Rebelión interna contra la cúpula en ERC de Barcelona: dimite más de la mitad de la dirección
Junqueras no logra cerrar las heridas tras recuperar la presidencia de la formación republicana
Oriol Junqueras no ha logrado la paz interna, tras volver a hacerse con la presidencia de Esquerra. Casi un año después de su reelección ... como presidente de ERC, tras una dura batalla entre los distintos sectores del partido, han regresado las hostilidades a la formación republicana, que no ha conseguido cerrar sus heridas internas. Más de la mitad de los miembros de la dirección de la federación de ERC de Barcelona, la más importante del partido en número de militantes, ha presentado este viernes su dimisión. La cúpula republicana en Barcelona cesa por discrepancias con la presidenta de la agrupación local barcelonesa.
Se da la circunstancia de que Creu Camacho pertenecía al sector crítico a Junqueras, pero con el paso del tiempo se ha aproximado a la dirección republicana formada por Junqueras y Alamany, lo que explica en parte la dimisión de los miembros de la cúpula republicana en Barcelona. La rebelión interna obliga al partido a celebrar en breve un congreso local extraordinario. La federación de Barcelona lleva un tiempo encadenando conflictos internos. Hace año y medio, las bases reventaron la consulta que el partido había convocado para decidir si entraba al Gobierno del socialista Jaume Collboni en el Ayuntamiento de Barcelona. Acudió tanta gente a votar, que se desbordaron todas las previsiones y el partido tuvo que suspender la votación. Desde entonces, la decisión sobre si entrar o no al ejecutivo barcelonés sigue en el aire.
Pero la rebelión de la federación de Barcelona en la consulta fue el preludio de la guerra que se libró meses después por la presidencia del partido. Junqueras lleva de presidente desde 2011. Se apartó por unos meses, precisamente en el tiempo en que el partido decidió investir a Illa. Las primarias enfrentaron a cuatro candidatos. Ganó Junqueras, con el 52% de los votos, muy lejos del 87% obtenido en el congreso de 2022. Junqueras se enfrentó al sector que impulsó quien fue su mano derecha durante más de una década, Marta Rovira, ya fuera de la política. El 52% obtenido dejó la imagen de un partido dividido. Esa fractura se ha vuelto a reproducir en la federación de Barcelona.
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