María Chivite: «El PSN no se plantea un Gobierno con EH Bildu, nos separan cuestiones éticas y el modelo económico»
«La derecha navarra está despistada, con una crisis interna en UPN. Todavía no sabemos cómo será su oferta electoral y además no tiene con quién sumar»
«El tiempo nos ha dado la razón». Así de segura se muestra María Chivite (Cintruénigo, 1978), presidenta del Gobierno de Navarra, al realizar el ... balance del último año de legislatura. Su partido, el PSN, fue superado en las elecciones de 2019 por NA+ (UPN, PP y Cs), así que su llegada a la presidencia se la debe a la abstención de cuatro diputados de EH Bildu. Chivite formó su ejecutivo junto a Geroa Bai y Podemos, un 'experimento' que afirma ha salido bien. La presidenta destaca que ha sacado adelante cuatro presupuestos con el respaldo de la coalición soberanista, pero asegura que su partido no contempla gobernar con EH Bildu por cuestiones éticas y también de modelo económico.
– Llegó a la presidencia formando un Gobierno entre PSE, Geroa Bai y Podemos, y con el apoyo externo de EH Bildu. ¿Ha sido un ejecutivo 'Frankenstein' o eficaz?
– A los hechos me remito. Es verdad que se lanzaron mensajes de que venía el Apocalipsis, pero la realidad es que hemos aprobado cuatro presupuestos. Somos un Gobierno estable y situado en la centralidad política. El 72% de las iniciativas legislativas que hemos llevado al Parlamento se han aprobado sin votos en contra. Esta ha sido la realidad frente a los malos augurios, a pesar de haber sido una legislatura muy complicada.
«No niego los roces, es un Gobierno entre partidos diferentes, pero hemos aprobado cuatro presupuestos»
– Durante años esa coalición fue vetada por Ferraz. ¿Cómo les convenció?
– La dirección del partido en Navarra decidió que había que tirar para adelante a pesar de todo el ruido que se había generado. Hicimos una labor interna de convencimiento en la que Santos Cerdán –secretario de Organización del PSOE, navarro de Milagro– tuvo un papel muy relevante en las conversiones con Ferraz. Por mi parte, hablé con todos los secretarios generales. El tiempo nos ha dado la razón.
– Sin la abstención de cuatro Parlamentarios de EH Bildu no hubiera sido presidenta. ¿Les ha tenido que pagar algún peaje?
– Todos los acuerdos que hemos realizado con EH Bildu, como los presupuestarios, son públicos. Si por peaje entendemos mejorar la financiación de la educación infantil o la atención primaria, bienvenidos sean, porque tienen un alto contenido social.
«En Navarra no existe una mayoría social a favor de unirse a Euskadi. Pido respeto a nuestro marco institucional»
– ¿El votante socialista habrá entendido estos acuerdos?
– Veremos el resultado en las elecciones. En las encuestas se ve una mayoría social que los entiende.
– ¿El apoyo que le presta EH Bildu en Navarra, extensivo al que recibe el Gobierno de Sánchez en otros asuntos, puede costarle la legislatura al PSOE?
– Se le da demasiada importancia a esta cuestión. Los ciudadanos nos piden que saquemos iniciativas adelante, máxime ante las dificultades extremas a las que nos estamos enfrentando en esta legislatura. Para mejorar la calidad de vida hay que llegar a acuerdos, ya no existen las mayorías absolutas.
«En la Ribera solo el 1% o 2% habla euskera. Mientras sea presidenta la imposición no va a estar en la agenda política»
– Usted no le da importancia, pero algunos barones socialistas se muestran muy críticos con estas amistades; y el PP y UPN le atacan día tras día. Esparza le acusa de 'blanquear a EH Bildu'.
– A Esparza no le queda más que el insulto, es lo único que hace últimamente.
– ¿Y los barones?
– Entiendo que la realidad política de otras comunidades es distinta a la de Navarra y respeto los contextos de cada una de ellas.
