«Ha sido un momento muy duro volver al lugar del atentado en el Hotel Monbar»

El hijo de Agustin Irazustabarrena fue ayer el encargado de poner voz a las reivindicaciones y sentimientos de las cuatro familias reunidas en una emotiva ofrenda floral en la calle Pannecau número 24, el mismo lugar donde se hallaba el establecimiento hotelero de la capital lapurtarra. Les acompañaron sus familias al completo y numerosos allegados. «Es muy doloroso. Mas nuestro deseo es convertir ese dolor en virtud, que nuestras vivencias sirvan de acicate para que no vuelva a suceder, ni aquí ni en ningún otro lugar. Ni ahora ni después. Porque no hay razón de Estado que permita, desde el poder, vulnerar los derechos humanos. Es nuestro deseo que todos sigamos dando pasos adelante con valentía y determinación. El objetivo merece el esfuerzo», expresó en nombre de las familias.

En conversación con este periódico, Begoña Arbelaiz, viuda de Agustin Irazustabarrena, confesó, tras el emotivo tributo, que «ha sido ver la calle y me he puesto muy, muy nerviosa. Ha sido un momento muy duro para mí volver al lugar del atentado en el hotel Monbar». La familia Irazustabarrena Arbelaiz vivía muy cerca del hotel Monbar. «Todavía me pone muy nerviosa recordar todo. Es como si hubiera pasado hace dos días. Hacía varios años que no volvía a este lugar porque son unos recuerdos muy malos a pesar de que en esa ciudad también tenemos unos grandes recuerdos. Hubo una época que vivimos bien pero cuando empezó el GAL cambió totalmente la historia y era una inseguridad total y mucho miedo».

El homenaje organizado por las familias, con el apoyo de Egiari Zor, contó con la presencia de la directora de Víctimas del Gobierno Vasco, Ainhoa Zugasti, y el director de Gogora, el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos, Alberto Alonso, así como los alcaldes de Astigarraga, Xabier Urdangarin; Hernani, Xabier Lertxundi; y Zestoa, Mikel Arregi o el cantante Fermin Muguruza. Las familias reconocieron que «el calor y la solidaridad de la ciudadanía» les ha ayudado «a seguir avanzando y de alguna manera ayudándonos a compartir nuestro dolor». Desde las instituciones, sin embargo, «no hemos recibido apoyo durante estos 40 años», denunciaron. Al mismo tiempo, reconocieron que «más allá de nuestro caso particular», es importante la presencia en al acto de representantes públicos de ambos lados de la frontera: «Agradecemos, que estéis hoy aquí». La viuda de Irazustabarrena también citó el «olvido» durante cuatro décadas, pero reconoció que la asistencia de las autoridades vascas «es un pasito».

Los hechos recordados tuvieron lugar la noche del 25 de septiembre de 1985, cuando dos sospechosos se acercaron al bar del hotel y comenzaron a disparar. Tirotearon a las víctimas en la cabeza y el tórax. Asteasuinzarra, Etxaniz e Irazustabarrena murieron en el acto, mientras que Etxaide falleció en el hospital de Baiona. Iriart resultó herido en una mano. Tras escuchar los disparos, varias personas corrieron tras ellos. Fueron interceptados poco después en un puente cercano.

Arbelaiz recordó que este lunes el Instituto de la Memoria inaugurará en San Sebastián la exposición 'Hotel Monbar, 1985. 40 años de la mayor masacre de los GAL'. En su opinión, es «importante» que se pueda ver una muestra dedicada a este atentado para que «por lo menos la sociedad se entere de lo que realmente pasó y que la gente joven, que no está muy informada, sepa que ha habido otras víctimas también que lo hemos pasado muy mal. Eso es justamente lo que nos duele, sobre todo, porque somos familias de víctimas que hemos estado bastante olvidadas».