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A. Algaba
Lunes, 3 de marzo 2025, 15:01
El Manchester United, rival de la Real Sociedad en octavos de la Europa League y que esta semana visitará el Reale Arena, ha ... tocado fondo. La eliminación este domingo en octavos de la FA Cup en un duelo disputado en casa ante el Fulham ha dejado a los de Old Trafford sin más objetivo esta temporada que la Europa League. Fuera de las Copas domésticas, en el puesto 14 de la Premier League a once puntos de posiciones europeas y con una crisis económica con cinco años en pérdidas que ha llevado al propietario a sacar la 'motosierra' de los recortes, la Europa League se ha convertido en su único consuelo. Y si todo esto fuera poco, una de las mayores leyendas del club y el actual entrenador acaban de abrir una nueva guerra con críticas cruzadas.
El técnico portugués Ruben Amorim llegó en noviembre del pasado año para tratar de corregir la errática trayectoria de un equipo en el que no pudo poner orden el entrenador holandés Erik Ten Hag. Pero la brillantez con la que Amorim dirigía el Sporting de Portugal ha mutado en dudas al frente de los 'Red Devils'. Y la derrota del pasado domingo en la FA Cup es la última muesca de un equipo que no levanta cabeza aunque en la Europa League se mantenga invicto. Por ello, Amorim y los jugadores están siendo continuamente objeto de críticas y burlas por parte de aficionados y también de comentaristas, pero seguro que una de las que más ha dolido ha sido la de la leyenda de United Wayne Rooney, que tildó de «ingenuo» a Ruben Amorim por decir que su objetivo era ganar la Premier League.
«Es ingenuo decir que quiere ganar la Premier viendo la posición en la que están ahora», señaló el máximo goleador histórico del United en televisión. El técnico del Manchester entró al trapo tras la derrota ante el Fulham y aclaró que sus palabras no se referían a esta temporada. «El objetivo es ganar la Premier. Ser ingenuo es pensar que vamos a hacerlo esta temporada o vamos a ser el máximo favorito la próxima», explicó. «Nuestro objetivo es ganar la Premier. Tal vez no sea conmigo, pero nuestro objetivo como club es ese. Como lo hicimos en el pasado con todas las grandes glorias y las leyendas de este club, aunque ahora el momento sea difícil», justificó.
Eso sí, Amorim dejó un sutil mensaje a Rooney al finalizar esa respuesta. «Con 40 años estoy entrenando al Manchester para conseguir esos objetivos», apostillo el portugués en clara referencia a que el histórico goleador inglés, a punto de cumplir también 40 años, ha sido recientemente despedido del puesto de técnico del Plymouth, colista de la segunda división inglesa.
Lo que parece claro es que Ruben Amorim está tratando de crear una coraza alrededor de sus jugadores para parar él todas las críticas y responder a las preguntas más complicadas sobre el mal rendimiento del equipo. La semana pasada salió al paso de un desplante de Alejandro Garnacho, que tras ser sustituido en liga se marchó enfadado hacia el vestuario y no vio el resto del encuentro junto a sus compañeros. «He hablado con él y tendrá que pagar una cena a toda la plantilla», apuntó Amorim en la rueda de prensa previa a la FA Cup.
El técnico, además, tiene que responder ante la plaga de bajas que también afecta a su equipo y a las salidas de jugadores del club en enero, entre ellos Anthony o Rashford, que no han sido reemplazados por jugadores del mismo nivel. «Garnacho tiene un golpe en la rodilla y Maguire veremos qué lesión tiene», señaló Amorim sobre dos estos dos jugadores que se encuentran entre algodones tras al partido del domingo.
Y otra de las principales frustraciones del equipo se encuentra en la poca efectividad de cara a gol, una circunstancia muy parecida a la que sufre la Real. «Tenemos un problema con el gol. Creamos ocasiones pero no las concretamos. El primer paso es tener esas ocasiones y ayudar a nuestros delanteros para que las concreten», explicaba el portugués tras el duelo de FA Cup. «Ahora hay que centrarse en Europa, que es la única opción que tenemos de levantar un título», añadió también tras ese duelo el capitán Bruno Fernandes.
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