Los mejores refuerzos de invierno
Zurutuza e Illarramendi ya ven la luz al final del túnel. El debarra se incorpora esta semana al trabajo con el grupo y el mutrikuarra lo hará la próxima, tras el partido ante el Athletic
La Real no ha realizado ninguna incorporación en el mercado de fichajes. Al menos desde el punto de visto federativo, porque en la práctica ... Imanol podrá contar a corto plazo con dos piezas muy importantes de su plantilla que apenas han podido participar hasta ahora como David Zurutuza y Asier Illarramendi, lo que supone una gran noticia para afrontar el tramo más decisivo de la temporada.
Zurutuza tiene previsto unirse al grupo esta próxima semana después de dejar atrás una tendinopatía del tendón de Aquiles izquierdo que le obligó a parar durante un mes a principios de diciembre. Los problemas arrancaron el primer día de pretemporada, allá por julio, cuando notó unas molestias que en principio las atribuyó al mayor volumen de trabajo que se realiza en verano. Sin embargo, y con la continuidad en la actividad física, fueron a más y le limitaron, no solo ya para jugar, sino para entrenar día a día en Zubieta.
Por este motivo, Imanol apenas ha podido contar con él en cuatro partidos de Liga. Salió desde el banquillo en los triunfos ante el Mallorca (0-1), Atlético (2-0) y Espanyol (1-3) y fue titular en el Pizjuán, en aquella derrota por 3-2 del 29 de septiembre. Desde entonces, y han pasado cuatro meses, no ha vuelto a jugar.
A Zurutuza le infiltraron plasma rico en factores de crecimiento y su evolución ha sido positiva
Como la situación iba a más en diciembre, respaldado por los médicos, se tomó la decisión de que parara su actividad durante un mes, ya que es una dolencia que se cura con reposo. Su plan de trabajo en ese momento se limitó a sesiones de fisioterapia para recuperar el tendón, paseos por la piscina para reforzar la articulación y fortalecimiento muscular del tren inferior en el gimnasio de Zubieta.
Antes de navidades pasó por la consulta del doctor Mikel Sánchez en Vitoria para ser sometido a una infiltración con plasma rico en factores de crecimiento, con el objetivo de regenerar la zona dañada. La experiencia fue buena y en enero su evolución ha sido muy positiva, de forma que su incorporación al grupo es inmediata. Luego quedará la última fase, la de adquirir el ritmo necesario para la vuelta a la competición, pero lo más importante para él es que después de tantos meses no siente dolor al ejercitarse.
Illarramendi estuvo casi dos meses con muletas al no poder apoyar con fuerza el pie en el suelo
Su regreso puede dar un respiro a un Mikel Merino que ya ha superado los 2.000 minutos de juego en competición oficial, una barbaridad para un chaval de 23 años. El navarro, que es uno de los grandes protagonistas de la temporada, no ha tenido relevo en su posición y se ha visto obligado a jugarlo todo. Si Zurutuza recupera el nivel que siempre ha tenido, le puede echar una buena mano para llegar fresco al tramo decisivo de la competición.
Cinco meses de baja
En el caso de Illarramendi, su incorporación al trabajo grupal se producirá tras el partido contra el Athletic, dentro de dos semanas en Anoeta. El de Mutriku se calzó las botas a mitad de enero para empezar a correr y tocar el balón en solitario, y las sensaciones han sido muy positivas, ya que parece que su grave lesión en el tobillo izquierdo ha quedado atrás.
El capitán blanquiazul se rompió en el derbi de la primera vuelta disputado en San Mamés el 30 de agosto de 2019. Tres días más tarde fue intervenido en la clínica FREMAP de Madrid para reducir una fractura en el peroné. En la operación se le apreció también una lesión del ligamento lateral interno, que es el que une la tibia con el astrágalo, y del ligamento sindesmal, que fija la tibia y el peroné, por lo que se le colocó un tornillo transisdesmal que le fue retirado a mitad de octubre.
Durante cerca de siete semanas tuvo que permanecer sin apoyar con fuerza el pie para evitar que ese tornillo se rompiese y pudiera rasgar algunos de esos huesos que estaba uniendo. Fueron casi dos meses acompañado de las muletas. Su actividad en ese tiempo se redujo a paseos en la piscina y a andar muy despacio en la máquina Alter-G, el tapiz rodante antigravedad que permite reducir el peso corporal y, por tanto, el impacto contra el suelo. Al margen de ello, tenía que estar con el tobillo en alto o protegido por la bota Walker, que sustituye a la antigua escayola y limita el movimiento funcional de la articulación de una forma más cómoda y ajustable.
Imanol Alguacil confía en ambos para afrontar con garantías el tramo final de la temporada
A partir de noviembre fue cuando entraron en liza los fisioterapeutas con ejercicios de estiramientos y amplitud de movimiento. Después vino el trabajo de fortalecimiento de la articulación y de equilibrio para sostenerse en pie. En navidades, mientras sus compañeros disfrutaban de la semana de vacaciones, él apretó el paso para volver cuanto antes.
La penúltima fase de su plan individualizado de recuperación fue la traslación al campo, primero con largos paseos y después con suaves carreras con las zapatillas para evitar que el tobillo sufriera el rozamiento de las botas de fútbol. Durante el mes de enero se las ha ido calzando poco a poco, con mejores sensaciones cada vez, como el propio jugador se encargó de trasladar a los aficionados a través de sus redes sociales.
Preguntado Imanol por su estado hace dos semanas, era optimista de cara a su regreso a los terrenos de juegos, aunque no se marcaba plazos. «La lesión ha sido grave, seria, pero está trabajando y evolucionando bien. Todos deseamos que podamos verle en el verde cuanto antes. Tiene ilusión, y además ve al equipo cómo está y lo que está haciendo, y se le ponen los dientes largos. Vamos a ver si le ayuda a que vaya avanzando y se recupere lo antes posible».
Como es lógico en una lesión de esta gravedad y después de tanto tiempo inactivo, el regreso a la rutina física le produjo al principio algunas molestias musculares que ya van desapareciendo. Son aquellas relacionadas con el cambio en la pisada y con forzar otros músculos para compensar aquellos que no quieres forzar tanto.
En la última semana ha podido completar a buen ritmo distancias similares a las que se recorren durante un partido de fútbol y, una vez pasada esa prueba, se unirá a sus compañeros en una semana. Mas tarde le quedará pendiente el último pase antes de regresar a los terrenos de juego. Pero, después de un largo túnel, tanto Illarramendi como Zurutuza ya ven la luz.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión