El PNV apura el diálogo con el PSE para blindar el euskera en las OPE ante la presión de Bildu
Los de Otxandiano registran una reforma legal para que se exija el conocimiento por regla general en todo empleo público
Los movimientos políticos explican por qué Imanol Pradales auguró el lunes «semanas decisivas» en torno al euskera. El PNV apura estos días «un último intento» ... con el PSE-EE para consensuar una respuesta a las sentencias que han tumbado requisitos lingüísticos en la Administración, pero el acuerdo se antoja casi imposible por las reticencias de los socialistas. Los jeltzales no están dispuestos a quedarse de brazos cruzados y exploran ya la opción de ir en solitario en esta materia, máxime ante la presión de una EH Bildu que ayer elevó la apuesta al registrar una propuesta de reforma legal para que la lengua vasca sea obligatoria por norma general en el acceso a cualquier empleo público.
El debate ha empezado definitivamente a coger velocidad a marchas forzadas. El objetivo declarado del lehendakari es lograr de aquí a 2027 «un gran acuerdo» para la «revitalización» del idioma, pero a corto plazo, ya mismo, se buscan «soluciones» ante la treintena de fallos judiciales que han invalidado la exigencia del euskera en varios ayuntamientos y diputaciones. Se trata de un escenario endiablado para el PNV, que junto a EH Bildu y la comunidad euskaltzale denuncia una «ofensiva judicial» y quiere impulsar un blindaje legal ante ella, pero al mismo tiempo no desea una nueva guerra con su socio, el PSE-EE, que no compra ese marco y que antepone los derechos laborales a los lingüísticos.
En esas diferencias viene hurgando las últimas semanas EH Bildu, que ya llevó mociones al Parlamento Vasco y a las Juntas Generales en las que se evidenció la incomodidad de un PNV abocado a permanentes equilibrios. Y ahora, en un nuevo nivel de presión, la coalición soberanista ha decidido apretar el acelerador a fondo y llevar un texto articulado a la Cámara autonómica que obligará a los jeltzales a retratarse. La iniciativa consiste en una «reforma estructural» de la Ley de Empleo Público Vasco para «devolver seguridad jurídica al sistema» y «ofrecer una salida política y técnica que recupere el equilibrio y la legitimidad democrática» del modelo de perfiles lingüísticos.
Alternativa al desacuerdo
En el PNV tampoco entusiasma la iniciativa de EH Bildu y dan máxima prioridad a conseguir un acuerdo con el PSE-EE para «dar seguridad jurídica a quienes se presentan una OPE y garantizar los derechos lingüísticos de los euskaldunes». Aitor Esteban lleva semanas implicado en primera persona en la negociación, pero los socialistas no dan su brazo a torcer y han rechazado todas las propuestas remitidas hasta el momento por Sabin Etxea. Ayer el secretario general, Eneko Andueza, volvió a situar los derechos laborales por encima de los lingüísticos y estableció el punto de encuentro en el decreto de normalización que ya fue aprobado el año pasado: «Es muy acertado e idóneo para la situación».
Fuentes oficiales del EBB apuntan que a lo largo de estos días se hará «un último intento» para cerrar un pacto y que esta misma semana darán cuenta del resultado de las conversaciones. Otras voces jeltzales consultadas por este periódico asumen que no habrá entendimiento y que habrá que explorar nuevas vías sin el socio de gobierno.
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