Rodriguez piensa en Otegi y otras «cinco o seis personas» de EH Bildu para la candidatura a lehendakari

Rodríguez cree que es «evidente» que la iniciativa de añadir el euskera, catalán y gallego en el Congreso y de buscar su oficialidad en Europa «tiene relación directa para lograr la investidura». Si bien asegura que «responde al impulso de Junts», recuerda que «el resto de fuerzas soberanistas compartimos esta demanda». Además, ha vuelto incidir en que los votos de la coalición abertzale irán a «conformar una mayoría de progreso» pero que «hay que poner fin a las políticas penitenciarias de excepción, a las medidas neoliberales y encarar de manera democrática la cuestión territorial española».

Sobre la prioridad del catalán en Europa respecto al euskera o al gallego, el parlamentario de EH Bildu ha señalado que «es un situación compleja porque no deja de interpelar a otros estados europeos que tienen en su seno diferentes naciones y lenguas». No cree que la prioridad del catalán responda a otras cuestiones porque «sería inaceptable que se relegarán las demás».

En cuanto a la Ley de Educación, Rodriguez ha asegurado que lo «deseable sería lograr un acuerdo lo más amplio posible» con las diferentes fuerzas políticas. Y ha subrayado que lo importante es debatir «qué políticas lingüística son necesarias». En este sentido, aboga porque todos los jóvenes logren el nivel B2 al término del periodo de escolarización obligatoria. «El actual sistema no funciona porque no garantiza que los jóvenes se manejen en euskara, pero no hay nadie que no se arregle castellano», ha explicado.

En cuanto a la película que Jordi Évole estrena en el Zinemaldia sobre Josu Ternera, Rodriguez ha comentado que la ha podido ver y que «ofrece una mirada extremadamente parcial de lo que ha sido el conflicto y de lo que ha sucedido en este país». Cree que está totalmente centrada en la «violencia de ETA y en sus consecuencias trágicas, mientras que se ha perdido la ocasión de ofrecer una mirada algo más coral y plural». Ha dejado claro que «no blanquea a ETA» y que «viene a alimentar un determinado relato de buenos y malos de vencedores y vencidos». Asimismo, ha añadido que «al no reflejar lo sucedido difícilmente cabe construir una convivencia democrática».