

Secciones
Servicios
Destacamos
La mesa de este largo lustro de éxitos de la Real Sociedad tenía tres patas y dos de ellas se borran de la ecuación. Esta vez sí, se puede hablar de fin de ciclo, o de cambio o, verdaderamente, del nuevo libro que citó a principios de temporada Jokin Aperribay. Y es que el presidente debarra se va a quedar como el único representante del triunvirato, que parecía indestructible, que ha guiado a la Real Sociedad a la prosperidad económica y deportiva en los últimos años. El mismo día se marcharán del club por decisión propia el entrenador considerado como el principal artífice de esta época de indudable éxito, Imanol Alguacil, quien hizo mejores a la inmensa mayoría de jugadores que pasaron por sus manos, y al arquitecto que propició un equipo convertido, por lo menos hasta el verano pasado, en un referente de la Liga y en Europa, Roberto Olabe, director de fútbol de la Real.
La responsabilidad que tiene ahora Erik Bretos, sucesor de Olabe y máximo responsable deportivo de la entidad, es considerable. Debe elegir al nuevo entrenador que dé continuidad al excelente trabajo realizado por Imanol Alguacil y al mismo tiempo asumir la dirección de fútbol de un club que ya tiene el deber moral, por pasado reciente, potencial y plantilla, de clasificarse para Europa todas las temporadas. También tendrá que lidiar con una plantilla en cuya confección él mismo ha participado, pero que ha perfilado el que será su jefe hasta dentro de dos meses, Olabe.
Se trata de un plantel con muchos jugadores, alguno de ellos costosos en lo que a ficha se refiere, con contratos muy largos, que además, previsiblemente, sufrirá la baja de algunos de sus jugadores estratégicos y de sus pilares de los últimos años, como Martin Zubimendi. Deben volver los cedidos y hay que ser valiente para dar de baja a futbolistas que apenas han aportado esta misma campaña.
Olabe e Imanol llegaron el mismo día y se irán el mismo día de la Real Sociedad. Fueron contratados en marzo de 2018, tras una sangrante derrota en casa ante el Getafe, que supuso la destitución del entonces director deportivo, Lorenzo Juarros 'Loren', y del entrenador, Eusebio Sacristán. Desde ese momento, el gasteiztarra ha sido el responsable de toda la parcela deportiva de la entidad, con cometidos como el de planificar la plantilla para cada temporada, los fichajes y las bajas. Su marcha fue anunciada el pasado 13 de noviembre, fue en diferido.
Para la historia quedan indudables aciertos en las contrataciones como los de Merino, Isak, Odegaard, Silva, Remiro, Brais, Kubo o el propio Aramburu, aunque en los últimos tiempos pesa demasiado el lastre generado por refuerzos millonarios como los de Sadiq, Carlos Fernández u Óskarsson, cuya aportación ha sido muy escasa. Su trabajo del verano pasado se antojaba trascendental para abordar con garantías los primeros capítulos de este nuevo libro, pero el paso de la temporada ha evidenciado que en ese momento estratégicamente decisivo, el director de fútbol no atinó con lo que el equipo necesitaba. Y quizá por ahí comenzó a cocerse el final también de un Imanol que tampoco ha podido sacar partido de esas nuevas incorporaciones que iban a tapar el inmenso hueco dejado por futbolistas como Le Normand y Merino, y antes Sorloth, Isak o Silva.
Imanol llegó hace siete años con el compromiso por parte del club de permitirle volver al Sanse cuando encontraran un nuevo técnico para el primer equipo. Ficharon a Asier Garitano, pero los malos resultados precipitaron su destitución en diciembre de 2018 y el retorno definitivo de un Imanol Alguacil que lleva de forma ininterrumpida desde el 6 de enero de 2019 en el banquillo realista. Su balance, pese a empeorarlo lo sucedido esta temporada, lo dice todo: 157 victorias, 84 empates y 93 derrotas en 334 encuentros oficiales. Es el entrenador que más partidos ha dirigido en toda la historia de la Real de manera ininterrumpida, el único que encadenó cinco participaciones en Europa y el que retomó la senda gloriosa de los títulos tras 34 años de sequía.
Imanol Alguacil
Entrenador de la Real
Cuando en noviembre ya se le preguntó por su renovación, Imanol dijo lo siguiente sobre su sintonía con el presidente y el director de fútbol: «Cuando yo me vaya de la Real no voy a encontrar un presidente y un director deportivo como el que tengo aquí y no voy a poder tener mejor relación que la que tengo con Roberto y con Jokin».
La salida de Imanol se venía gestando desde hace meses por la demora en anunciar una decisión que ya no podía ser en sentido positivo. Él mismo declaró que el verano pasado le pusieron sobre la mesa una opción para renovar de una temporada, de dos y de tres y que rechazó todas. Durante estas semanas, se ha quitado de encima las preguntas relacaionadas con su continuidad alegando que su deseo era quedarse en el banquillo de la Real. Pero al final él mismo es el que ha decidido no materializar ese deseo expreso.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Circula sin dos ruedas, en sentido contrario y triplica la tasa de alcohol
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
No te pierdas...
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.