Las diez noticias clave de la jornada
Rajoy viajó ayer a Bruselas para participar en la cumbre que analizará la salida de Reino Unido de la Unión Europea.

Rajoy se plantea ir a la investidura aunque no tenga apoyos para la reelección

Reivindica su derecho a gobernar aunque sea en minoría y recomienda a Rivera «tranquilizarse» para negociar «sin presión»

NURIA VEGA

Miércoles, 29 de junio 2016, 09:36

«A la investidura se va investido». Esta es la premisa que Mariano Rajoy ha manejado desde que el pasado 22 de enero, en su audiencia con el Rey, concluyera que los números no le permitían salir victorioso del Congreso. Su rechazo al jefe del Estado se convirtió para el líder del PP en una cuestión de pura lógica. Si su reelección no era posible, ¿para qué intentarlo? Cinco meses después, sin embargo, los populares cuentan con nuevas cartas para jugar la partida. En concreto, con 137 diputados, 14 más que en los anteriores comicios. Una cifra que el jefe del Ejecutivo en funciones está dispuesto a hacer valer incluso si llega a su primera votación de investidura sin los respaldos suficientes para ser proclamado presidente por mayoría absoluta.

Publicidad

En el entorno de Rajoy barajan los distintos escenarios que podrían surgir de unas negociaciones que aún no han comenzado. Esta vez no prescindirán de antemano de ninguno de los instrumentos políticos a su alcance para tratar de conservar La Moncloa. Si los vetos de PSOE y Ciudadanos persisten, la sesión de investidura podría constituir un elemento más de presión para escenificar el rechazo del resto de partidos a un Gobierno presidido, recuerdan en el PP, no sólo por la primera fuerza política, sino por la única que ha logrado mejorar sus números en las urnas.

Este fue el recurso «desperdiciado» en la pasada legislatura, lo que motivó el reproche de algunas voces críticas de la formación, partidarias entonces de intentar cerrar un pacto con Ciudadanos, PNV y Coalición Canaria y evidenciar en el Parlamento el bloqueo del PSOE. «Eso es negociar», argumentaban las mismas fuentes. Hoy, aunar los diputados de todos esos grupos políticos armaría una alianza a tan sólo un parlamentario de la mayoría absoluta. Las exigencias de Albert Rivera sobre la retirada de Rajoy impiden, en cualquier caso, superar el trámite con holgura.

El líder del partido liberal ha dejado en manos del PSOE el desbloqueo de la situación política, mientras los socialistas tratan de sortear el conflicto con el argumento de que el candidato del PP debería buscar socios «dentro de su bloque ideológico». Es en este marco en el que el equipo de Rajoy baraja llegar a la investidura y presentarse sin los apoyos pactados.

«No lo íbamos a olvidar»

No será el plan A, ni el B. Más bien, la última de las opciones porque, de materializarse, significará que todo acuerdo de legislatura habrá sido imposible de alcanzar y que los populares sólo podrán aspirar a lograr en la segunda votación, en la que se requiere una mayoría simple, las abstenciones necesarias para un Gobierno en minoría.

Publicidad

Rajoy no descarta defender en soledad su proyecto. «Espero que al menos dejen gobernar al que ha ganado, aunque lo tenga que hacer en situación de dificultad, porque ir a unas próximas elecciones como consecuencia de la cerrazón de alguien sería un disparate que no íbamos a olvidar en España en muchísimos años», advirtió ayer el presidente desde Bruselas, convencido de su derecho a gobernar.

En la capital comunitaria coincidieron, sin cruzarse, Rajoy, Rivera y Pedro Sánchez, reunidos con sus respectivas familias europeas antes de la cumbre de dos días para analizar la salida del Reino Unido de la UE. Sólo se intercambiaron mensajes a través de los medios de comunicación y el veto reiterado del líder de Ciudadanos encontró de inmediato la respuesta del jefe del Ejecutivo. «Yo creo que todo el mundo debe tranquilizarse recomendó creo que los partidos debemos hablar». La intención del presidente del PP es emprender los contactos, en primer lugar con el PSOE, cuando vuelva de Bruselas, y aconseja que el proceso se realice «sin presiones» y sin «radiar» al minuto las conversaciones.

Publicidad

Toda cautela es poca para lograr que su propuesta, prácticamente imposible, prospere y que no es otra que la coalición «fuerte» con los socialistas. A ellos se dirigió Soraya Sáenz de Santamaría para emplazarles a permitir un Gobierno de Rajoy «cuanto antes». «Si todos somos conscientes de que el PP ha ganado las elecciones, todos deberíamos obrar en consecuencia», urgió la vicepresidenta del Ejecutivo en funciones. En ese camino, no rechaza de antemano ninguna ecuación, tampoco la de un programa pactado de reformas para los próximos cuatro años, aunque la segunda formación no entre en el Ejecutivo.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete los 2 primeros meses gratis

Publicidad