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Oindo, el verde inunda Leitzaran
La llegada de la primavera tiñe de verde las zonas de pasto del valle y Oindo es un magnífico lugar hasta el que acercarse
Una mañana fresca, pero con el sol iluminando cada rincón que roza, nos anima a visitar el valle de Leitzaran y ascender hasta Oindo (785 m.). Un precioso paraje en el límite entre Gipuzkoa y Navarra que unía el antiguo tren de Plazaola. El antiguo trazado del ferrocarril, sigue atrayendo a numerosos visitantes. Mientras durante décadas los veraneantes, trabajadores y lugareños se desplazaban en el único medio de transporte que atravesaba el valle desde Donostia a Iruñea, o viceversa. Quienes lo conocieron aseguran que no era difícil adivinar su posición. Un gran rastro de humo negro lo delataba, así como el sonido de su locomotora de vapor y el silbato que hacían sonar sus conductores.
En 1904 se puso en marcha un ferrocarril de vía métrica que transitaba por el valle de Leitzaran con el objetivo de transportar mineral de hierro desde las minas de Bizkotx hasta Andoain. Después, en 1914, se amplió línea con licencia para el transporte de pasajeros desde la navarra a Lasarte-Oria, donde empalmaba con la línea de los Ferrocarriles Vascongados para llegar hasta Donostia. Unas riadas registradas en octubre de 1953, destruyeron parte de la infraestructura, lo que provocó el declive de la línea, aunque soportó algo de tráfico local de mercancías, hasta que en 1957 las vías fueron definitivamente desmanteladas.
La nostalgia y el cariño empapan la historia del Plazaola que su vía verde nos permite conocer.Basta con acercarse a la casa de los visitantes de Leitzaran para conocerla. A pie o en bicicleta, la vía verde nos acerca a numerosos puntos de interés que nos muestran la actividad industrial, muy vinculada a la minería, de la que ha sido testigo el valle.
INFORMACIÓN MIDE
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Acceso: Por la A-15 llegamos a Andoain para después dirigirnos hasta el parque de Otieta junto al que se encuentra la oficina de turismo de Leitzaran.
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Horario: El recorrido desde el parking de Otieta pasando por el resto de las cimas ronda las 4 horas a un ritmo tranquilo, disfrutando de las vistas no se hace tan intenso.
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Distancia: 15km.
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Desnivel positivo: 757m.
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Severidad del medio: 2.
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Dificultad orientación: 2.
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Dificultad del terreno: 3.
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Esfuerzo necesario: 3.
Muy cerca de la oficina de turismo de Leitzaran se encuentra el río que da nombre al valle. Un río que nace en Leitza y desaparece en Andoain, donde se une al río Oria. A su paso, el río Leitzaran ha nutrido de agua a caseríos, molinos, ferrerías, canales,...
Única vía ferrata de Gipuzkoa
Sobre este acaudalado río, en numerosos tramos, se erigen diversos puentes, entre los que destaca el de Unanibia o Sorginen zubia. Se trata del puente de las brujas que construyeron en una sola noche. Quién pudiera ser bruja y ser capaz de contar con ese poder. Para sí lo quisiera más de uno o una. Más aún, teniendo en cuenta que se trata de una construcción además de hermosa, consistente. Según destaca Xabier Cabezón en su web de Leitzaran: «el puente está realizado en piedra (mampostería en seco), y tiene tres ojos (arcos rebajados, de carpanel) de 7,9, 7,8 y 8 metros de luz, respectivamente, soportados por dos pilares o machones (de 3 metros de anchura) con tajamares y espolones redondeados en el río y sendos estribos en los extremos. Tiene una longitud de 31 metros». Ahí es nada. Además, recoge un dato de J. Núñez que destaca que «habría que datarlo en la segunda mitad del siglo XVIII».
