Borja Sémper: «Casado es cada vez más consciente de que el PP debe asentarse en la centralidad y la moderación»
Presidente del PP en Gipuzkoa ·
«Es inaceptable proyectar una sombra de sospecha o tirar por tierra el inmenso trabajo y sacrificio del partido en Euskadi»El cierre de filas de Pablo Casado con el partido de Alfonso Alonso este fin de semana en Vitoria viene a corroborar, a juicio de ... Borja Sémper, que «el PP vasco es mucho PP vasco». El portavoz popular en la Cámara vasca da por zanjada una crisis abierta en el seno del partido tras las polémicas afirmaciones de Cayetana Álvarez de Toledo al cuestionar la apuesta del PP vasco en favor de la foralidad y su supuesta «tibieza» ante el nacionalismo vasco. «Somos los últimos foralistas», confiesa.
-¿Sigue indignado por las palabras de Álvarez de Toledo?
-No. Por mi parte el asunto ya está zanjado. Pero me incomoda entrar en estos rifirrafes porque creo que de esta manera el mensaje que lanzamos a la sociedad es poco edificante. Es decir, políticos discutiendo entre ellos y además por cosas absurdas... Porque es tan obvio el compromiso del PP vasco en defensa de la convivencia y, por lo tanto, de la Constitución, y es tan obvio el marcado carácter foral de nuestra política, que haber sido cuestionados por nada menos que nuestra portavoz en el Congreso nos removió mucho. Y si me meten el dedo en el ojo, respondo.
-¿Usted conoce a Álvarez de Toledo personalmente? ¿A qué cree que se debieron esas críticas?
-Hemos coincidido en alguna ocasión en Madrid, pero poco más. Probablemente haya una cierta tendencia en determinados espacios madrileños mediáticos, y supuestamente intelectuales, a desprestigiar el compromiso del PP vasco. No sé con qué objetivo. Quizá también por desconocimiento. La falta de conocimiento, no saber por ejemplo qué representan las instituciones forales, lo podría entender y respetar. Lo inaceptable es proyectar una sombra de sospecha o tirar por tierra el inmenso trabajo y sacrificio del partido en Euskadi.
-Y usted respondió de manera contundente. ¿Se arrepiente?
-No me siento del todo satisfecho, aunque no estoy arrepentido. Pero no es mi estilo. Yo aspiro a llevarme bien con mis adversarios y, por supuesto, con mis compañeros. Y aspiro a que la política se mueva en otros términos. Pero a veces hay que responder con contundencia ante las injusticias. Y este episodio viene al caso para reflexionar sobre lo que creo que necesita la política, que es recuperar espacios de educación, humildad y respeto. Creo que estas cualidades se han perdido y se ha entrado en una senda de agresividad y de levantar trincheras y muros entre diferentes. Y hay que romper con esto. Por eso dije lo que dije.
-Les dolieron mucho esas críticas...
-Es que se puede estar de acuerdo o no con nosotros, es legítimo, pero lo que no se puede hacer es manchar nuestra trayectoria y compromiso, porque es hacerlo también con los compañeros que se quedaron en el camino y con quienes dedicamos los mejores años de nuestra vida a defender una idea política.
-Críticas que provocaron el rechazo en su partido, pero también en otras formaciones.
-Sí. Es que quien conoce nuestra trayectoria, insisto, incluso nuestros adversarios, reconocen lo que nos hemos dejado en el camino. Y me quedo sobre todo con la reacción de apoyo, solidaridad y comprensión de decenas de compañeros del resto de España, de dirigentes provinciales y territoriales.
-Tras el respaldo del líder de su partido, Pablo Casado, ¿se cerrarán las tensiones entre el PP vasco y Génova?
-Creo que es normal que en un partido tan plural existan tensiones. Yo defiendo que no milito en una secta sino en una formación política, y es lógico que surjan discrepancias. Hay que desdramatizar estos desacuerdos, no podemos tener solo una voz, puede haber varios instrumentos que formen una orquesta. Nosotros nos sentimos orgullosos de formar parte de un partido de ámbito nacional, pero tenemos un perfil muy marcado y nos gusta alimentarlo. Nuestra prioridad es representar en Euskadi una opción hecha por vascos y para vascos. Y el respaldo de Casado en Vitoria viene a corroborar que el PP vasco es mucho PP vasco.
-¿Consideró sincero el apoyo de Casado o vio un intento de arreglar las cosas ante unas posibles nuevas elecciones?
-Fue completamente sincero. Pablo tiene un afecto muy especial hacia quienes hacemos política en el País Vasco y nos entiende muy bien. Nos sentimos respaldados.
-¿Se siente cómodo con el PP de Casado o ve un exceso de derechización en algunos aspectos?
-Yo defiendo una política hecha desde la centralidad, que se obsesione con no generar más conflictos, con no echar más leña al fuego, ni avivar las discrepancias, sino que busque puntos de encuentro. Como ya he comentado, en este momento en España la política se mueve en un terreno de enfrentamiento entre diferentes. Y el PP no ha sido ajeno a esa dinámica. Pero veo que de un tiempo a esta parte se van calmando las aguas y el discurso de nuestro partido a nivel estatal, de Casado, es cada vez más consciente de la necesidad de ocupar la centralidad de la política española. Esto es un proceso que llevará al PP a asentarse en un discurso que nos ha llevado al éxito, que es el de la moderación y el de la búsqueda de entendimiento desde unos principios sólidos, pero entendiendo la pluralidad de la sociedad.
-¿Un alejamiento de esa centralidad provocaría una mayor fuga de votos en Euskadi?
-Los resultados electorales son fruto de muchas circunstancias y nosotros llevamos perdiendo votos desde el tiempo de María San Gil, cuando se fueron más de 100.000. Esto nos ha obligado a reaccionar actualizando nuestro discurso y nuestros principios foristas para corregir esa deriva. Es lo que acordamos en la convención.
-Usted compartió el sábado mesa y mantel con Casado. ¿De qué hablaron?
-Fue un almuerzo muy cordial y amable. Hablamos mucho de lo personal y poco de lo político. Pero también aprovechamos para explicarle que el sistema foral en Euskadi está amenazado y acosado por EH Bildu y por Vox, que curiosamente comparten lo mismo: no reconocen la España de las autonomías, tampoco la foralidad, y no creen en ella.
-¿Y hablaron del debate del nuevo estatus?
-Le explicamos que sobre nuestro modelo estatutario y foral se cierne una gran amenaza: la reforma del Estatuto aprobada por el PNV y EH Bildu que se carga las competencias de los entes forales para darle más al Gobierno Vasco. Esto hay que contarlo fuera de Euskadi. Porque si lo cuentas, entonces se entiende que el hecho foral es el que da sentido y anclaje institucional a Euskadi en el conjunto de España, que se crea antes que el nacimiento del nacionalismo vasco, que pretende reconocer unas singularidades y que otorga competencias de gestión a los entes forales y hace que esa gestión sea más cercana al ciudadano. El PNV y EH Bildu no creen en la foralidad. Nosotros somos los últimos foristas.
-¿Comparte la idea de Casado de fusionar PP y Ciudadanos para obtener así más votos?
-Si el motivo es ganar más votos, me reafirmo que en política no siempre uno más uno son dos. El PP vasco tiene una personalidad tan potente, se sustenta en un proyecto político tan claro, que agregar a un partido como Ciudadanos debería ser siempre con la garantía de que aceptase la España descentralizada, la Euskadi foral y el Concierto Económico. Si no, no hay posibilidad de entendimiento. Expresiones como que el Concierto Económico es un privilegio nos distancian completamente.
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