La Ertzaintza permitió marchas sin autorización para «evitar» altercados
Zupiria atribuye cinco convocatorias propalestinas no comunicadas a los grupos «alegales» que días antes reventaron el acto de la Falange
La jornada de movilizaciones del miércoles en apoyo a Palestina se desarrolló en líneas generales con «normalidad» en Euskadi. Decenas de miles de personas acudieron ... a las manifestaciones en las capitales y secundaron la huelga convocada por la mayoría sindical para alzar la voz contra la masacre de Israel en Gaza. Apenas se registraron incidentes y no hubo un solo detenido. Sin embargo, el Gobierno vasco quiso hacer ver ayer que las cosas se podían haber torcido por la celebración de marchas sin autorización que en todo caso se acabaron permitiendo con tal de «evitar males mayores».
Según reveló el consejero de Seguridad, Bingen Zupiria, la Ertzaintza documentó a lo largo de la jornada hasta cinco manifestaciones que no habían sido debidamente comunicadas con anterioridad por los cauces administrativos. Y, aunque no quiso dar nombres de los promotores, sí apuntó directamente a «las mismas organizaciones alegales que protagonizaron los disturbios del domingo pasado» en Vitoria. Se refirió así a grupos de la izquierda abertzale y de su disidencia que reventaron el acto convocado por la Falange por el Día de la Hispanidad.
Los ecos de los graves disturbios en la capital alavesa, que se saldaron con más de 40 heridos –entre ellos, una veintena de ertzainas– y 19 arrestados, siguen resonando con fuerza y han condicionado en los últimos días la agenda política vasca. El Gobierno Vasco equiparó a los falangistas promotores del acto, en el que se exhibieron enseñas franquistas y se cantó el 'Cara al sol', con los radicales antifascistas de grupos como Ernai, Jardun y GKS que se enfrentaron a ellos de manera violenta, mientras que EH Bildu puso el foco sobre la autorización de la concentración, un acto administrativo que en realidad es una mera comunicación.
En medio de ese intenso rifirrafe político, el miércoles llegaron las convocatorias en solidaridad con Palestina, un nuevo examen para evaluar el comportamiento de esas organizaciones radicales y la actuación policial. En general, las múltiples actividades se llevaron a cabo con normalidad, con auténticas mareas humanas portando banderas palestinas y expresando su condena a la barbarie. Los incidentes fueron aislados, como la quema de contenedores en el campus de la EHU en Leioa o momentos de tensión con los sabotajes de comercios señalados por su vinculación con Israel.
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