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Los gobiernos central y vasco se reafirman en acercar a los presos pese a la oposición del PP

Los gobiernos central y vasco se reafirman en acercar a los presos pese a la oposición del PP

Marlaska abre la puerta a acabar con la dispersión y Erkoreka habla de «sintonía completa» | El Ejecutivo socialista reprocha a los populares que utilicen a las víctimas del terrorismo para atacar a Sánchez y recuerdan que Aznar acercó a presos cuando ETA aún atentaba

Miguel Villameriel

San Sebastián

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Lunes, 6 de agosto 2018, 07:02

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La llegada de Pablo Casado a la presidencia del Partido Popular ha convertido el posible acercamiento de presos de ETA a cárceles vascas en un argumento para desgastar al Gobierno de Pedro Sánchez, aunque esta estrategia de oposición no ha hecho mella en la determinación de los ejecutivos central y vasco de impulsar una nueva política penitenciaria una vez que la organización armada se ha disuelto. El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, aseguró ayer que la dispersión tuvo su sentido cuando ETA atentaba y mantenía un férreo control sobre el colectivo de presos, pero mostró su disposición a que las Juntas de Tratamiento puedan iniciar un proceso de acercamiento «individualizado» de aquellos reclusos que presenten «indicadores objetivos y razonables de edad, salud o tiempo en prisión».

El Gobierno Vasco, por boca de su portavoz, Josu Erkoreka, aplaudió que el gabinete de Sánchez «esté diciendo con absoluta claridad» que se va a producir un acercamiento de presos de ETA y destacó que «la sintonía» con el Gobierno central en esa línea «es completa». «Esperamos que esas decisiones se tomen tan pronto como sea posible y, si es este mismo verano, perfecto», indicó Erkoreka.

La dura oposición que ha comenzado a hacer Pablo Casado con este tema ha causado contrariedad en el Ejecutivo socialista, que ve cómo el PP vuelve a apelar al supuesto malestar de las víctimas del terrorismo para desgastar al Gobierno, como ya hizo en la última etapa del gabinete de José Luis Rodríguez Zapatero. El vicesecretario de Organización popular, Javier Maroto, ya dejó clara cuál iba a ser la postura de su partido el pasado sábado, cuando advirtió a Sánchez que «el PP estará en la calle con las víctimas» si salen a protestar contra un hipotético acercamiento.

Porque lo cierto es que la predisposición mostrada por el Gobierno central para favorecerlo aún no se ha concretado en hechos, como se encargó de recordar ayer Grande-Marlaska en una entrevista a Efe. «Aún no se producido ningún acercamiento de presos», recalcó el ministro de Interior para tratar de desacreditar el alarmismo del PP. En cualquier caso, el antiguo juez de la Audiencia Nacional añadió que la «razón principal» de la dispersión era la «lucha antiterrorista», un argumento que ha perdido fuerza cuando «ETA está disuelta». Además, Grande-Marlaska hizo pedagogía al recordar que el posible acercamiento de presos de ETA a cárceles vascas o cercanas a Euskadi «no es un beneficio penitenciario», por lo que tampoco cabe imponer exigencias 'sine qua non' como la de petición de perdón.

El ministro de Interior apuntó que serán las Juntas de Tratamiento las que analizarán de forma individualizada cada caso «con indicadores objetivos y razonables» como la edad del recluso, su estado de salud, el tiempo de condena cumplido o, en este caso sí, si ha pedido perdón a las víctimas. Aunque Grande-Marlaska insiste en que «no son requisitos imprescindibles», porque el acercamiento no es un beneficio penitenciario. Garantizó que, por el momento, no ha habido ningún traslado y aseguró que las asociaciones de víctimas serán las primeras en ser informadas.

El ministro pidió además «memoria histórica» y criticó que el PP olvide que, «cuando ETA estaba muy activa», en 1996 o 1998, incluso mientras mantenía secuestrado al funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, hubo acercamiento de presos bajo el mandato de José María Aznar. «ETA ya hizo demasiado daño a la sociedad como para que todavía sigamos dándole el placer de que, una vez disuelta, nos trate de dividir», señaló.

La secretaria para la UE del PSOE, Iratxe García, también reprochó al presidente del PP, Pablo Casado, al que llamó «el pupilo de Aznar», que «utilice de forma irresponsable el dolor de las víctimas del terrorismo para atacar al Gobierno».

La hija de Jáuregui responde

A algunas víctimas del terrorismo les incomoda que los dirigentes del PP traten de arrogarse su representación. El caso más claro de ello lo protagonizó ayer María Jáuregui, hija de Juan Mari Jáuregui -asesinado por ETA en 2000- y Maixabel Lasa, que se dirigió a Javier Maroto en Twitter para decirle: «Ya vale, deja a las víctimas en paz. Si tienes que hacer algo, pues hazlo, pero en tu nombre o en el del PP, pero no en el nombre de las víctimas. Por suerte, son muchas y plurales. Yo sí estoy a favor del acercamiento de presos».

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