Tus sueños, sueños son
Alfonso del Río
Lunes, 16 de junio 2025, 00:02
He perseguido tantos sueños, que me he pasado la vida dormido». A colación de esta frase que dije me han llegado muchos mensajes del rollo ' ... si puedes soñarlo, puedes lograrlo'. Pero es menester aclarar que no es verdad que, si luchas por tus sueños, los acabarás logrando. Si no, el mundo estaría lleno de actrices, músicos y futbolistas…
Primero, si el mantra de 'persigue tu sueño' no pone el foco en 'perseguir' sino en el 'sueño' se fomenta el individualismo. El individualismo de pensar que, ante el cumplimiento de una meta, todo vale en demérito del resto. Y el mundo estará lleno de cabrones cuyo sueño sea incompatible con el de los demás. El segundo fallo es el de la definición de sueño, que se parece más a un triunfo que a algo noble o universal. Si un sueño no nos realiza de verdad, quizá su cumplimiento sea nuestro peor castigo. Y el tercer desacierto es poner el foco en la meta. Si creemos que tenemos el 'derecho' a cumplir un sueño, será más grande el tortazo. Eso fomenta una frustración que no sabremos tolerar.
Y hay muchos obstáculos para los sueños, sobre todo si son grandes. Y son grandes cuando defienden una causa: soñar con cambiar el mundo de alguna manera, por ejemplo. Es lícito soñarlo, pero es necesario no darlo por hecho. En sueños colectivos, siempre he temido menos la oposición de enemigos de mi causa que la pasividad de amigos de la misma, que justificarán la comodidad de su inacción en el 'nunca se ha hecho antes, no merece la pena'. Esta ha sido la gran excusa para que la gente siguiera viviendo 'dentro de la caja' sin permitir que otros la abandonaran. Fracasar no importa. Importaría que la frustración por el fracaso conllevara no perseguir otros sueños.
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