La Real Sociedad campeona muda de piel
La salida de algunas jugadoras, el talento de las jóvenes y los fichajes, claves en la transformación y el cambio de ciclo en apenas dos años
iker castaño
San Sebastián
Viernes, 26 de febrero 2021, 08:13
La Real Sociedad femenina va mudando de piel. Ese podría ser un buen resumen de lo que fue y lo que queda en la ... plantilla realista tras aquella consecución histórica de la Copa de la Reina ante el favorito Atlético de Madrid (1-2). Ha pasado un año y nueve meses desde que las txuriurdines levantaran al cielo de la ciudad nazarí la primera Copa de su historia bajo la atenta mirada de la afición realista que se desplazó hasta Granada para vivir esta cita histórica. El 11 de mayo de 2019 figura en el libro de la historia de la Real el día en el que remontaron a las colchoneras y se trajeron de vuelta a casa el título. A partir de ahí, poco a poco, han ido llegando los cambios. Al término de la campaña, por ejemplo, la capitana Ramajo, Soldevila, Pizarro, Beltrán y Oihana dejaron el equipo.
La temporada 19/20 tuvo que suspenderse a principios del mes de marzo debido a una pandemia que está cerca de cumplir el primer aniversario. Casualmente, el último encuentro de las chicas la pasada campaña –el primer día de marzo– y también el de Gonzalo Arconada –un año después de ganar el título copero– al frente de la plantilla femenina sería ante el Atlético de Madrid en Primera Iberdrola, donde cayeron derrotadas (3-0). En ese último once repetirían hasta ocho jugadoras –Quiñones, Mendoza, Etxezarreta, Baños, Cardona, Eizagirre, Palacios y Nahikari– respecto a la cita contra las rojiblancas en Los Cármenes.
Cambio de ciclo
La catalana Natalia Arroyo reemplazó al técnico donostiarra a finales de mayo y la preparación de la actual temporada fue larga y, sobre todo, intensa, en cuanto a altas y bajas. Además del entrenador, Marta Cardona (Real Madrid), Carla Bautista (Valencia), y Sara Olaizola dejaron el equipo al final de la 19/20. Las altas fueron numerosas y prometedoras, entre ellas la de Sanni Franssi (Fortuna Hjørring), Maitane López (Levante), Bárbara Latorre (Barcelona) y Nuria Rábano (Deportivo). A esas cuatro se sumaron las incorporaciones de Gemma Gili (Levante), Amaiur Sarriegui (Athletic) y la de Cecilia Marcos desde el filial. Un proyecto ilusionante y más curtido.
Renovación en el once
Hasta ocho cambios se aprecian entre el equipo titular en Los Cármenes de 2019 y el de un partido cualquiera de esta temporada en la competición doméstica. Las tres indiscutibles que no han cambiado de equipo ni han pasado a ser suplentes son Eizagirre, Mendoza y Nahikari, con 17, 16 y 11 titularidades de 18 jornadas disputadas hasta la fecha.
Hay que tener en cuenta que a la urnietarra le costó entrar en la dinámica de grupo por la lesión de tobillo que arrastraba desde la última campaña. Dos de las jugadoras más significativas sin etiqueta ya de intocable son la portera internacional Quiñones –9 titularidades, las mismas que la ahora titular Nanclares– y Leire Baños –11 titularidades respecto a las 13 de Gemma–. Todas las demás del actual once no vistieron la zamarra blanquiazul en la gran cita copera de aquella edición. Lucía (15), Tejada (16), Nuria Rábano (16), Maitane (15), Bárbara Latorre (12) y Sanni Franssi (15) son las que le han dado otro aire al conjunto donostiarra desde que salieron campeonas, sustituyendo a las Pizarro, Beltrán, Etxezarreta, Iparraguirre, Cardona o Palacios, esta última goleadora de la final junto a Nahikari. Manu Lareo e Itxaso Uriarte, que a día de hoy continúan en el club, también tienen en su palmarés la medalla de oro copera.
El once que disputó aquella final tenía la media más baja de la competición, con tan solo 22,6 años, algo menos que la actual, con una cifra cercana a los 23 (22,9). Si hablamos de la plantilla en general, en la de ahora continúan en la disciplina de Zubieta doce jugadoras, mientras que diez futbolistas no estaban en aquel entonces en el vestuario del campo granadino.
La mentalidad de aquella plantilla y la actual tiene una diferencia notoria y es que desde que levantaron el título, además de lo que supuso para Gipuzkoa, se ven capaces de hacer grandes cosas en la Liga Primera Iberdrola y luchar por los puestos de Champions con las mejores plantillas del campeonato. Sin duda, fue un hito antológico el que lograron, pero cada vez queda menos rastro de aquellas txapeldunak.
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