Oposición responsable

El PP se ha volcado en tromba en articular una oposición sin cuartel contra los acuerdos que ha cerrado Pedro Sánchez con sus aliados para ... salvar su investidura. Sin embargo, la legítima crítica hacia unos acuerdos que, como apreciaba el propio García Page «tienen más de necesidad que de virtud», deberían ir siempre acompañados de una argumentación sosegada, fundamentada y sólida, alejada de cualquier tufo 'trumpista' o estridencia descalificadora, a veces rozando el insulto. No deja de sorprender que el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, después de haber logrado el pasado domingo una gigantesca movilización de reprobación a Sánchez en las calles españolas, reclamara una repetición electoral cuando a finales de septiembre perdió su investidura en el Congreso y mañana será Sánchez elegido presidente por 179 votos. Proclamar semejantes imposibles debilita cualquier argumentario, que en algunos casos suelen estar exentos de exposiciones suficientemente razonadas. Sobran exabruptos, como el lanzado por el vicesecretario de Organización, Miguel Tellado, pidiendo a Sánchez que se vaya del país escondido en un maletero, y faltan críticas respetuosas avaladas con exposiciones convincentes, como por ejemplo la casi ausencia del término 'delito' en la exposición de la ley de amnistía, ni que en ese preámbulo se recuerde ni de pasada que los agraciados con el borrado penal subvirtieron en su día el orden constitucional. Vamos, que cometieron delito.