Ejercicio de resiliencia
Muro txuri-urdin ·
Una Real de circunstancias en la que Remiro fue el jugador que más pases dio en ataque aguanta de pie sobre la lona los ganchos del Getafe para sumar un punto que sabe muy ricoSi hace tres meses cuando logramos la clasificación para la Europa League alguien me dice que la Real ayer acabaría jugando la media hora final ... en Getafe con Remiro; Aihen, Martín, Pacheco, López; Zubimendi, Turrientes, Sergio; Becker, Oskarsson y Barrenetxea, no me lo creo. Le tacho de loco. Pero ésta es la realidad y como tal hay que tomarla, y valorarla. Porque a las dos grandes bajas del verano de Le Normand y Merino que ya damos por descontadas, se unieron las lesiones durante el partido de Brais, Zubeldia y Traoré, más Oyarzabal que estaba sancionado. Conclusión: acabamos solo con Remiro, Zubimendi y Barrenetxea del once tipo del año pasado.
Si a ellos le sumamos la dificultad que siempre ha tenido para la Real jugar en Getafe y ante un conjunto de Bordalás, la conclusión a la que se llega es que prácticamente hay que sumar el punto obtenido porque fue lo mejor que pudo pasarnos en el Coliseum. Y es que hay un dato elocuente que resume las dificultades que se encontraron los de Imanol para llevar el partido a su terreno: Remiro fue el jugador que más pases dio en ataque. Con eso queda todo dicho. Ahora llega el parón y será momento de hacer inventario en la enfermería y empezar a construir el equipo de la temporada 24/25 que, como ven, se parecerá muy poco al de los últimos años.
Remiro inicia en largo. La complejidad de jugar en Getafe se advirtió desde muy pronto con un detalle que no pasó desapercibido: la Real recurrió más de lo que acostumbra a iniciar el juego en largo. En las dos primeras ocasiones en las que lo intentó en corto el rival le presionó bien a pares arriba, Brais no se pudo dar la vuelta y el portero realista tomó buena nota. Desde entonces, buscaría golpear directamente a campo contrario. El problema fue que Sadiq estaba demasiado solo ante Alderete y Nabil Aberdin, dos torres de 1,90 de altura, que se llevaban todos los balones de cara. Así se hacía imposible cruzar a campo contrario y la Real tenía que correr más de lo aconsejable hacia atrás.
Los duelos, ese arma tan poderosa de los txuri-urdin en los últimos años, se les hacían demasiado pesados con un Getafe que dominó la estadística de forma abrumadora, 76 frente a 55, con un parcial de 34 contra 20 en el juego aéreo. Se intuía que era un día para resistir.
¿Qué fue de la pierna natural? En la Real de ayer formó de extremo izquierdo Sergio Gómez, lo que abrió una puerta a esa opción de ensanchar el campo con algún futbolista que jugase a pierna natural. Una posibilidad más que lógica habida cuenta de que el gol ante el Alavés llegó de esa manera, con un gran centro exterior del badalonés a Brais. Por dentro, desde luego, era muy difícil penetrar y salir airoso de ese terreno de minas en el que convirtió el Getafe el pasillo central. Se necesitaba de la brillantez de los interiores pero Turrientes bastante tuvo con desactivar a Luis Milla y Brais se lesionó pronto.
Al cuarto de hora llegó la mejor jugada en una apertura de Kubo hacia Sergio Gómez que éste colgó al corazón del área para que Sadiq atacara la espalda de la defensa azulona. Djené, de forma providencial en el primer poste, desvió a córner cuando el nigeriano saboreaba el gol.
La lesión de Brais cerró esa ventana de aire fresco por fuera, ya que Imanol dio entrada a Barrenetxea en el extremo y Sergio pasó a la zona de enganche. Curiosamente el donostiarra fue el autor del gol realista la temporada pasada en una jugada que llegó con un centro desde la derecha de Becker a pie natural.
Solo quedaba salir vivos de allí. Tras el descanso, la cosa fue a peor. Zubeldia se tuvo que quedar en los vestuarios por una conmoción y después caería Traoré nada más ser sustituido Aramburu. Cómo se las vería Imanol que dio entrada a Aihen de lateral derecho en su primer partido después de siete meses por la rotura del cruzado. Martín apretaba los dientes en el eje de la zaga junto a un Pacheco con la rodilla vendada que se creció en la dificultad. Era un sálvese quien pueda ante un Getafe que se lanzó al ataque al oler sangre.
Ahí la Real se mostró como un frontón para repeler los disparos rivales. Lo hizo primero Martín para despejar un remate de Sola. Luego Zubimendi para desviar a córner el de Carles Pérez desde la frontal del área y nuevamente el donostiarra, esta vez por partida doble, para desactivar la doble ocasión de Federico y Aleñá en el 83. Antes Remiro había aguantado bien debajo de los palos para no verse sorprendido por un misil de Alderete.
Así, con mucho sufrimiento, logró el cuadro blanquiazul el punto en Getafe, un resultado que por otra vez suele ser lo normal en esta visita, sino la derrota. Entre las cosas positivas, que también las hubo, destacar el buen momento de Sergio Gómez, los detalles de Oskarsson y el tramo final de un Turrientes que emergió cuando peor pintaba la batalla. Un punto fuera de casa y con la puerta a cero nunca hay que desdeñar.
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