Un derbi para volver a soñar con Europa

Dos de los semifinalistas de Copa se miden tras una semana frenética en el torneo del K.O. Los rojiblancos, por su parte, aterrizan en Donostia eufóricos y con fuego en la mirada tras haber derribado al Barça de Messi y Griezmann en los cuartos de Copa (1-0) al calor de San Mamés en el tiempo de descuento. No obstante, la Copa, al menos por hoy, queda en un segundo plano. El sopapo que se llevó la escuadra de Imanol Alguacil en Leganés (2-1) obliga al conjunto guipuzcoano a vencer a su archirrival para seguir optando a acabar el torneo doméstico entre los seis primeros.

El bloque txuri-urdin ha sumado 8 de los últimos 21 puntos en Liga, un pírrico bagaje que le ha descabalgado de los puestos europeos tras estar instalado en ellos durante 16 jornadas consecutivas. Si no sumas, te quedas atrás.

Y aquí entra en escena el factor campo. El objetivo de entrar en competición europea vía Liga pasa por mejorar sensiblemente los números como local. En diez encuentros al amparo de su afición la Real solo ha sido capaz de vencer en la mitad de ellos -Atlético de Madrid, Alavés, Betis, Eibar y Mallorca-, y ha podido rascar otros dos empates -ante Barça y Leganés-. El resto, tres durísimas derrotas ante rivales, en teoría, asequibles -Getafe, Levante y Villarreal-. Así es muy complicado.

Por lo menos, el ambiente estará garantizado en el coliseo donostiarra, que será una olla a presión. El club informó ayer a través de sus perfiles en redes sociales que se han agotado las entradas, así que la de hoy podría ser la cita en la que se rompa el récord de asistencia, fijada en los 36.639 hinchas que acudieron al partido frente al Barcelona en diciembre.

Hará falta el calor del público, tal y como solicitó ayer Imanol ante los medios, porque enfrente estará uno de los rivales más incómodos del campeonato liguero. El juego preciosista y atrevido de los realistas frente al férreo estilo rojiblanco, que prima el orden y el contragolpe por encima de todas las cosas. Ambos equipos llegan extenuados después de los esfuerzos realizados el jueves en Copa, ¿pero quién quiere perder un derbi? Nadie.

Con la ida de las semifinales a la vuelta de la esquina -miércoles y jueves-, los dos onces titulares podrían albergar algunas novedades. En el plantel realista Odegaard, que ayer se entrenó por su cuenta en el gimnasio, es la principal duda, aunque el noruego ha expresado a Imanol su deseo de jugar su primer derbi como local. Gorosabel, sancionado en Copa, se postula como el titular en el lateral derecho. Portu, que no jugó en Madrid, será de la partida. Las convocatorias de los dos equipos están compuestas por 21 jugadores.

En el Athletic no estarán ni Iñigo, ni Yuri, ni Raúl García. Tres titularísimos sin convocar. El primero está sancionado, mientras que los otros dos se quedan fuera por diversas molestias físicas derivadas del tremendo desgaste físico al que se han sometido en el último mes. Todo hace indicar que hombres como Balenziaga, Lekue, San José, Córdoba y Villalibre van a salir en el equipo inicial para tratar de asaltar el templo donostiarra.