«Ver a EH Bildu babear por pisar la moqueta del Congreso para nosotros es justicia poética»

-No, hombre, ¡bienvenidos al club! Utilizando una expresión que le gusta mucho a Arnaldo (Otegi), que Bildu tenga grupo propio en Madrid y lo celebre tanto es justicia poética para nosotros. Hemos estado 40 años aguantando sus pullas sobre para qué ir a Madrid, la izquierda abertzale siempre nos ha zumbado por eso. Así que ver ahora a EH Bildu babear por pisar la moqueta del Congreso para nosotros significa que se viene a nuestro lado.

-Pero también les pueden hacer la competencia en ese flanco.

-Tenemos confianza en nuestra forma de hacer política y, así como nuestro eje va a ser únicamente la agenda vasca, Bildu tendrá una agenda diferente: por un lado estará el tema de los presos y luego se escorará a una agenda de ultraizquierda para competir con Podemos.

-Algunos círculos económicos han mostrado recelos ante la entrada de Podemos en el Gobierno. ¿Al PNV le preocupan algunas de las medidas económicas que podría impulsar la formación de Iglesias?

-Nosotros no vamos a avalar con nuestros votos ninguna radicalidad de Podemos, eso está claro. Cuando uno entra a un gobierno se tiene que hacer mayor de edad, y más cuando está en el marco de la Unión Europea. Le pasó a Tsipras en Grecia, que terminó aceptando las reglas europeas, y aquí estoy seguro de que pasará lo mismo. El PNV intentará que no se meta la pata. A nosotros nos va a tocar jugar un papel de contrapeso o de estabilizador de los riesgos y las ensoñaciones que pueda tener una parte de Podemos.

-Pablo Iglesias, como vicepresidente, ¿será diferente a aquel que pretendía asaltar los cielos?

-Es probable. Supongo que dejará de ser Pablo Iglesias, secretario general de Podemos, para ser Pablo Iglesias, vicepresidente o ministro de no sé qué. Tendrá que entrar en el marco de unas reglas de juego de gobernabilidad, de legalidad y procedimentales. Y eso le hará ser consciente de que no puede asaltar los cielos. Pero es una persona pragmática e inteligente, por lo que intentará llevar al PSOE hacia políticas más de izquierdas, pero sin romper la baraja. Eso espero, al menos.

-¿Sánchez podrá dormir tranquilo con Iglesias como vicepresidente? ¿Cómo prevé esa convivencia?

-Espero que hayan madurado, porque un gobierno de coalición es complejo. Los inicios pueden costar y será básico que tengan química.

-¿El mayor riesgo de este primer gobierno de coalición desde la Transición es que, si sale mal, el principal beneficiado pueda ser un partido como Vox?

-Sí, claro, pero todas las fuerzas políticas, las que apoyen al Gobierno y las que estén en la oposición, debemos tener claro que o ponemos en su sitio a Vox o van a salir ganando siempre. Y sobre todo ganará a costa del PP. Vox puede acabar con el PP a medio plazo si no espabilan. A ellos también les interesa el cordón sanitario que nosotros propugnamos, como se hace en toda Europa, porque si no el PP será el siguiente Ciudadanos. Si se blanquea a Vox y se le trata como un partido democrático más, ¿por qué no se van a ir muchos votantes con él si es el que más claro habla? Aquí el problema no es lo que dice Vox, que es pura manipulación, sino para qué quiere usar Vox el poder, que es para cargarse el sistema democrático. Lo peor de la repetición electoral es que ahora hay 52 energúmenos de la ultraderecha en el Congreso.

-Viendo la fortaleza del PNV en las últimas citas electorales, ¿les podría interesar un adelanto electoral en Euskadi?

-Nosotros nunca hacemos esos cálculos, nos gusta hacer las cosas a su tiempo. Iremos viendo, ahora estamos negociando unos Presupuestos que serían importantes para acabar bien la legislatura y ojalá encontremos un socio. Las elecciones serán cuando el lehendakari determine que es el mejor momento para Euskadi, y no creo que esté pensando en adelantarlas a principios de 2020. Creo que estarán entre finales de primavera y septiembre, que es cuando tocarían.

-Si el PNV respalda el acuerdo de PSOE y Podemos en Madrid, ¿eso facilitaría el pacto presupuestario con Elkarrekin Podemos?

-La mejora de relaciones puede influir, pero supongo que Podemos Euskadi querrá gestionar aquí su posición política. Nosotros también queremos que el acuerdo sea vasco.