Cuentos de La Alhambra
Desde mi córner ·
Los realistas fueron fieles a su idea de juego y la valentía de Imanol Alguacil decantó un duelo por todo lo alto |Calificar un Granada-Real Sociedad como duelo por todo lo alto es una de esas exageraciones que jamás hubiésemos imaginado a principio de temporada. Pero ... así fue. El combativo Granada mostró las razones que le han llevado en la jornada 12 a situarse en sexta posición con casi la mitad de los deberes hechos para conseguir su objetivo: la salvación. El conjunto nazarí ha mantenido el bloque que le permitió ascender el curso pasado y es la confirmación de que estamos viviendo una Liga curiosa. Y la Real parte desde una posición aventajada dentro de esa singularidad.
Los hombres de Imanol Alguacil no llegaron a Granada con el tiempo suficiente como para pasear por los alrededores de la Alhambra y quedarse prendados por la belleza de su paisaje. Como sí que le ocurrió a Washington Irving. Y casi que mejor. Quizá hubieran soñado con un coliderato tan a mano, pero tan engorroso a la vez. El conjunto que dirige Diego Martínez tan solo había encajado un tanto -como local- allá por la segunda jornada. Así las cosas, la Real se puso el mono de faena y se dispuso a tomar la fortaleza granadina sin su mejor hombre.
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De hecho, los realistas arrancaron mejor que su rival. Eso sí, pese a la posesión de balón inicial, el Granada incomodaba demasiado a los guipuzcoanos a la hora de salir desde atrás. Los blanquiazules conseguían saltar en un primer momento la presión con buenas triangulaciones entre Merino, Monreal y Oyarzabal. Pero se hacía más difícil sacar la pelota desde la derecha con Zaldua, Sangalli y Portu. Al menos, los donostiarras no perdían el cuero en zonas de riesgo. El bloque guipuzcoano dominaba el juego posicional, mientras que el bando granadino esperaba su momento para robar y correr.
La posición de Sangalli en el pasillo interior derecho aportaba interesantes variantes a la hora de elaborar el ataque, pero sobre todo para sorprender al rival. Al minuto y medio de encuentro el donostiarra aprovechó un generoso hueco por su carril y pisó área para crear la primera ocasión del choque. Pero no, Luca Sangalli no es Martin Odegaard. Así, la Real tenía que aprender a construir de izquierda a derecha, en vez de derecha a izquierda, ante la ausencia del noruego. El primer gol de 'Portu' viene precedido por un robo de Oyarzabal en el eje central del campo. La acción se efectúa de izquierda a derecha. El eibartarra se dio cuenta en la segunda mitad que tenía que caer más para ayudar en la iniciación de las jugadas.
A partir del empate el choque se encrudeció demasiado. Las pérdidas en zonas conflictivas se sucedieron y el Granada se vino arriba. Los locales apretaron muy bien la salida de balón de Le Normand y Llorente, y si los realistas conseguían saltar esa primera barrera, los andaluces se lanzaban a los centrocampistas en el sector intermedio. A la Real le llegó el premio porque persistió en su idea y acabó más entera.
Mientras el técnico rojiblanco daba entrada al lateral Quini para reforzar el flanco derecho, Imanol Alguacil apostaba por un Januzaj inédito en los últimos tiempos. Fue el belga quien acabó por asistir a 'Portu' para darle finalmente la razón al entrenador oriotarra. Nadie creyó más en la victoria ayer en Los Cármenes que el preparador txuri-urdin.
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