Camino de escollos
La prueba de fuego de la legislatura, a expensas de la evolución de la investigación judicial del caso Cerdán, serán los Presupuestos
Pedro Sánchez termina la semana con un poco más de oxígeno tras un correoso debate parlamentario que confirma que sus aliados, pese a las duras ... críticas por la insuficiencia de respuestas ante la corrupción, siguen apoyándole. Pero el presidente del Gobierno seguirá en la cuerda floja, a expensas de que la investigación judicial sobre los últimos escándalos de corrupción arrojen nuevas revelaciones. El contexto, además, se ve envenenado por un recurso de Feijóo a citar a los negocios de saunas gays del suegro de Sánchez, ya fallecido, que le han llevado a acusar al presidente de haber vivido a título lucrativo «de la prostitución». La pugna entra en una dinámica muy agresiva y peligrosa para el sistema al traspasar la línea roja del respeto a la familia en el combate del adversario político. El apoyo de ERC y Sumar permite al PSOE cierto margen de maniobra, mientras Junts se sitúa de perfil y el PNV mantiene una posición crítica pero sin ruptura abierta y manifiesta. La prueba de fuego para saber si la legislatura tiene recorrido hasta 2027 –algo bastante improbable– es si finalmente es factible alumbrar unos nuevos Presupuestos, lo que debería forzar una negociación política a múltiples bandas. ¿Será factible ese escenario? Parece sumamente complicado. Los aliados de izquierda subrayan la necesidad de un giro ideológico con medidas de mayor calado social. Pero Podemos está en una oposición abierta a Sánchez, la mayoría parlamentaria no es de izquierda y tanto PNV como Junts exigirán que el proyecto que se someta al final a votación también recoja sus aspiraciones. Una posible derrota del Ejecutivo en torno al proyecto de reducción de la jornada laboral recogida en la propuesta elaborada de la vicepresidenta segunda Yolanda Díaz será un botón de muestra elocuente de este conflicto ideológico de la legislatura en la que las dos dinámicas se antojan irreconciliables a largo plazo. Con una cuestión de confianza paralizada en la práctica por las altas probabilidades de no salir adelante, a Sánchez solo le queda aguantar unos meses con la respiración asistida. A su vez, el PNV ha marcado una posición de clara equidistancia que se desmarca de Sánchez, pero a la vez reconoce que se encuentra a años luz del PP de Feijóo, embarcado en una operación de desgaste de los jeltzales que puede complicar la necesaria reconstrucción de puentes.
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