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La ofrenda floral en la tumba de Gregorio Ordóñez en el cementerio donostiarra de Polloe se convirtió este sábado al mediodía en un homenaje a su compromiso por la libertad, a su valentía cívica y en una denuncia explícita de la «impunidad» de quienes ejercieron ... la violencia, le dieron justificación o han sacado un provecho político de la intimidación social en los años del terrorismo.
Bajo un fuerte aguacero que se precipitó precisamente durante el discurso, y en presencia de Ana Iríbar, la viuda del asesinado, la hermana de Ordóñez aseguró que esta era la última ofrenda floral que llevaba a cabo, precisamente al cumplirse los 30 años de su asesinato el 23 de enero de 1995 mientras almorzaba en el bar 'La Cepa' de la Parte Vieja de San Sebastián. «Resulta doloroso comprobar que la derrota de ETA con la que soñó Gregorio nunca se produjo», señaló su hermana, Consuelo Ordóñez durante el acto. Aunque aclaró que el hecho de que la organización terrorista «no mate es lo mejor que nos ha pasado».
A la ofrenda acudieron, entre otros, el alcalde de San Sebastián, Eneko Goia; la presidenta del Parlamento Vasco, Bakartxo Tejería; la consejera de Justicia y Derechos Humanos, María Jesús San José; la delegada del Gobierno en Euskadi, Marisol Garmendia, así como numerosos amigos, dirigentes y miembros del PP, PSE, PNV y Elkarrekin Podemos, además de ciudadanos. También estuvieron presentes el consejero delegado de Repsol: Josu Jon Imaz, el filósofo Fernando Savater, el director del Zinemaldia donostiarra José Luis Rebordinos y el director del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, Florencio Domínguez.
Con su vehemencia habitual, Ordóñez preguntó a un público protegido del viento y la lluvia con paraguas y chubasqueros «¿Qué ha pasado en estos 30 años en la política de nuestro país para que tantos ciudadanos encuentren un refugio, un bálsamo, en la voz de Gregorio? ¿Qué ha pasado para que sus palabras suenen tan actuales, a pesar de que las pronunciase hace más de 30 años? ¿Qué ha pasado para que tantas personas se sientan más representadas por Gregorio Ordóñez que por los políticos que le han sucedido?».
Consuelo indicó que Gregorio Ordóñez no entendía el compromiso público como una estrategia para alcanzar el poder, sino para servir a la gente «en blanco y azul», en alusión a su pasión por la ciudad, «y si para servir a los intereses de los donostiarras tenía que llegar a acuerdos entre diferentes, lo hacía». Destacó que él fue capaz de entenderse con el PNV, con EA y con el PSE. «ETA acabó con Gregorio Ordóñez para evitar que él acabase con ETA», apuntó tras destacar que fue capaz de «romper las cadenas del miedo». En su opinión, su mensaje fue radical en dos cosas: en la beligerancia contra los violentos y en su honradez.
«Treinta años después de su asesinato, resulta doloroso comprobar que la derrota que él soñó nunca se produjo. Que han sido demasiadas las ocasiones en las que se ha negociado con ETA o se ha transigido con sus exigencias, y que lo han hecho todos los que han gobernado nuestro país, también los de su partido», subrayó. «Los terroristas y sus apoyos no podían tolerar que una ciudad en la que habían tenido tantos apoyos sociales y políticos tuviera un alcalde como él», dijo más adelante, tras criticar la estrategia de negociación con ETA que significaba «prostituir la democracia»».
Documental íntegro
Ordóñez cargó con severidad contra lo que entiende como 'impunidad' del entorno violento. Con la negociación «se ha conseguido que ETA ya no nos mate, lo cual es, sin duda, lo mejor que nos ha pasado en nuestra historia reciente. Nunca ha habido un tiempo mejor para vivir y para hacer política en nuestro país que sin ETA. Pero la tan ansiada paz se ha logrado a cambio de un precio: la legalización de los brazos políticos de ETA, la escenificación de un final sin vencedores ni vencidos y la impunidad para muchos de sus asesinos. Y las víctimas estamos pagando las consecuencias de este final».
En ese sentido, criticó la concesión de tercer grado a presos de ETA, que ha considerado «fraudulentos». «Yo me pregunto si se puede considerar un éxito que esos mismos jefes políticos de ETA estén hoy en las instituciones cada vez con más poder», remarcó.
Durante su intervención, la hermana de Ordóñez reveló que este tipo de ofrendas florales en el cementario se llevan a cabo «por culpa de la Iglesia vasca» al responsabilizar directamente a un antiguo párroco de la Sagrada Familia, del barrio de Amara, por oponerse a celebrar un funeral en memoria de Gregorio al año del asesinato después de pedírselo personalmente. También agradeció expresamente al alcalde Goia, por haber acudido todos los años al homenaje «y escuchar estoicamente mis críticas».
El expresidente del Gobierno central, José María Aznar, participará, junto a dirigentes del partido, en la III edición de la Escuela Gregorio Ordóñez que Nuevas Generaciones Euskadi organizan el próximo viernes 31 de enero y el sábado 1 de febrero en Tabakalera de San Sebastián. El presidente del PP vasco, Javier de Andrés, la presidenta del PP de Gipuzkoa, Muriel Larrea, y el presidente de Nuevas Generaciones Euskadi, Pablo Gómez, han presentado estos días los actos organizados por el PP para conmemorar el 30 aniversario del asesinato de Gregorio Ordóñez por ETA. Aznar era presidente del Gobierno en el momento del atentado.También acudirá la viuda de Ordóñez, Ana Iríbar, y dirigentes del PP como Cuca Gamarra, Carmen Fúnez, y también del PP europeo como Dolors Monserrat, Javier Zarzalejos y Borja Jiménez.
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