La posibilidad de implantar un salario mínimo de convenio en Euskadi sigue en fase de atasco por las discrepancias entre sindicatos y patronal. El rechazo ... por Confebask a un SMI propio si no se vincula a la competitividad revela el complejo camino que los agentes sociales tienen por delante para sacar la medida con el máximo consenso. Se trata de una conquista social con capacidad de mejorar la vida de miles de vascos. El proyecto del Gobierno Vasco para su negociación necesita de un pacto que dote de seguridad jurídica a los sueldos más modestos. De momento, tiene la virtud de haber unido a todas las centrales sindicales vascas tras años de división, y es de mayor cuantía que el promovido por Yolanda Díaz en España. En Euskadi, la horquilla oscila de 1.268 a 1.385 euros brutos en 14 pagas. El reto es adaptarlo a las condiciones del País Vasco, con un coste de la vida superior a la media estatal y una economía pujante. El turismo tira de un crecimiento que ha sumado 18.900 empleos hasta alcanzar nuevo récord con un millón de cotizantes. Las haciendas vascas lo reflejan con 626 millones más recaudados. Pero las buenas cifras no deben solapar la realidad de los bajos salarios. Euskadi cuenta con 200.000 personas que cobran menos de 1.315 euros, casi el tope que marca el SMI.
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