Gorrotxategi se ofrece al Gobierno para hacer una «oposición constructiva»

Los grupos de la oposición en el Parlamento Vasco Elkarrekin Podemos, PP+Cs y Vox han respondido en la sesión de la tarde del pleno de investidura del lehendakari al discurso del candidato a la releección por el PNV, Iñigo Urkullu.

La portavoz de Elkarrekin Podemos-Ezker Anitza, Miren Gorrotxategi, se estrenó ayer en el Parlamento Vasco acusando al Gobierno de Iñigo Urkullu de caer en la «autocomplacencia y en el más absoluto continuismo», pero dispuesta a tender la mano y hacer una «oposición constructiva». La líder morada defendió desde la tribuna que la excepcionalidad del momento, con el país golpeado por la peor pandemia que ha vivido el país en los últimos cien años, requiere de «un esfuerzo extra de responsabilidad y autocontención».

Los seis parlamentarios de la coalición morada -perdieron cinco en las pasadas elecciones del 12 de julio- se abstuvieron en la votación porque ninguno de los dos candidatos colmó sus expectactivas. Urkullu por vivir alejado de la realidad y dibujar un escenario que sitúa a Euskadi como una especie de «oasis», y Maddalen Iriarte, por no «integrar» a las tres fuerzas de izquierdas en un Gobierno alternativo. Pero los reproches a la aspirante de EH Bildu no fueron más allá.

Gorrotxategi centró sus críticas sobre el lehendakari al que recriminó no haber estado a la altura durante la crisis sanitaria, que ha puesto en evidencia las «debilidades» de un modelo de desarrollo sustentado en bases «erróneas» y centrado en propiciar «el enriquecimiento fácil de unos pocos». Para la portavoz morada, en estos momentos, es «más necesario que nunca» un Gobierno «fuerte», pero que, al mismo tiempo, «escuche a todos y gobierne para todos. En su opinión, Euskadi «necesita un cambio de rumbo», con el fin de que los dirigentes públicos «dejen de plegarse sumisamente a las élites financieras» y a las organizaciones empresariales. «Cada vez más familias -remarcó- viven debajo del umbral de la pobreza».

Gorrotxategi aprovechó su intervención para reclamar cambios en la política fiscal y que se aumente la presión de impuestos a las grandes fortunas. Recordó que la presión fiscal en el País Vasco está por debajo de la medida europea y de la española al bajarse, por ejemplo, el Impuesto de Sociedades. Las propuestas de la portavoz continúan la senda marcada por la formación de Pablo Iglesias, que aboga por una reforma fiscal progresiva y que pretende incluir en los próximos Presupuestos Generales del Estado.

La representante de Elkarrekin Podemos-IU ahondó también en las necesidades de la Sanidad y de la Educación Pública frente a un sistema educativo muy privatizado, que se aleja de la igualdad. Gorrotxategi se solidarizó con los sindicatos de profesores vascos que han convocado una huelga el 15 de septiembre para reivindicar una «vuelta segura a las aulas».

El presidente del grupo parlamentario PP+Cs, Carlos Iturgaiz, retornó al hemiciclo vasco para intentar frenar la evolución declinante de su formación, que restaña sus heridas después de la profunda crisis interna que sufrió meses antes de la convocatoria electoral. Iturgaiz fue directo al grano y trasladó a Urkullu su disposición a «arrimar el hombro» y buscar acuerdos para hacer frente a la crisis provocada por la Covid-19, pero le dijo que no cuenten con ellos para impulsar «su famoso estatus».

El jefe de filas de la coalición PP+Cs se centró en responder Urkullu y no quiso «desperdiciar» el tiempo con la candidatura de Iriarte (que no saldrá), porque «no cumple el mínimo ético exigible en democracia» al no haber condenado el terrorismo de ETA y su «trayectoria criminal».

Aunque aseguró que se opondrán a la reelección de Urkullu a través su abstención y fue crítico con la gestión hecha por el actual gobierno también de coalición PNV-PSE durante esta legislatura, reconoció que son conscientes de su «responsabilidad» como oposición ante los ciudadanos vascos en esta situación de crisis.

De esta manera, ofreció acuerdos al próximo ejecutivo de Urkullu en 13 aspectos distintos, siempre priorizando la «agenda de los vascos», frente al «escenario irresponsable, abocado al fracaso, de más inestabilidad e incertidumbre que representa la agenda del frente nacionalista».

«Nuestra voluntad es buscar acuerdos que permitan hacer frente a la pandemia y dejar atrás cuanto antes sus devastadores efectos económicos y sociales. Para ello sí tiene usted mi mano tendida», señaló Iturgaiz, quien entre otras cuestiones planteó negociar un «pacto fiscal» que «facilite el tránsito de familias, empresas y autónomos en los próximos años, hasta superar el impacto de la Covid-19».

También propuso acuerdos para reforzar las partidas presupuestarias destinadas a atender las necesidades de los centros educativos, para mejorar la sanidad, especialmente la atención primaria, para acordar una nueva estrategia para la atención sociosanitaria y reformar Lanbide, así como para elaborar un plan de apoyo a las familias, entre otros. «Estamos dispuestos a arrimar el hombro» en este tipo de cuestiones, aseguró Iturgaiz.

Sin embargo, le advirtió a Urkullu de que eso es «incompatible» con apoyar «escenarios de ruptura constitucional». «No es posible trabajar los lunes en la gestión del gobierno como plan A y dedicarse los martes, con Bildu, a desarrollar una agenda solo para nacionalistas como plan B, buscando escenarios de ruptura constitucional e impulsando su famoso nuevo estatus, con los socialistas consintiendo, tragando y colocados de perfil en esta cuestión», describió.

Iturgaiz recordó que la coalición a la que él representa defiende la Constitución, el Estatuto, el Concierto y la foralidad, y dirigiéndose a la líder de los socialistas vascos, Idoia Mendia, que entrará en el nuevo Gobierno Urkullu -previsiblemente como segunda vicelehendakari- le advirtió de que el hecho de que firmen un «papelín» con el PNV acotando sus diferencias en materia de autogobierno no les va a librar de un «papelón» el día en que Urkullu «impulse ese escenario de ruptura».

La parlamentaria de Vox, Amaia Martínez, acusó a la candidata de EH Bildu a la Lehendakaritza, Maddalen Iriarte, de representar a «la mafia más recalcitrante» de Europa y seguir «sin pagar la deuda» de 850 asesinatos. Además, le advirtió de que su objetivo es ilegalizar a la coalición soberenista.

Tras arremeter contra el aspirante a la reelección, el Lehehendakari en funciones, Iñigo Urkullu, a quien acusó de ser, «como su aliado Pedro Sánchez», un «trilero de barrio», advirtió de que «pocos asocian ya a PNV con buena gestión».

Durante su intervención, Martínez recordó que «tal día como hoy del año 1980», ETA asesinó en Santurtzi a Antonio Fernández, trabajador del puerto. «Dos etarras se le acercaron por la espalda. Dejó dos huérfanos. La bancada de EH-Bildu todavía no ha condenado este asesinato», denunció.

Según Martínez, durante años el Parlamento Vasco «ha sido testigo de la construcción de un proyecto político imposible, ilegítimo y elitista: el proyecto de un País Vasco independiente». A su juicio, Euskadi «se ha construido sobre el chantaje, el odio a España y los españoles, la extorsión e incluso el asesinato». Sin embargo, les advirtió de que «el proyecto separatista que tanto buscan está condenado al fracaso».