El Gobierno Vasco permite a la exjefa de ETA 'Anboto' salir de la cárcel para cuidar a su madre
La Ertzaintza custodia a la exresponsable militar de la banda en las visitas al caserío familiar de Eskoriatza
El Departamento de Justicia del Gobierno Vasco concedió en los últimos meses de la anterior legislatura varios permisos a la exdirigente de ETA Soledad Iparragirre ' ... Anboto' para salir de la prisión alavesa de Zaballa, en la que cumple condena, y poder cuidar a su madre. Según ha podido saber este periódico, la que fuera jefa militar de la banda durante más de una década ha recibido permisos extraordinarios una vez al mes para atender a su progenitora, María Luisa G. En los primeros de estos beneficios penitenciarios, 'Anboto' acudió a un hospital de San Sebastián donde su madre estaba recibiendo tratamiento. Posteriormente, cuando fue dada de alta y trasladada al caserío familiar de Eskoriatza, la terrorista también la visitó en esa casa.
En todos sus desplazamientos y durante las estancias en la residencia familiar, la presa ha estado custodiada por agentes de la Ertzaintza. Varias patrullas han estado acompañando a 'Anboto' tanto al hospital donostiarra donde fue atendida la madre como a la vivienda de Eskoriatza, situada en una zona aislada de la localidad guipuzcoana. 'Anboto' ha recibido lo que se denominan 'permisos extraordinarios', aquellos que se pueden conceder por «cuestiones humanitarias» como puede ser la enfermedad o la muerte de un familiar y que no están sujetos a las normas de las concesiones ordinarias.
La serie de permisos fueron concedidos por el anterior Gobierno Vasco, cuando el Departamento estaba en manos de la consejera del PNV Nerea Melgosa, quien cogió el testigo de la también jeltzale Beatriz Artolazabal en el tramo final de una legislatura en la que el Ejecutivo de Pedro Sánchez puso fin de forma paulatina a la política de dispersión con el traslado de todos los presos de ETA a cárceles vascas.
De manera previa, en 2021, se había producido la transferencia de Prisiones a Euskadi. Consumado este cambio se produjeron varias concesiones de permisos polémicas, como los que permitieron la salida de etarras como Mikel Otegi, asesino de dos ertzainas en Itsasondo en 1995, o de Alicia Sáenz de la Cuesta. En 2022, por ejemplo, los presos de ETA encerrados en Navarra –donde las competencias de Prisiones no están transferidas– solicitaron su traslado a cárceles vascas por entender que era más fácil conseguir beneficios penitenciarios en el sistema que había quedado en manos de los políticos nacionalistas.
Juicios pendientes
La salida de prisión de 'Anboto' ha coincidido con su procesamiento el pasado martes por el asesinato del empresario tolosarra Patxi Arratibel, cometido hace 17 años y que permanece sin esclarecer. En ese sumario, la Audiencia Nacional acusa a la terrorista de ser una de las integrantes de la cúpula que ordenó acabar con la vida del vecino de Tolosa.
En este momento, existen más de 300 asesinatos de ETA sin resolver y el papel de Soledad Iparragirre –que nunca ha mostrado arrepentimiento y se ha negado a colaborar con la Justicia– es clave en muchos de ellos. Además, 'Anboto' tiene numerosas causas pendientes al aplicarse la doctrina de que al tratarse de una dirigente de la banda, las órdenes que obedecían los comandos para llevar a cabo atentados eran impartidas por ella, junto con otros dirigentes. Por ejemplo, está procesada por el asesinato de Miguel Ángel Blanco –del que ahora se cumplen 27 años–, junto con otros miembros de la dirección terrorista. En 2022, también fue condenada a 425 años de cárcel por un atentado frustrado registrado en Vitoria en 1985.
En casos como el de Blanco o Arratibel, 'Anboto' ha sido procesada junto con su marido, Mikel Albisu, 'Mikel Antza'. Hasta 2004, ambos ejercieron la máxima dirección de la banda: él como responsable del aparato político y ella como la dirigente militar. Su hijo Peru Iparragirre es ahora uno de los líderes intelectuales que encabeza la disidencia contra la izquierda abertzale tradicional de Sortu.
El caserío en el que un etarra pidió la mano de 'Anboto'
Una de las paradojas de este caso es que Soledad Iparragirre está disfrutando de permisos para cuidar a su madre en el caserío de la familia. Este domicilio fue clave en la historia de ETA y marcó la vida de 'Anboto' como terrorista. El caserío se llama 'Ángel de la Guarda' (Aingeruguarda, en euskera). En los años 80 fue uno de los centros neurálgicos de ETA, ya que allí se guardaba parte de uno de los mayores arsenales de la historia de la banda. En julio de 1980, un comando se hizo con ocho toneladas de goma-2 en un asalto al polvorín de Soto de la Marina, en Cantabria. Más de tres toneladas se ocultaron en un zulo excavado en la cuadra del caserío 'Ángel de la Guarda'. El dueño del inmueble era Santiago Iparragirre, padre de 'Anboto'.
Pero el lugar también servía, al menos desde 1974, como escondite para los terroristas que entraban en España a cometer atentados, en especial, para los miembros del 'comando Araba'. Los etarras pasaban largas temporadas ocultos en 'Ángel de la Guarda' y uno de ellos, José Manuel Aristimuño, 'Pana', se enamoró de la hija del dueño. Este asesino, que ya había matado al menos a cinco personas a sangre fría en Álava, pidió permiso a Santiago Iparragirre para salir con su hija Soledad. Le fue concedido.
Aristimuño, que se convirtió en novio de 'Anboto', murió en un enfrentamiento con agentes de la Policía en marzo de 1981, en un tiroteo registrado en el céntrico parque de La Florida de la capital alavesa. Cinco días después, la Policía Nacional entraba en 'Aingeruguarda' y detenía a 'Anboto' y sus dos hermanas, así como a su madre. El padre huyó y consiguió esconderse en Francia. Tras ser puesta en libertad, Soledad Iparragirre le siguió, cruzó la frontera y se integró en ETA.
En 1985 ya era una pistolera del comando Araba, el mismo en el que había militado su novio muerto. Así inició una carrera criminal en la que se le imputan más de catorce asesinatos. Llegó a estar integrada en el comando Madrid y en 1994 ya era la jefa de los comandos de la banda.
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