Brotes verdes
Pese a su delicada situación, a Real no le tembló el pulso y fue un equipo solidario que movió el balón con criterio y defendió en bloque. El camino está trazado
Esto es otra cosa. Quizás no es mucho consuelo pero hay brotes verdes. La Real, ayer sí, estuvo mucho más cerca de ser un equipo, ... un bloque que tiene una idea y que trata de ejecutarla. Desde el minuto uno al noventa. A los nuestros no les tembló el pulso. Tiene mérito cuando se está con el agua al cuello. Respiro aliviado porque lo visto en la segunda parte del último partido ante el Betis me dejó helado, perplejo, muy preocupado. A la Real le queda un trecho para ser un conjunto competitivo todos los domingos pero Roma tampoco se hizo en un día. Anoche movió el balón con criterio y con velocidad, enseguida supo dónde y cómo hacerle daño al Mallorca. Y lo más importante: apenas concedió atrás. Por fin candó su portería. La Real no fue el equipo endeble, con metros y metros entre líneas como en La Cartuja, sino un grupo que atacó y defendió en bloque, con su línea de atrás más cerca del centro del campo que de Remiro. De esta forma recuperó el balón en posiciones adelantadas y las pérdidas no hicieron tanto daño porque los jugadores, ayer sí, estaban en su sitio en el repliegue. El resultado, una Real siempre por encima del Mallorca por más que hubiera algún susto. Qué alivio. La Real reaccionó a una situación delicada 'con los de siempre' y de paso dejó retratado (sin saltar al terreno) a más de un jugador que debería hacérselo mirar.
A partir de estas premisas, con la primera victoria, Sergio respira, gana tiempo, y sus jugadores también. No es poco después del ambiente tan enrevesado que se respiraba antes de empezar el partido. Él mejor que nadie sabe que esto es un primer paso y que todavía hay mucho trabajo por hacer. No va a ser fácil salir de la zona baja a corto plazo porque la columna vertebral del equipo está por construir y los roles todavía sin definir pero al menos la Real sabe a qué agarrarse, qué camino seguir.
¿El futuro? Semana a semana. A esta Real no le hace ningún bien exigirle dónde debe acabar la temporada cuando se han jugado seis partidos. Tampoco le hizo bien ponerle un objetivo ambicioso en verano cuando ni siquiera estaba definida la plantilla.
La Real no está para mirar más allá. Se trata de asentar las bases, de conseguir el equilibrio en el juego, la lucidez en ataque y sazonarlo con un despliegue de energía a la espera de que se incorporen Yangel y Oskarsson. Hay agua en la piscina.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión