Borrar
Soraya Sáenz de Santamaría, junto al núcleo duro del PP de Gipuzkoa, en la primera jornada del congreso de los populares en Madrid.

El PP vasco confía en que el giro a la derecha de Casado se module para no perder la centralidad

El discurso conservador del nuevo presidente del partido preocupa a los dirigentes en Euskadi | Reivindican que para conseguir un PP «unido» es necesario hacer de la formación un partido «abierto y plural»

Ainhoa Muñoz

San Sebastián

Lunes, 23 de julio 2018, 06:36

Comenta

El día después del congreso del PP ha dejado un amargo sabor de boca a la dirección regional del partido en Euskadi. El núcleo duro de la formación vasca, con Alfonso Alonso a la cabeza y con la excepción de Javier Maroto, apostó sin miramientos por Soraya Sáenz de Santamaría convencido de que solo la exvicepresidenta del Gobierno encarnaba ese perfil idóneo para aglutinar alrededor de su candidatura el mayor de los consensos. Finalmente, no fue así.

La inesperada, a sus ojos, victoria de Pablo Casado dejó en un primer momento en shock a la cúpula del PP vasco. Y ahora, una vez que las aguas revueltas de la campaña han empezado a tomar su cauce natural, la mayoría de dirigentes del partido en Euskadi buscan paliar su apuesta por la candidatura perdedora con un «hemos ganado todos». Sin embargo, la realidad es otra y no son pocas las voces que reconocen cierta «decepción» y, sobre todo, «preocupación» por el viraje hacia la derecha del nuevo presidente del PP.

Altos cargos del PP vasco ya advirtieron durante la campaña por la sucesión de Mariano Rajoy que no les gustaba lo que oían en boca de Casado, cuando el exvicesecretario de Comunicación se mostró contrario al aborto o la eutanasia, renegó del euskera en Navarra e incluso reiteró su voluntad de ilegalizar a los partidos políticos independentistas. Por eso ahora, cuando el discurso conservador de Casado se ha impuesto al perfil centrista de Sáenz de Santamaría, el PP vasco confía en que esa vuelta a las esencias y postulados que imprimió el PP de José María Aznar se module para no perder la centralidad y ceder sin pretenderlo ese terreno al PSOE y, sobre todo, a un Ciudadanos que pisa los talones a los populares.

En el PP de Alfonso Alonso son conscientes de que el tono que ha adoptado Casado puede ponerle coto también a las directrices que maneja el partido en Euskadi, con una apuesta clara por la apertura, el centro y la interlocución con el resto de fuerzas. Algunas fuentes apuntan incluso a que el PP vasco podría verse maniatado para acordar a futuro con el PNV como lo ha venido haciendo en esta última legislatura, con la aprobación de los Presupuestos vascos o incluso la reforma fiscal. Aunque lo cierto es que la mayoría da por muerta esa vía desde que la formación jeltzale cediese sus cinco escaños al PSOE en el Congreso de los Diputados para desalojar a Rajoy de la Moncloa en favor de Pedro Sánchez.

En cualquier caso, desde las filas del PP vasco apuestan por tener un partido «amarrado» y «unido». Y ese escenario solo puede alcanzarse, dicen, si Pablo Casado aglutina en su equipo más cercano a ese «alto porcentaje» de dirigentes del PP que representan al centroderecha y rebaja la «dureza» de su ideología -como podría ser el uso del euskera en la Comunidad foral de Navarra- en favor de un PP más «abierto y plural».

Una pérdida de peso

Las aspiraciones del PP vasco para reforzar su peso en Madrid, en todo caso, se fue desinflando a medida que en el recuento de votos del pasado sábado las papeletas se iban decantando en su mayoría por Casado. En la totalidad de las 25 mesas se dio por ganador al que llaman 'el heredero de Aznar' y mucho antes de conocerse el desenlace final ya hubo en el seno del PP vasco quien daba a Sáenz de Santamaría como perdedora.

Lo cierto es que la victoria por la mínima de la exvicepresidenta en la primera vuelta de las primarias del PP dejó a los populares vascos en una situación más que privilegiada y ellos eran conscientes de ello. Sin embargo, el triunfo de Casado en el cónclave de este pasado fin de semana dejó al partido liderado por Alfonso Alonso en un segundo plano inesperado. «Nos quedamos igual, aunque quizás con menos peso», reconocen fuentes de la dirección vasca, sabedores de que la fidelidad que han mostrado a la exnúmero dos de Rajoy deja al PP vasco tocado y algo distanciado de la órbita principal del partido a nivel nacional, aunque Maroto se mantendrá en la cúspide del partido.

Y es que la estrecha relación entre Sáenz de Santamaría y el exministro de Sanidad hubiese dejado a Alonso como el interlocutor directo entre Euskadi con Madrid. Sin embargo, la influencia que los populares vascos hubieran podido llegar a tener en la futura estructura del PP se ha visto finalmente truncada.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariovasco El PP vasco confía en que el giro a la derecha de Casado se module para no perder la centralidad

El PP vasco confía en que el giro a la derecha de Casado se module para no perder la centralidad