López, un defensa central para el partido más difícil
El exlehendakari intenta blindar al PSOE en su flanco débil, el que más sufre el desgaste y puede fugarse al PP
La elección de un veterano como Patxi López como portavoz parlamentario, de la ministra de Hacienda María Jesús Montero como vicesecretaria general del PSOE y ... de la aragonesa Pilar Alegría como portavoz del partido completan una operación de alcance que debería tener su continuidad con un reajuste del Gobierno después del verano. El objetivo, que el PSOE recupere iniciativa y energía política para hacer frente al desgaste que confirman las encuestas. Que recupere el ánimo y la ilusión perdidas a pesar de las encuestas y de una situación económica muy compleja. El PSOE necesita que su relato socialdemócrata se abra paso frente a los ruidos que proyectan las desavenencias de la coalición con Unidas Podemos, que el relato socialdemócrata active y movilice a su alicaído electorado para los tiempos que vienen, que se antojan muy complicados.
En tiempo de tribulación el presidente vuelve a los clásicos. El exlehendakari es un parlamentario avezado, tiene olfato y reflejos y sabe perfectamente dónde están los puntos débiles del proyecto. Es consciente de que, por ejemplo, de los flancos frágiles que sufre el PSOE. Uno es el de los jóvenes. Otro es el de las clases medias. El tercero es el problema que generan las relaciones con EH Bildu. En buena medida, el presidente intenta taponar con su elección un frente vulnerable que el Partido Socialista tiene abierto en canal, especialmente sangrante en una parte de su electorado, el más moderado, el más incómodo con los acuerdos con la izquierda abertzale. Los socialistas saben hace tiempo que este es un punto muy delicado que necesitan cuidar mucho mejor.
López tiene el pedigrí de haber sido el lehendakari de Euskadi en una etapa en la que protagonizó de forma clara la denuncia de ETA y la oposición al proyecto totalitario que representaba. El lehendakari con el que se produjo el cese definitivo del terrorismo. En buena medida es el blindaje que el PSOE necesita para proteger mejor esa vertiente de centro y taponar la fuga que empieza a detectarse a favor del PP. Un fenómeno novedoso que no se circunscribe a Madrid. Las elecciones andaluzas han encendido las alarmas. Sobre todo en las ciudades. Si hasta un 15% del voto nuevo que recibe el PP viene del ámbito socialista, como señalan algunas encuestas, el PSOE tiene grave fuga que debe cortar a tiempo sino quiere que vaya a más.
La «restauración»
López culmina con su cargo la reconciliación interna con el presidente, al que se enfrentó con una cultura diferente del partido, el presidente termina paradójicamente con el 'sanchismo' y vuelve a los principales referentes de la época de Alfredo Pérez Rubalcaba como Patxi López, Óscar López, actual director de gabinete en Moncloa, y Antonio Hernando, que no apoyaron su candidatura, o a Pilar Alegría, que en su momento fue consejera con el socialista Marcelino Iglesias en Aragón y respaldó a Susana Díaz. Iván Redondo -el exdirector de gabinete- suele llamar a este giro 'regreso al restauración» más que la 'perestroika' que defiende para que el PSOE se abra más a la sociedad. Pero la táctica ha vencido a la audacia en estos tiempos líquidos y volátiles. Patxi López representa una terapia convencional de choque. Riesgo cero.
Sánchez intenta que el partido se ponga las pilas en todos los territorios, ha entendido que necesita un partido unido, ha decidido pactar con los sectores del PSOE que desconfiaban de él y ahora hacen piña con el presidente. Cierre de filas para evitar el naufragio.
Los resultados se verán en breve. Otoño será el momento decisivo. Otros nombramientos hay que verlos también en este contexto de cambio. La llegada de María Jesús Montero como nueva vicesecretaria general encierra una clave territorial andaluza. Montero podría ser la candidata socialista a la Alcaldía de Sevilla en las elecciones municipales que el PSOE necesita conservar a toda costa.
Patxi López lleva la genética socialista en su ADN. El hijo de 'Lalo' López Albizu, el histórico sindicalista de la Margen Izquierda, donde aprendió a saber lo que era la militancia en la clandestinidad y por su casa de Portugalete desfilaban los principales dirigentes del PSOE para cenar el bacalao que preparaba su madre con miedo a que la Policía irrumpiera en casa y les diera tiempo a quemar papeles. De aquel Patxi López dantzari al futuro portavoz parlamentario ha llovido mucho. Pero conserva algo: un sentido de la lealtad a las siglas por encima de todo. Es cuestión de familia. En eso el exlehendakari es todo un sentimental.
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