Comparte una sociedad en Beasain con el jefe de una red de prostíbulos
El entramado societario en el que Joseba Antxon Alonso Egurrola figura bien como administrador único o como socio le une también a un empresario ... de perfil un tanto oscuro como Arsenio Pérez Viéitez, quien pasa por ser uno de los responsables de la denominada Operación Pompeya. Se trata de una presunta red de fraude millonario que la Audiencia Nacional viene investigando desde hace una década en 16 prostíbulos importantes de todo el Estado. Treinta personas son acusadas de más de un centenar de delitos fiscales por un valor de 2.000 millones de euros. Así, tanto Pérez Viéitez como el empresario de Elgoibar figuran como apoderados de la sociedad mercantil Residencial Las Merindades SL, que tiene su sede en Beasain, según los datos que figuran en la nota simple de la empresa en el Registro Mercantil de Gipuzkoa, a la que ha tenido acceso este periódico.
En concreto, esta sociedad está domiciliada en el número 5 de la Plaza Zelaeta Berri de la localidad vagonera. Fundada en 2005, oficialmente se dedica a la compraventa de bienes inmobiliarios por cuenta ajena. Su objeto social detalla que se dedica a la «compraventa de terrenos y su parcelación, urbanización y transformación, edificación, reparación y mantenimiento de elementos constructivos, así como al arrendamiento y venta de los mismos».
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Al margen de este vínculo empresarial entre Viéitez y Alonso, la prostitución está presente en esta trama de comisiones irregulares conocida también como 'caso Ábalos' o 'caso Koldo'. Es lo que reflejan varias conversaciones telefónicas que el asesor de Ábalos grabó a su entonces jefe y a Santos Cerdán. Por ejemplo, un extracto de un audio recogido por la UCO en el que Koldo le dice al exministro: «Si vienen aquí, ya sabes quién va a venir, eso lo tengo claro. Si viene aquí, tienes a la Ainara (...). A la Ariatna, que está bien, que está recién... está bien, está perfecta». «Y la colombiana», apostilla Ábalos, «y la otra». «No –responde Koldo–, si yo quiero la otra también, pero era porque cambiaras tú. Pero a ti te gusta más Ariatna». «No sé –inquiere Ábalos–. La Carlota se enrolla que te cagas». «Pues la que tú quieras. O Ariatna y Carlota, y a tomar por c...».
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