Fuera como fuese, un precioso rincón de Leitzaran que por estas fechas luce espectacular, contrastando el gris de sus piedras con el verde que comienza a brotar en los árboles que le rodean. Muy cerca, a escasos metros, los responsables de la casa de los visitantes de Leitzaran, han abierto la primera vía ferrata de Gipuzkoa. Un lugar muy interesante para aquellos que disfrutan practicando deportes al aire libre. Dicha vía cuenta en su inicio de una zona de entrenamiento para familiarizarnos con el uso del material, y desde allí llegaremos a la tirolina que nos ayudará a cruzar el río. La tirolina cuenta con una longitud de unos 70 metros y una altura de unos 16 metros. Toda una aventura que no acaba ahí, ya que siguiendo la ruta marcada por la vía, se realizan cuatro paradas en las que una guía comenta diferentes aspectos del valle de Leitzaran. Su fauna y flora, su historia y los oficios vinculados al valle, la mitología, además de la importancia del río Leitzaran.
Según destacan los responsables del centro de visitantes de Leitzaran, una experiencia más que interesante para practicar algo deporte y aprender diferentes aspectos de nuestro entorno. No exige experiencia y desde el inicio la vía cuenta con la línea de seguridad que marca el recorrido, donde pasaremos por cinco paredes verticales con grapas, presas, escaleras, rocas que permiten llegar a lo alto de la colina.
Oindo desde Otieta
Para poder disfrutar de esta iniciativa tan solo hay que acercarse al parque de Otieta, punto de partida de nuestra ruta de esta semana a Oindo, siguiendo la vía verde del Plazaola.
Una cima en la que predomina el verde que en estas fechas luce un brillo y una tonalidad especial en las puntas que brotan en los pastos y los árboles. Unas yeguas disfrutaban de un buen festín junto al punto geodésico. En ella, además, se puede observar las hendiduras de dos estructuras. Según recoge Xabier Cabezón «los restos que forman estas estructuras destacan poco en el terreno; a juzgar por la fotografía aérea de 1954, en dicho año su estado era similar al actual».
La situación de las ruinas en plena cima del Oindo, con alta exposición a los fenómenos meteorológicos (especialmente caídas de rayos, fuertes vientos, etc.) y lejos de fuentes o manantiales, hace descartar cualquier uso de tipo pastoril. «Probablemente, estos restos están relacionados con las guerras carlistas. Pueden corresponder a edificaciones o a trincheras», incide Cabezón.
Pero para poder observar estas hendiduras o disfrutar de las magníficas vistas de Oindo debemos realizar un recorrido desde Leitzaran que nos exige superar en gran parte del ascenso de importantes tramos de pendiente.
En la misma vía verde de Plazaola, después de haber recorrido desde el aparcamiento de Otieta unos 400 metros, tomaremos un cruce a la derecha, siguiendo una pista. Las marcas blancas y amarillas nos guiarán por diferentes pistas forestales y senderos que sin gran dificultad en primer lugar nos conducirán hasta Muntto (499 m.). Para llegar a la cima, deberemos adentrarnos por un pinar y subir la zona rocosa en la que se encuentra su buzón. Desandamos el camino para llegar a un cruce en el que se encuentra una piedra del molino de Oiloki. De allí debemos superar una cuesta por un pinar para llegar a Usabelartza (673 m.), fácilmente localizable gracias a la ikurriña que la corona. El buzón se encuentra a unos doscientos metros.
Volvemos a la zona de pasto para dirigirnos a Oindo. Antes deberemos recorreder un kilómetro y medio superando algo de desnivel, pero merece la pena. Las magníficas vistas son la recompensa de esta cima que se erige frente a Adarra, con el menhir de Eteneta en medio. No podemos dejar de acercarnos hasta él. La magia o una energía especial envuelve este lugar. El regreso lo realizamos siguiendo la pista de grava que nos conduce hasta un cruce en el que optamos por seguir hacia la derecha. Sin pérdida, descendemos hasta el parking de Otieta.