Sánchez desafía a Feijóo: «Usted a mí no me hará abandonar la política»
El presidente del Gobierno saca pecho de sus ya casi cinco años de Gobierno al asegurar que desde que llegó a la Moncloa la corrupción y el independentismo han desaparecido
Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo se volvieron a ver las caras este martes en un nuevo duelo dialéctico en el Senado en el que el líder del PP atacó duro al presidente del Gobierno en su flanco más débil, la 'ley del sí es sí', resultado, dijo, «de su insensibilidad» y que se hizo «a sabiendas» de que era «perjudicial» para las mujeres para mantener la coalición con Podemos. «¿Qué clase de feminismo es rebajar las penas a centenares de agresores sexuales a sabiendas?», incidió el dirigente gallego, que emplazó a Sánchez a cambiar la norma «lo más rápidamente posible». «No da marcha atrás por decencia sino por miedo. No le preocupa tanto el daño causado a las mujeres como las encuestas», le espetó desde la tribuna.
Feijóo se aferró a las palabras de la exvicepresidenta Carmen Calvo, quien admitió anoche en la Ser que «desde el primer instante sabían lo que iba a pasar» con respecto a la rebaja de penas a los agresores sexuales. «¿Qué tiene que decirle a las mujeres que se han visto revictimizadas por su decisión? ¿Va a seguir permitiendo que su gobierno insulte a los jueces? Y lo más importante, ¿cuándo va a disculparse?», lanzó el jefe de la oposición a Sánchez, al que le afeó no haber pensado en las mujeres «ni cuando aprobó la ley ni cuando ha decidido corregirla».
El líder de los populares alertó de que el Gobierno de Sánchez «pasará a la historia por quien dio un paso atrás en la lucha del feminismo en España». «Llegó imaginando un Gobierno feminista pero la realidad -subrayó- es que ha perpetrado el mayor retroceso en defensa de las mujeres de España». También acusó al jefe del Ejecutivo de haber hecho «la más grave crítica al Estado de Bienestar de nuestro país», de «deslegitimar» a las comunidades y de haber faltado el respeto a los presidentes autonómicos. «¿Para qué está el Ministerio de Sanidad además de presentarse para la alcaldía de Las Palmas y no contratar médicos? ¿Cómo dice, frente a la ministra de Educación, que los colegios están descuidados? Ni siquiera cumplen lo que les toca de la Ley de Dependencia, un poco de respeto por la España real. Su discurso -señaló- rezuma populismo».
Tercer cara a cara
El jefe del Ejecutivo compareció de nuevo en las Cortes en apenas una semana para explicar las medidas anticrisis de la coalición que preside y la respuesta europea a la invasión de Ucrania. Esta vez lo hizo en el Senado, lo que, pese al desdibujado papel institucional de la Cámara alta, cuenta con el aliciente añadido del cara a cara con el líder de la oposición. Entre aplausos, Sánchez se guardó una carta en la manga para atacar a Feijóo y solo pocas horas después de que la vicepresidenta Yolanda Díaz se reuniese con los líderes sindicales -un encuentro al que la patronal respondió con un plantón-, el jefe del Ejecutivo anunció una nueva subida del Salario Mínimo Interprofesional hasta los 1080 euros, lo que supone un incremento del 8%.
Sánchez sacó pecho de sus ya casi cinco años de Gobierno al asegurar que desde que llegó a la Moncloa la corrupción y el independentismo han desaparecido de los primeros puestos de la lista de preocupaciones para los españoles.
En un tono más de mitin electoral con las autonómicas y municipales a las puertas y las generales como muy tarde para diciembre, el líder socialista defendió el aumento del gasto público en materias como sanidad y educación, todo ello, afirmó, «mientras se reduce el déficit público». «Y -añadió para reiterar su intención de agotar la legislatura pese a las turbulencias internas dentro de la coalición- lo seguiremos haciendo durante los próximos 11 meses». Y, a modo de remate, vaticinó que no sera Feijóo el que le obligue a abandonar la política, por mucho que el PP esgrima el viento a su favor en las encuestas o el presidente de los populares asegura que solo es cuestión de meses su aterrizaje en la Moncloa.
El jefe del Ejecutivo azuzó el miedo a Vox entre los votantes de centro izquierda, aún más después del último episodio en Castilla y León y la aún confusa reforma de protocolos antiabortistas que Vox se atribuye y del que el PP autonómico reniega y reduce a una mejora asistencial para todas las mujeres embarazadas, quieran o no interrumpir su embarazo según la ley de plazos vigente desde 2010. Sánchez fue rotundo al asegurar que «nadie necesita a Vox ni se le echaría de menos», un claro mensaje a los posibles pactos posteletorales de Feijóo y Santiago Abascal tras las citas electorales de este 2023.
De cara a una repetición de la alianza con Podemos tras las generales, Sánchez se comprometió a seguir trabajando en «el ascensor social» y no dejar de lado a los trabajadores como denunció ante Feijóo, lo hizo el PP de Mariano Rajoy.