La candidatura de Podemos Euskadi que lidera Miren Gorrotxategi, bendecida por el todopoderoso sector 'pablista', ha alentado desde el minuto uno de su triunfo en ... las primarias la posibilidad de activar un eje de izquierdas con PSE-EE y EH Bildu, similar al acuerdo presupuestario cerrado en Irun, para desalojar al PNV del poder. Gorrotxategi ha llegado a anunciar que, si dan los números, hablaría la misma noche electoral con las otras candidatas porque, además, «mola» que sean mujeres. Sin embargo, la ilusión de la recién estrenada candidata de Podemos ha durado bien poco porque el mismísimo Arnaldo Otegi, coordinador general de EH Bildu, ha enfriado esta legítima alternativa al nacionalismo por ser una opción poco madura. A buen seguro, el líder de la coalición independentista habrá tenido en cuenta para expresar esta reflexión que ambos partidos, PSOE y Podemos, son constitucionalistas y, como detalle accesorio, sus representantes en el banco azul del Gobierno aplaudieron al Rey sin remilgos. Son dos partidos de izquierda, pero están en las antípodas de la reivindicación independentista que por antonomasia esgrime la coalición aber-tzale, aunque ahora la formación de Otegi coquetee con el confederalismo pragmáticos y prefiera centrarse en un combate cuerpo a cuerpo con el PNV.
El eje izquierdista, que con los escaños actuales sumaría una mayoría absoluta, parece que tendrá que esperar un tiempo prudencial para ahormar una alternativa al actual binomio gobernante PNV-PSE en Lakua. Jeltzales y socialistas, sobre todo los primeros, tienen el viento de cola en las primeras encuestas de esta precampaña al beneficiarse de las crisis internas de PP y Podemos, dos partidos que han apoyado los presupuestos de Urkullu en diferentes fases de esta legislatura. ¿Una casualidad?
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