Puigdemont agradece a Sánchez su impulso al catalán en la UE y el PNV se siente desairado
El ministro Albares prioriza la defensa de la lengua catalana en las instituciones europeas frente al euskera y el gallego
El factor lingüístico se convirtió este martes en un laberinto y en un alivio agridulce para el Gobierno de Pedro Sánchez, que había hecho de ... su defensa del empleo oficial del catalán, del euskera y del gallego en las instituciones de la UE una bandera emblemática para satisfacer las demandas de Junts y para alimentar un relato de acercamiento sensible el mundo nacionalista en una cuestión bien simbólica. El mismo día, precisamente, en el que los tres idiomas fueron utilizados en el Congreso con sistemas de traducción simultánea por primera vez, el debate se quedó a medio camino en el seno de la Unión. Eso sí, como solución salomónica, el Ejecutivo priorizará la defensa del catalán frente al euskera y el gallego, al menos como primer paso.
En ese sentido, Sánchez logró en gran medida su objetivo porque Carles Puigdemont agradeció expresamente el impulso que ha recibido el catalán en la Unión Europea. «Nunca se ha ido tan lejos», advirtió.
Los recelos de algunos países de la UE a la rapidez en la implantación de la medida, y el hecho de que afecte a tres lenguas, ha forzado un parón en la iniciativa y la ha enredado en la controversia política de la investidura. Las reticencias de Suecia, Finlandia e Irlanda han obligado a abrir un compás de espera y a asumir la necesidad de recibir nuevos informes económicos y jurídicos sobre el impacto de la propuesta, que el Gobierno español estaría dispuesto a costear.
En este sentido, y ante la falta de unanimidad necesaria, el Ejecutivo de Sánchez ha preferido ganar tiempo y abrir el debate formalmente en el seno de la Unión, iniciando el despliegue oficial del catalán, en la medida en que es una lengua con un mayor volumen de hablantes , frente al euskera y el gallego.
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, que participó en la Comisión, había hecho bandera política y personal de este asunto, y plegó velas antes de que el tema, que suscita debate interno, se sometiera a votación. «El Gobierno ha cumplido su compromiso», zanjó Albares, convencido de que el Ejecutivo ha puesto toda la carne en el asador y ha hecho todo lo que está en sus manos.
Sin embargo, los nacionalistas no son tan positivos, ni mucho menos. El PNV reaccionó con un notorio malestar a la respuesta de la UE y se mostró crítico con la estrategia desplegada por el Gobierno español. Desde el punto de vista del portavoz jeltzale en el Congreso, Aitor Esteban, «Albares ha tirado la toalla demasiado pronto» tras los avisos de algunos de los países socios. Los jeltzales no ocultan su decepción pero culpan, en primera instancia a la endeblez de la posición española a la hora de defender la cooficialidad de las lenguas, que el propio Albares aseguró que «no son minoritarias sino habladas por millones de personas».
El reproche de EH Bildu
Por su parte, el eurodiputado de EH Bildu en el Parlamento europeo, Pernando Barrena, también afeó la estrategia del Ejecutivo y le exigió una mayor «voluntad política» para no refugiarse en 'razones técnicas'. Barrena censuró el «tacticismo» que, en su opinión, implica su apuesta por priorizar el despliegue del catalán en la UE. «El tamaño de una lengua, su número de hablantes, no es más que un pretexto, ya que a día de hoy hay tres lenguas oficiales con menos hablantes que el euskera: el maltés, el gaélico y el luxemburgués». En esa línea, Euskalgintzaren Kontseilua también lamentó que se haya retrasado la decisión y opinó que «más que en razones técnicas», los obstáculos se basan en argumentos y barreras políticas».
A pesar del aplazamiento, Kontseilua afirmó que espera que el Consejo de la UE apruebe sin problemas la oficialidad de los tres idiomas.
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