«La relación es de buena vecindad. No podemos vivir de espaldas a una comunidad vecina, como hicieron otros gobiernos»
– ¿Optó por no salir en la foto del acuerdo presupuestario firmado la semana pasada con EH Bildu para no dar más argumentos a sus críticos?
– No he estado en la foto de ninguno de los acuerdos presupuestarios, porque no he sido la encargada de trabajar directamente en ellos. Las negociaciones las han llevado a cabo la consejera de Economía y Hacienda, y los dos vicepresidentes.
– ¿Estaría dispuesta a reeditar la coalición actual?
– Aspiramos a ampliar nuestra base social para no depender de terceros partidos. En todo caso, hago una valoración muy positiva de cómo ha funcionado este Gobierno y nos gustaría liderar un Ejecutivo de progreso como el de esta legislatura.
– Pero una mayoría absoluta es imposible. ¿Con qué partidos pactaría?
– Más que imposible es complicada. Quiero contar con un Gobierno de progreso y reafirmarnos en nuestra estrategia de entendernos entre diferentes.
– ¿Estaría dispuesta a que EH Bildu se sumara a una coalición de Gobierno presidida por usted?
– Ese planteamiento no está encima de la mesa del PSN. Valoro positivamente los consensos a los que hemos llegado, porque tenemos intereses comunes. Ahora bien, como ellos mismos dijeron tras la firma del acuerdo presupuestario, nos separan muchas cosas. No compartimos el modelo social ni el modelo de desarrollo económico de EH Bildu. Además, hay un recorrido ético que deben realizar. No es lo mismo acordar una cuestión puntual que diseñar las políticas de un Gobierno en su conjunto. Hay demasiadas cosas que nos separan y tienen que realizar ese recorrido. El PSN no se plantea en estos momentos llegar a un Gobierno con EH Bildu.
– ¿Una de las exigencias sería una condena explícita de ETA?
– No solo nos separa esta cuestión ética, también el modelo de desarrollo económico.
– Pero, si llegaran a un consenso en los temas económicos, ¿la no condena a ETA impediría una hipotético pacto de Gobierno?
– Todavía les faltaría esa parte y también hacer una valoración ética y crítica de lo ocurrido, así como una labor de reconcialización con la ciudadanía.
– ¿Cómo valora las declaraciones de Barrionuevo en las que asume que dio orden de secuestrar a un miembro de ETA?
– Son totalmente condenables. No aportan nada a lo que venimos practicando, el rechazo a todo tipo de violencia y el impulso de la convivencia.
– A seis meses de las elecciones, ¿qué balance realiza de la legislatura?
– Nos pusimos a trabajar desde el minuto uno gente que ni nos conocíamos. La pandemia nos unió muchísimo. Hemos sido capaces de afrontar lo excepcional, entonces el virus y ahora las consecuencias de la guerra en Ucrania. No niego que haya habido roces, porque somos formaciones diferentes, pero más del 90% de las cuestiones hemos sido capaces de sacarlas adelante juntos.
– Entre las diferencias se encuentra la euskaldunización de la Administración, donde han chocado con Geroa Bai. ¿Se ha reconducido el tema?
– Parte del decreto foral de acceso al euskera ha sido tumbado por los tribunales. El PSN ya dijo en la legislatura pasada que ese decreto presentaba alguna deficiencia y así lo han ratificado los tribunales. Hemos acordado parte del mismo en lo relativo al acceso a la función pública en la zona vascófona y en la mixta, donde radica el 95% de la Administración foral. Sin embargo, no hemos llegado a un acuerdo en la zona no vascófona, en la Ribera.
– ¿Existen reticencias hacia la extensión del euskera en parte de la sociedad navarra o en zonas como la Ribera?
