Adiós a Muguruza, símbolo del Derecho guipuzcoano
Fallece a los 86 años el decano del Colegio de Abogados de Gipuzkoa y exconsejero de El Diario Vasco
José María Muguruza Velilla murió el pasado jueves en San Sebastián a los 86 años de edad. Fue durante años decano del Colegio de Abogados de Gipuzkoa, vicepresidente y consejero del Banco Guipuzcoano, consejero de El Diario Vasco durante más de dos décadas, directivo de la Real Sociedad en la época de su presidente José Luis Orbegozo, y también presidente de la Sociedad del Hipódromo donostiarra en los años dorados de las carreras de caballos en la capital guipuzcoana. También fue condecorado en abril de 2003 por el Gobierno de España con la Gran Cruz de San Raimundo de Peñafort, una de las máximas condecoraciones en el ámbito del Derecho, una de sus grandes pasiones profesionales y vitales.
Muguruza ha sido durante numerosos años un referente del Derecho en Gipuzkoa, en donde ha asesorado a numerosas empresas y ha desplegado una intensa y prolífica actividad profesional.
Fue directivo de la Real campeona de las dos Ligas y presidió el hipódromo en su época más dorada
La otra gran pasión de Muguruza era, además de su familia, la ciudad de San Sebastián. Donostiarra hasta la médula, enamorado de la capital guipuzcoana, apasionado de sus veranos, de los baños en la playa de Ondarreta, de los paseos, de su historia, orgulloso de su tradición liberal, y estudioso de la misma. Era un discreto apasionado de San Sebastián que no renunciaba a su tradicional y cotidiano paseo desde El Antiguo hasta el centro, donde se encuentra su despacho profesional. La Real –fue directivo de aquel equipo de la dos Ligas– y el hipódromo –no se perdía una temporada en Zubieta– eran sus dos grandes pasiones.
Defensa de la libertad
Muguruza militó también en la defensa activa de la libertad frente a ETA. Estuvo, de hecho, amenazado por la organización terrorista. Recibió en el año 2000 un paquete-bomba en su domicilio y al sospechar de su envío, lo trasladó con entereza y en persona desde su domicilio a la cercana comisaría de la Ertzaintza en Ondarreta, donde comprobaron que se trataba de un explosivo. Eran los años duros de la presión de ETA contra los medios de comunicación que alcanzó su punto culminante con el asesinato del director financiero de este periódico, Santiago Oleaga, en mayo de 2001. Muguruza desarrolló también una intensa actividad como articulista en defensa de la libertad, del marco constitucional y estatutario, para defender la pluralidad ideológica del País Vasco y denunciar el proyecto totalitario que implicaba ETA.
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Un maestro
Cuando recibió la Gran Cruz de San Raimundo de Peñafort por parte del Gobierno en el palacio de La Moncloa, Muguruza señaló que se sentía comprometido con la causa de la libertad, y que en el País Vasco hay cientos de muertos y huidos, y «muchos miles de personas sumidas en un silencio opresivo que fomenta el nacionalismo». Añadió que como jurista su deber era enfrentarse a esta «afrenta al más elemental sentido de la justicia».
Cuando fue condecorado, el entonces presidente del Gobierno, José María Aznar, destacó su figura respetada y prestigiosa en el mundo del Derecho y en la sociedad donostiarra, un derecho, añadió, que representa la prevalencia de la ley «frente a la arbitrariedad y la exclusión»
De fuertes convicciones religiosas, se implicó activamente en la defensa de la libertad y la democracia, la Constitución y el Estatuto de Autonomía. Fue también un habitual articulista de opinión en El Diario Vasco, El Correo y ABC. Los funerales se celebrarán hoy sábado a las seis de la tarde en la catedral del Buen Pastor de la capital donostiarra.
