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El PSE pide perdón a las familias de los asesinados por los GAL: «Nunca debió ocurrir»
El Gobierno Vasco, de la mano de Gogora, inaugura en Donostia una exposición sobre el atentado del Hotel Monbar de Baiona con amplia presencia institucional y familiares de las víctimas
Contundente y sin rodeos, por primera vez delante de víctimas de los GAL, el PSE ha pedido «perdón» este lunes a las familias de los ... asesinados en el hotel Monbar «por cuatro décadas de ausencia institucional y silencio social», por un atentado que, como tantos otros, «nunca tuvo que haber ocurrido». Ha reconocido que «nadie tuvo ni tiene derecho a decidir unilateralmente sobre la vida de los demás». El perdón lo ha pronunciado la consejera de Justicia y Derechos Humanos, la socialista María Jesús San José, en la inauguración en San Sebastián de la exposición 'Hotel Monbar, 1985. 40 años de la mayor masacre de los GAL', atentado ocurrido en Baiona el 25 de septiembre de 1985 en el que dos mercenarios franceses a sueldo, Lucien Mattei y Pierre Frugoli (ligados al hampa marsellesa), ametrallaron y asesinaron a los miembros de ETA Inaxio Astiasuinzarra, Agustin Irazustabarrena, Xabin Etxaide y Jose Mari Etxaniz.
San José no se ha quedado ahí sino que ha condenado a todos los cargos políticos del PSOE, sin citar expresamente sus siglas, que tuvieron «la desfachatez de mostrarse orgullosos del daño que causaron usando las herramientas del Estado» que solo sirvieron para causar «aún más dolor, para erosionar la credibilidad de nuestra democracia y ensuciar las siglas de un partido político que hunde sus raíces en la defensa de los Derechos Humanos y de los valores democráticos». Consciente del largo tiempo transcurrido, ha trasladado a los familiares de los asesinados que sabe que esta exposición «no puede más que aliviar mínimamente su dolor», pero es «el primer paso de lo que espero sea un largo camino».
Seis consejeros del Gobierno Vasco de coalición PNV-PSE, el director de Gogora –impulsor de la muestra–, alcaldes, representantes de la Diputación de Gipuzkoa, del Parlamento Vasco y de todos los partidos, salvo Vox, han acompañado a los familiares de los cuatro asesinados en el Monbar, un «cruel atentado» que además dejó herida a una quinta persona, Jean Iriart.
La consejera del Gobierno Vasco ha manifestado que con la inauguración de la exposición que permanecerá abierta al público hasta el próximo día 20 de octubre, quieren reconocer a sus víctimas, aunque las leyes de reconocimiento lo hicieron en su día, dejar claro que es necesario que «seamos capaces de trasladar a la sociedad lo cruel e injusto de aquellos asesinatos» y que «nadie tuvo ni tiene derecho a decidir unilateralmente sobre la vida de los demás».
La muestra se ha inaugurado en un lugar simbólico, la casa de cultura que lleva el nombre del exministro socialista asesinado por ETA el 21 de noviembre de hace 25 años. «Estamos en la casa de cultura que recuerda a Ernest Lluch. Por eso quisiera defender, como hizo él durante toda su vida, la convivencia y el diálogo», ha expresado. En presencia de víctimas de los GAL, de ETA, representantes del PSE, encabezados por Eneko Andueza; del PNV, de EH Bildu, del PP y de Podemos, ha deseado que «esta unión no sea el final del camino sino el comienzo de uno mucho más largo, más complejo, cuyo término sea la convivencia y armonía entre diferentes». «Dialoguemos, hagamos de la palabra la herramienta fundamental para curar heridas y construir un futuro mejor para las nuevas generaciones», ha instado.
Agradecimiento de Gogora
El director del Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos, Alberto Alonso, ha tomado la palabra para agradecer a los familiares de las cuatro víctimas su disposición para trabajar de forma conjunta durante los meses previos para hacer realidad la exposición. «Llevamos meses caminando juntos. La normal desconfianza inicial se ha convertido en una generosidad que ha estado por encima de todos los obstáculos, y por eso quisiera expresaros hoy aquí mi agradecimiento». Ainara Esteran, miembro de la Fundación Egiari Zor, ha hablado en nombre de las familias y ha pedido alejar a las víctimas de los partidismos poniendo el foco en «las graves violaciones de derechos humanos sufridas». Ha agradecido la presencia del Gobierno Vasco en el homenaje del pasado día 25 en Baiona y ha desado que «pronto llegue para las víctimas del Estado un gesto similar desde Lehendakaritza».
Antes de la inauguración oficial, la consejera San José, la viceconsejera Arritxu Marañón y el director de Gogora, Alberto Alonso, han acompañado a las familias de los cuatro asesinados a visitar la exposición. Al acto han asistido además de las familias de las víctimas de este atentado, otros familiares de asesinados por los GAL como Pilar Garaialde, Karmen y Begoña Galdeano, Pili Zabala, Axun Lasa, Maider García y Lourdes Oñederra. Así como familiares y víctimas de ETA, como Jorge Mota, Alberto Muñagorri, Carlota Arginberri o Patxi Elola. Entre los asistentes se encontraban también Txetx Etcheverry, testigo del atentado de Hotel Monbar y la persona que persiguió a los dos mercenarios, autores materiales de los asesinatos, hasta su detención, y Daniel Vélez, fotoperiodista que siguió la noticia en Baiona y cuyas fotos forman parte de la exposición.
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«Hemos tenido encerrado el dolor de nuestros corazones en una caja fuerte durante 40 años»
El acto de inauguración ha arrancado con la proyección de un vídeo con fragmentos de los testimonios de los familiares de las víctimas del atentado del Hotel Monbar, una pieza audiovisual que forma parte de la exposición y en la que relatan la necesidad de esclarecer la verdad en torno a los GAL, la asunción de responsabilidades, las ocasiones en las que se han sentido revictimizadas y víctimas de segunda o la falta de apoyo institucional que sienten. La cuñada de Iñaxio Astiasuinzarra, Pili Bereziartua, expresa que las familias han tenido «encerrado el dolor de sus corazones en una caja fuerte con miles de candados durante 40 años». Marijo, hermana de Xabin Etxaide, recuerda que tras el atentado estuvo «un año entero sin sonreír». Su ama, Maritxu Ibarguren, asegura que no siente «odio». «Fue muy duro. Cuatro personas tan jóvenes muertas...», rememora la viuda de la viuda de Agustin Irazustabarrena.
Todos citan que en sus pueblos encontraron apoyo, pero no hubo ninguno de las instituciones. Afirman que les da igual que los ejecutores fueran unos mercenarios, lo que quieren es que «aquellos gobiernos y el PSOE reconozcan lo que hicieron» y que expliquen a la sociedad «quiénes fueron realmente los asesinos, no solo los mercenarios».
La exposición repasa cómo se estructuró los GAL, cómo actuaban y la trayectoria de este tipo de terrorismo ejercido desde estructuras e instituciones públicas, como pusieron de manifiesto varias sentencias judiciales, al acreditar la implicación de altos cargos del Ministerio del Interior, Gobiernos Civiles y el Centro Superior de Información de la Defensa. Trece paneles componen la muestra, a través de textos explicativos, documentos de archivo y hemeroteca de la época, en los que se puede seguir la actuación de este grupo terrorista, entre 1983 y 1987, que causó 27 asesinatos y al menos 24 heridos. En el marco de la exposición, el 7 de octubre, a las 19.00 horas, en la sala Ernest Lluch, tendrá lugar un coloquio.
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