– No se trata de que haya reticencias o no, sino de respetar la realidad sociolingüística de nuestra comunidad. Y esa realidad, sustentada en numerosos estudios, dice que solo en torno al 1% o 2% de la ciudadanía de la Ribera habla euskera. En mi cabeza no cabe que impongamos realidades, soy más de convencer y de promover la voluntariedad. Mientras sea presidenta del Gobierno la imposición no va estar en la agenda política.
– ¿Cómo ve el panorama de la derecha navarra?
– Todavía no sabemos cuál es su oferta electoral. Les veo despistados. Esparza –presidente de UPN– está muy debilitado internamente. Lo que les pasó a cuenta de la reforma laboral –sus dos diputados en el Congreso votaron junto al PP – les ha abierto una crisis. NA+ está formada por UPN, PP y Ciudadanos. Estos últimos se encuentran en peligro de extinción. En todo caso, no tienen con quién sumar.
– ¿Le inquieta el 'efecto Feijóo'?
– No hay ya tal efecto. En todas las formaciones cuando hay un cambio de liderazgo siempre se produce un efecto de empuje y de ilusión, como ha pasado con Feijóo, pero su valoración va a menos.
– Una derecha navarra dividida facilitará su reelección.
– Juntos o separados no llegan a una mayoría absoluta, así que ....
– ¿Cómo es la relación del Gobierno de Navarra con el de Euskadi?
– De buena vecindad. En algunas cosas coincidimos y en otras no en relación al Gobierno de España. No podemos vivir de espaldas a una comunidad vecina, como hicieron otros gobiernos de Navarra. Por otra parte, estoy agradecida de la ayuda que recibimos cuando se desataron los incendios de junio. También con Aragón y La Rioja.
– ¿Qué siente cuando desde determinados ámbitos sociales y partidos de Euskadi, y también en Navarra, se aspira a una unificación de ambas comunidades?
– Respeto esas aspiraciones, pero no las comparto. No es mi opción, ni muchos menos. En Navarra no hay una mayoría social que apueste por la unificación. Pido respeto a nuestro marco institucional. Somos una comunidad que cuenta con sus propios Fueros enmarcados en la Constitución.
– ¿Siente que la identidad de Navarra es respetada cuando desde Euskadi hay quien piensa que ha sido desgajada y que hay que recuperarla?
– En todo caso, la historia nos dice que sería al revés. De todas formas, en esta legislatura en la relación que hemos tenido con el Gobierno Vasco no he percibido ni una sola falta de respeto.
– La Constitución establece un procedimiento para la incorporación de Navarra a Euskadi... ¿Habría que eliminarlo?
– Este debate solo surge cuando se inician campañas electorales. No es una cuestión de debate ciudadano. Me reafirmo en el actual marco institucional de Navarra.
– ¿Existe una identidad navarra compartida o se produce una clara diferenciación entre el norte y, por ejemplo, la Ribera?
– Son dos identidades distintas y respetables, y que conviven en un mismo territorio. En esta legislatura no hemos puesto encima de la mesa los diferentes sentimientos identitarios de cada formación política o de la ciudadanía. De hecho, siendo un gobierno plural podrían haber surgido roces, pero no ha habido debate identitario porque nos hemos centrado en lo que nos une. Navarra tiene múltiples sensibilidades. Los que se sienten solo vascos, los que sienten solo navarros, los que sienten vascos y navarros, los que sienten navarros y españoles, los que se sienten ciudadanos del mundo...
– En 2023 también serán las elecciones generales. ¿Ha terminado el ciclo del PSOE?
– Para nada. El Gobierno de España está atendiendo a lo urgente y a lo importante, y llevando a cabo transformaciones de calado. Además, jamás España ha tenido tanta influencia en Europa.
– Si gana el PP y necesita el apoyo de Vox para lograr la Moncloa, ¿ve peligrar el Convenio navarro o el Concierto vasco?
– Sin duda. Me remito a los hechos. En la actualización del Convenio votada en el Congreso recientemente Vox hizo una intervención en la que votó en contra.
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