi Alonso, Illarramendi o Zubimendi
Luego es verdad que el final de temporada fue ruinoso y que, en general, fichajes como los de Óskarsson, Sergio Gómez y Javi López aportaron más bien poco por mucho futuro que tengan. Sí lo hicieron los tres meritorios con dorsal del Sanse, Aramburu, Marín y Martín, que dieron un paso adelante y confirmaron el buen trabajo que se hace en Zubieta.
Nadie empezó sabiendo
A partir de aquí, no creo que la Real haya salido perdiendo en el resto de los movimientos. En el lateral derecho ha cambiado a Rupérez por Traoré y se ha embolsado 4,5 millones del Paris FC. En el eje de la zaga ha cedido a Pacheco al Alavés para ver si con 25 años logra demostrar que es un central fiable, algo que de paso acerca a Jon Martín a la titularidad. Caleta-Car, internacional croata y con pasado en Salzburgo, Marsella, Southampton y Lyon, llega por Aguerd, mientras que la reconversión de Sergio Gómez para tratar de ganar profundidad en el lateral zurdo ha provocado la cesión de Javi López.
En el centro del campo se ha traspasado a Urko por 5 millones al Espanyol y a Olasagasti al Levante por medio millón y en su lugar vienen Yangel Herrera, Carlos Soler y sube Goti, teniendo en cuenta que Sergio Gómez va a jugar de lateral. En la delantera Guedes y Karrikaburu entran por Becker y Magunazelaia.
En principio, los movimientos han sido bastante coherentes, otra cosa son los gustos de cada uno. El año pasado se achacó a la dirección de fútbol que los fichajes eran jóvenes de rendimiento a medio y largo plazo cuando lo que se necesitaba era presente. Ahora han llegado cuatro futbolistas contrastados de 28 años, uno de ellos ese centrocampista de músculo (Yangel) que tanto se demandaba, por lo que ha habido propósito de enmienda.
Tomar como referencia que hace tres años jugábamos con Le Normand, Zubimendi, Merino, Silva, Isak y Sorloth puede ser peligroso, sobre todo porque aquello fue extraordinario y ahora se necesita tiempo para construir algo parecido. Siempre ha sido así en la Real tras sus mejores épocas. Ocurrió a finales de los ochenta con las salidas de Txiki, Bakero, Rekarte y Loren y las retiradas de Arconada y Zamora, o a principios de este siglo cuando tras rozar la Liga en 2003 el sueño fue efímero al marcharse Xabi Alonso, Aranzabal, Schürrer, Westerveld y compañía. En la década pasada también se acusaron las marchas en un año de Illarramendi, Bravo y Griezmann después de jugar la Champions. La diferencia es que ahora el club está mejor preparado para que esa travesía por el valle sea más corta en el tiempo. Que la temporada pasada sea considerada como negativa por algunos es ejemplo de esa fortaleza.
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