El lehendakari que clamó contra el asesinato de Miguel Ángel Blanco a las puertas de Ajuria Enea
Ardanza entendió que la unión de los demócratas y la movilización ciudadana era el mejor instrumento para combatir la violencia
José Antonio Ardanza fue el lehendakari que activó la movilización ciudadana contra el terrorismo de ETA. El exlehendakari jeltzale entendió que la unión de todos ... los demócratas era el mejor instrumento para combatir la violencia y el terrorismo. La firma del pacto de Ajuria Enea que él impulsó perdura en la memoria como el momento clave de los esfuerzos de las fuerzas políticas por la deslegitimación social de la violencia que tardaría aún veintitrés años en desaparecer definitivamente. Entre otros tantos gestos, una de las imágenes más simbólicas de la determinación con la que el exlehendakari hizo frente a la amenaza de ETA tuvo lugar el 13 de julio de 1997, cuando una multitud desgarrada que clamaba justicia tras el secuestro, tortura y asesinato del edil del PP Miguel Ángel Blanco llegó hasta las puertas del palacio de Ajuria Enea. El propio Ardanza acabó subiéndose a un banco para calmar a las decenas de personas que se habían concentrado de manera espontánea.
En el paseo de Fray Francisco de Vitoria, ante la puerta principal de la sede Lehendakaritza una marea de informadores de medios de comunicación esperaba, en el interior del recinto, la lectura del documento de la Mesa de Ajuria Enea y en ese momento los manifestantes comenzaron a gritar «aquí, aquí, que hablen aquí». Los servicios de la presidencia orientaron una de las torres de altavoces hacia el exterior y la lectura del documentos se pudo escuchar con claridad. Fue interrumpido con aplausos en varios momentos y Ardanza se acercó a los congregados se subió a un banco de piedra y desde allí les instó a tener «tranquilidad y serenidad».
Más de 300 asesinados
Ardanza fue lehendakari en los años en los que ETA cometió gran parte de sus mayores crímenes en Euskadi, Barcelona, Zaragoza, Madrid... Entre 1985 y 1999 ETA asesinó a más de 300 personas, entre ellos diez de los quince ertzainas que fueron víctimas del horror de la banda. El primer atentado contra la Policía vasca, el que acabó con la vida de Carlos Díaz Arkotxa, el 7 de marzo de 1985, fue perpetrado a las pocas semanas de la llegada del mandatario jeltzale a la Lehendakaritza. Fue un ataque frontal contra la Ertzaintza. Tras el asesinato del teniente coronel superintendente jefe de la Policía vasca otros nueve ertzainas más fueron asesinados en sus años de mandato.
Ardanza dedicó gran parte de sus esfuerzos a lograr la pacificación de Euskadi y a denunciar el terrorismo de ETA. En marzo de 1989, una manifestación multitudinaria sin precedentes en Euskadi ocupó las calles de Bilbao en respuesta a la convocatoria bajo el lema «Paz ahora y para siempre». Aunque aún todavía en voz baja, la multitud desbordó las previsiones. Ardanza y los seis firmantes del pacto de Ajuria Enea en nombre de los partidos vascos ocuparon la primera fila. También dio la cara cuando ETA mantuvo secuestrado al empresario José María Aldaia. Se le recuerda asistiendo a algunas de las concentraciones de repulsa en el Buen Pastor y ante la empresa Alditrans.
La lucha contra el terrorismo en la que se comprometieron sus gobiernos con consejeros de Interior como Luis María Retolaza, Juan Lasa y Juan María Atutxa, fue el mayor de sus empeños.
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