Ortuzar mantendrá a su núcleo duro en el EBB ante un tercer mandato marcado por el Covid

«En política son buenos los recambios, pero la militancia ha entendido que el partido está bien y que fuera las cosas están muy complicadas por la pandemia, así que más vale lo conocido que una excesiva innovación». Esta frase pronunciada por Ortuzar la semana pasada resume a la perfección la reflexión que han llevado a cabo en el PNV de cara a afrontar la grave crisis sanitaria, económica y social que ha provocado el Covid-19. Una versión actualizada de la máxima ignaciana 'en tiempo de desolación, no hacer mudanza'. Bajo este principio, el EBB mantendrá su estructura actual prácticamente intacta y solo renovará a uno o dos de los ocho burukides que deben acompañar al presidente en la ejecutiva. En el caso de Xabier Barandiaran (Ataun, 1969), además, aportará una amplia experiencia política como asesor de estrategia de la Diputación de Gipuzkoa.

Los jeltzales cerraron entre el viernes y el sábado el proceso de renovación de sus ejecutivas territoriales, que se decantaron por la continuidad en la mayoría de las presidencias –Joseba Egibar seguirá al frente del GBB, al igual que Itxaso Atutxa en Bizkaia, José Antonio Suso en Araba y Unai Hualde en Navarra–, aunque la combinaron con una importante renovación en sus burukides. En la ejecutiva guipuzcoana, por ejemplo, nueve de los catorce cargos que acompañarán a Egibar en la ejecutiva recién elegida serán nuevas incorporaciones. La única presidencia territorial que cambia es la de Iparralde, donde Peio Etxeleku ha cogido el testigo de Pako Arizmendi por el deseo de éste de abandonar el liderazgo del Ipar Buru Batzar.

Las asambleas territoriales que eligieron a las nuevas ejecutivas también aprobaron sus listas para el EBB, una propuesta que incluye un candidato a presidente de la ejecutiva nacional y el nombre de los ocho burukides que deben acompañarle. No son listas cerradas, sino que cada asamblea territorial propone los ocho integrantes que reciben más apoyos, que posteriormente son defendidos en la Asamblea Nacional por los representantes que le corresponden a cada territorio. En el caso de Gipuzkoa, se trata de 25 delegados que tienen el imperativo de votar en la asamblea por los candidatos al EBB refrendados por su órgano territorial. El día 10 de diciembre, una vez que los representantes de los cinco territorios emitan sus votos en la Asamblea Nacional, los ochos aspirantes con más respaldos serían elegidos como burukides del EBB, del que también forman parte los cinco presidentes territoriales en virtud de su cargo.

Las listas para el EBB que han salido de las diferentes asambleas territoriales confirman esa apuesta por la continuidad en la ejecutiva nacional. En el caso de la propuesta de Gipuzkoa, los únicos nombres novedosos que aparecen con respecto a la actual dirección son los de Xabier Barandiaran –que ocuparía el lugar del también guipuzcoano Iñaki Txueka– y el de la alavesa Nerea Melgosa. María Eugenia Arrizabalaga (Zumaia, 1967) seguirá de burukide.