Igualdad volverá a licitar nuevas pulseras antimaltrato en plena tormenta por los fallos

Según sostiene Igualdad, el Ministerio cuenta con todos los datos y las incidencias técnicas puntuales que se produjeron en la migración de datos en el momento de cambio de adjudicatario del servicio, fueron solventadas. No se pudo obtener información en un momento concreto del procedimiento, pero el dispositivo funcionaba correctamente para controlar el cumplimiento de la orden de alejamiento del agresor respecto a la víctima.

A la parte del Gobierno que conforma Sumar no le bastan las explicaciones que han dado hasta el momento sus compañeros socialistas en el Consejo de Ministros. Fernando Grande Marlaska insistió este lunes en que ninguna víctima protegida por violencia de género ha corrido peligro alguno y limitó el error a una brecha en el sistema a una disfunción en la transmisión de datos sobre los procesos judiciales. El titular del Interior exigió eludir los bulos y no llevar un asunto tan sensible como el de la protección de las maltratadas a la arena política. La responsable de Igualdad, Ana Redondo, coincidió con el de Interior a la hora de censurar que el PP se hace eco de desinformación. Redondo, que mantiene que su departamento ha realizado «un excelente trabajo», descartó de plano presentar su dimisión, como ya le ha reclamado el PP.

Yolanda Díaz en cambio quiere ir más allá mediante «una pequeña investigación» que trate de «esclarecer» unos fallos que desveló la Fiscalía en su memoria de 2024. En caso de que estos se hayan producido, la vicepresidenta segunda reclamó indemnizaciones para las personas afectadas. «Si han existido disfunciones es conveniente que se esclarezca todo lo que ha pasado durante este periodo», subrayó la dirigente de Sumar. La ministra de Sanidad, Mónica García, añadió que «no se puede permitir ningún fallo que tenga que ver con la violencia machista.

El socio minoritario del Gobierno ya registró el viernes en el Congreso una batería de preguntas dirigidas al Ministerio de Igualdad en la que cuestiona si su titular conocía o no este problema y el número de víctimas de violencia de género o sexual que se han visto afectadas por lo que califican de «anomalía». De la misma forma, instan a explicar cuáles son las medidas que va a poner en marcha este departamento «para reparar el daño causado» y para evitar que pueda volver a repetirse.

Las actuales pulseras fueron adquiridas con Irene Montero al frente de Igualdad. Podemos cerró filas este lunes en torno a su exministra y aseguró que ninguna mujer protegida ha sido asesinada desde que se implementó el uso de este tipo de dispositivos. «Se hizo que las baterías de los dispositivos durasen mucho más tiempo, que no fuesen incómodos para las mujeres, porque no se habían actualizado desde el año 2013, eran dispositivos de un enorme tamaño, cuyas baterías se agotaban con bastante rapidez», desgranó el portavoz de la formación morada, Pablo Fernández, sobre el papel de Montero en la elección de las pulseras.

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El Poder Judicial recuerda que la gestión de los dispositivos es competencia del Gobierno

La presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, la vocal del CGPJ Esther Erice, remitió este lunes una carta a la delegada del gobierno contra la Violencia de Género, Carmen Martínez Perza, en respuesta a la misiva remitida por esta la pasada semana en relación con los dispositivos electrónicos de control utilizados en los procedimientos de violencia sobre la mujer.

En dicha misiva, Erice recuerda que la instalación de dichos dispositivos es una de las medidas de protección de las víctimas que los órganos judiciales pueden acordar y que las incidencias que se puedan ocasionar deben comunicarse al servicio competente de su gestión, que no son ni los juzgados y tribunales ni el Consejo General del Poder Judicial. En todo caso, las comunicaciones sobre incidencias que puedan recibirse en el Observatorio «son trasladadas a los organismos competentes» para así «garantizar el correcto cumplimiento de las medidas de alejamiento acordadas».