Sortu reconoce que el nuevo estatus ha sufrido un parón tras perder una «batalla política» con el PNV
La ponencia 'Herrigaia', puesta hoy en manos de la militancia para su debate, apuesta en por la activación de «la comunidad histórica de la izquierda abertzale para acelerar el camino hacia la soberanía»
El consejo nacional de Sortu ha puesto hoy en manos de la militancia la ponencia 'Herrigaia' que reconoce, entre otras cuestiones, que el debate del ... nuevo estatus político ha sufrido «un parón». Este documento, que será debatido en los próximos meses por el partido que lidera Arkaitz Rodríguez, se enmarca en el proceso congresual que culminará el 22 de enero de 2022. «Hay que reconocer que se nos fue una batalla política importante», remarca en referencia a la ponencia de autogobierno desarrollada en el Parlamento Vasco, paralizada durante la pandemia y que de momento ninguna formación política ha reactivado su puesta en funcionamiento. «No fuimos capaces de afrontar la jugada del PNV, ni a nivel institucional ni desde el punto de vista de la activación social» asegura en el documento al que ha tenido acceso este periódico. Sortu apela también a «dar un salto para impulsar la recuperación que necesita Euskal Herria» y para «acelerar el camino hacia la soberanía». «Tenemos que articular un fuerte impulso popular», cita para remarcar que una de las claves será «la activación de la comunidad histórica de la izquierda abertzale». «¿Quién lo hará si no es la tradición política que ha garantizado la supervivencia de este país en las últimas décadas?», se pregunta.
Entre las claves del debate, la ponencia apunta a que la formación «ha sido capaz de dar pasos importantes como movimiento político». Hace un balance «positivo» de los últimos tiempos «sobre todo teniendo en cuenta de dónde veníamos y dónde estamos». Se refiere a que «hemos cerrado el ciclo de ETA y hemos comenzado a dar pasos significativos para traer a casa a presos, exiliados y deportados políticos vascos». También apunta que Sortu avanza «en la construcción de herramientas imprescindibles para el nuevo ciclo político».
El documento pone en valor que en los últimos diez años han superado «la fase de las ilegalizaciones», pero a su vez remarca que «desgraciadamente otros agentes políticos han tratado de obstaculizar la nueva situación política en vez de apostar por un nuevo escenario». Remarca que «el independentismo es un agente importante en el escenario político».
Reconoce también que en los últimos años, «Euskal Herria ha mostrado un fuerte pulso movilizador» en la actividad sindical, en el feminismo y en muchas «luchas sociales» como la movilización de los pensionistas o Zaldibar. «Todos estos movimientos pueden tener una gran fuerza transformadora y ya están incidiendo en el debate sobre las políticas públicas», expone. Sortu ensalza el papel que juegan estos movimientos «en la lucha de valores y en el cambio radical del sistema, destacando especialmente la contribución que está generando el feminismo».
Lagunas
Se detecta al mismo tiempo «una serie de lagunas y aspectos preocupantes». Sortu percibe el debilitamiento «de la pulsión nacional» en diversas variables. «Ocurre paradójicamente cuando se está fortaleciendo el movimiento soberanista», describe para remarcar que «aún no hay debate ni proceso necesario para modificar el estatus político-jurídico de cada territorio administrativo». En cuanto a la articulación de los movimientos transformadores, «existe una gran dispersión de fuerzas y, a menudo, cada dinámica se manifiesta de forma aislada», expone
Sortu describe que la izquierda abertzale se encuentra en una fase «de transición». Expone que el suyo es «un caso único en el mundo, no hay otro igual, y está avanzando con éxito: partiendo de una fase de ilegalización, el independentismo ha conseguido una gran fuerza y éxito». Organizativamente, ve la necesidad de «ajustarnos al nuevo tiempo». «El balance también debe hacerse desde esa perspectiva procesal. Tal y como decíamos en su día, la construcción de Sortu y de la nueva izquierda abertzale en general debe ser representada y caracterizada como un proceso para muchos años, ya que algunas decisiones tomadas en su día van a requerir todavía años de desarrollo», cita. Entre los logros remarca la construcción de EH Bildu y EH Bai así como la construcción de la arquitectura «del nuevo Sortu». En el balance se destaca también la apuesta por integrar la práctica feminista en el partido.
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