Federación, Real y Athletic trabajan para una final de Copa con presencia «moderada» de público
El avance del plan de vacunación del Gobierno central invita al organizador a elaborar un protocolo con aficionados en La Cartuja el 4 de abril
Sin presencia de aficionados en las gradas en los partidos de LaLiga -sí en los partidos de Copa- y con la segunda ola de ... la pandemia en ebullición, nada invita a pensar que la final de la Copa que el 4 de abril jugarán la Real y el Athletic en La Cartuja de Sevilla sea con público como se han propuesto la Federación Española de Fútbol (RFEF) y los clubes, motivo principal por el que se decidió esperar a este año, a riesgo de perder la plaza europea que UEFA otorga al campeón del torneo.
Pero fuentes próximas a la Federación Española de Fútbol y al Gobierno central, confirman a este periódico que se mantiene el deseo de las partes de contar con aficionados de la Real y el Athletic en las gradas porque para esas fechas se prevé que el plan de vacunación impulsado desde Madrid esté avanzado, principalmente debido a la llegada de las vacunas monodosis, y los niveles de contagio estén en niveles controlados.
«En ningún caso», como era el objetivo inicial cuando los equipos se clasificaron para la final y como todavía podían esperar los aficionados, el estadio de La Cartuja albergará a las 60.000 personas que caben en sus gradas por el peligro de contagio que pudiera existir, pero entre todo y nada, Federación, Real y Athletic, de la mano siempre del Ministerio de Sanidad, trabajan para que haya una presencia «moderada» de seguidores, entendiendo que la probabilidad de contagio en un espacio abierto, con las medidas sanitarias correspondientes, es «residual». La traducción del término «moderado» en número de espectadores deberá esperar.
La decisión definitiva se tomará de acuerdo siempre a la evolución de la pandemia. No será hasta mediados de febrero como mínimo, pero no se podrá retrasar mucho más porque los clubes necesitan tiempo para iniciar los trámites de adjudicación de las entradas, que, obviamente, serán nominativas e intransferibles para tener perfectamente identificados desde el aspecto sanitario a quienes tengan la oportunidad de presenciar en directo la final. Esos aficionados también necesitan tiempo para cerrar el desplazamiento y el alojamiento.
La decisión definitiva no se tomará antes de mediados de febrero en función del avance de la pandemia
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Los aficionados deberán seguir un estricto protocolo sanitario para acceder a La Cartuja
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La final se jugará el 4 de abril, domingo de Resurrección de la Semana Santa en Sevilla
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Los organizadores son plenamente conscientes de que el partido se celebraría con el estado de alarma vigente hasta el 9 de mayo, según ha decidido el presidente Pedro Sánchez debido a la situación epidemiológica provocada por la Covid-19 y puede que también la movilidad entre comunidades esté limitada todavía, pero por eso mismo no se va a adoptar ninguna decisión si no es con el consentimiento del Gobierno central.
La Federación, con su presidente Luis Rubiales a la cabeza, trabaja ya en un estricto protocolo para hacer realidad una final con público. Al estilo de como se está haciendo en Inglaterra, antes de la admisión al estadio los seguidores tendrán que someterse a una toma de temperatura y rellenar un cuestionario, además de llevar mascarilla en todo momento y sentarse a distancia los unos de los otros, a excepción de miembros de una misma familia o de una misma unidad convivencial. En la Premier League, además, se ha pedido a los aficionados que eviten abrazarse en la grada cuando celebren un gol.
Rubiales y el Ejecutivo central quieren que la final de Copa sea el partido que marque el regreso de los aficionados a las gradas, el mismo deseo por el que viene suspirando el presidente de LaLiga, Javier Tebas, desde hace tiempo. Pretenden que la imagen que se transmita de puertas hacia afuera sea la de un acontecimiento «bien hecho», con el cumplimiento estricto de las medidas sanitarias. Ayuda para ello, así lo entienden los organizadores, la configuración de La Cartuja, con amplios vomitorios, en una zona despejada a las afueras de la ciudad de Sevilla, que permitirá el acceso y la salida controlada de los aficionados antes y después del partido.
No hay cambio de fecha
Federación, Real y Athletic no barajan otra fecha distinta que no sea el 4 de abril pese a que en los últimos días la llegada de la segunda ola de la pandemia ha podido empujar a algunas voces a situar el partido en agosto o septiembre cuando el Gobierno central calcula que se alcanzará la inmunidad de rebaño con un 70% de vacunados.
El partido que en un inicio estaba programado para el 18 de abril del pasado año y que fue suspendido porque en esas fechas estábamos todos confinados en casa se disputará el 4 de abril, Domingo de Resurrección de la Semana Santa. La Federación, que es la que decide, en ningún caso quiere que la final de la Copa de la temporada 2019/20 entre la Real y el Athletic se juegue más tarde de la final de la Copa de la presente temporada prevista dos fines de semana después, el domingo 18, en el mismo escenario. «No es viable retrasarla más», insisten fuentes conocedoras de estas conversaciones. Podía darse el caso de que la Real o el Athletic o bien los dos, jugarán dos finales en quince días.
En esas mismas fechas en Sevilla debería haber procesiones en sus calles, que han sido ya suspendidas como otros muchos festejos. En los últimos días, sin embargo, la Junta de Andalucía se ha abierto a valorar la posibilidad de que puedan celebrarse actos religiosos en recintos cerrados, con controles de acceso, lo que de alguna forma también invita a pensar que para esas fechas el fútbol en un recinto abierto también podría tener lugar.
De ninguna forma la Federación baraja la posibilidad de trasladar el partido a un terreno neutral en Euskadi, como podía ser Mendizorrotza, por los acuerdos cerrados que tiene suscritos con la Junta de Andalucía para la celebración de ésta y las tres próximas finales de Copa en La Cartuja. La Federación, eso sí, ya se hace a la idea de que el dinero que ingresa por la venta de entradas va a ser mucho menor porque el número de espectadores también será inferior.
La final, después de jugar ante el Barcelona y quizás en Europa
La Real llegará a la final del 4 de abril después de jugar su último partido de Liga ante el Barcelona el 21 de marzo en Anoeta, correspondiente a la vigésimo octava jornada, y quizás tras disputar la vuelta de los octavos de final de la Europa League, prevista para el 18 de marzo, siempre que supere la eliminatoria de dieciseisavos ante el Manchester United. En la semana del 22 al 28 de marzo no hay competiciones y sí una ventana para partidos internacionales.
El Athletic, por su parte, habrá jugado en San Mamés ante el Eibar en esa última jornada antes de la gran cita en La Cartuja de Sevilla.
Para esas fechas ya se conocerá qué equipos han alcanzado la final de la Copa de la presente temporada porque el miércoles 3 de marzo está programada la vuelta de las semifinales. La ida será el 10 de febrero. Real y Athletic podrían estar implicados en esa carrera por ganar el torneo copero de este año y, por otro lado, con la cabeza puesta en la final de Copa en Sevilla.
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